Aunque el espionaje entre líderes internacionales nos parezca un recuerdo de la Guerra Fría, los Estados Unidos han llevado esta práctica hasta extremos insospechados para occidente como revelan las filtraciones del antiguo analista de la NSA Edward Snowden. Países como Alemania, en teoría socios fiables de Washington, han visto cómo se espiaba a sus líderes, lo que ha despertado tanto recelo entre la población que algunos alemanes queman su documento de identidad en el microondas para no ser espiados. ¿La razón? Un microchip.

Alemania cambió el formato del documento de identidad en 2010 para dar paso al DNI electrónico, una medida que se ha tomado en muchos países. Así, todos los documentos de identidad que se han emitido en Alemania desde entonces incluyen un microchip con un código que permite a su dueño identificarse por Internet o acceder a algunas operaciones bancarias. Pero para algunos alemanes, esto no es más que una estrategia para atentar contra su derecho a la intimidad y espiarlos.

Quemar el microchip

En YouTube no cuesta mucho encontrar vídeos como estos en los que nos enseñan a quemar el microchip para evitar el espionaje. Y aunque llevan tiempo colgados, no ha sido hasta este verano cuando el tema se ha vuelto viral. La policía alemana detuvo en el aeropuerto de Frankfurt a un hombre por tener manipulado el documento de identidad. El detenido explicó a la policía que había metido su documento de identidad en el microondas para desactivar el chip y evitar ser espiado.

Ahora, el hombre se enfrenta a una sanción económica y a una posible pena de cárcel por la modificación ilegal de documentos oficiales. La legislación germana señala que documentos como el de identidad o el carné de conducir son propiedad del Estado y que no se pueden modificar. Es más, en algunos vídeos en los que enseñan a quemar el microchip advierten de que es una práctica ilegal y no lo fomentan.

Los alemanes rechazan el DNI electrónico

Berlín ya sabía en 2010 que el documento de identidad electrónico despertaba rechazo en gran parte de la sociedad alemana. El año pasado una encuesta revelaba que cerca del 40% de alemanes considera una amenaza a su intimidad el aumento de la digitalización de documentos y el papel de la NSA. Aunque se han publicado varios informes que desvinculan el microchip del espionaje algunos expertos señalan que el espionaje nazi, del gobierno de Alemania Oriental o el caso del espionaje a Merkel hace que los alemanes sean más recelosos que nunca sobre este asunto.