La joven Amelia Maggia, así como muchas compañeras suyas, fallecieron con poca diferencia de tiempo y presentando síntomas similares. La sociedad las culpó de haber contraído una enfermedad de transmisión sexual considerada vergonzante: la sífilis. El caso tardó años en aclararse: no fue la sífilis, sino el radio lo que las mató.

El radio parecía estar de moda durante las primeras décadas del siglo XX, después de que fueran descubiertas sus virtudes terapéuticas en algunos casos de cáncer, pasó a ser considerado una panacea y se incluyó en muchos productos industriales como cremas rejuvenecedoras, cigarrillos, relojes e incluso en la ropa interior.

En esta ocasión, en Supercurioso queremos contarte la historia de Amelia Maggia, la primera víctima entre las chicas del radio. La empresa en la que trabajaba conocía lo dañino que podía ser el radio y no protegió a sus trabajadores, ocultando los efectos nocivos a sabiendas. Si quieres descubrir más, no dejes de leer.

Amelia Maggia no falleció de sífilis, sino por el radio

Amelia Maggia | No fue sífilis sino radio lo que la mató

Amelia Maggia, conocida como «Mollie», nació el 21 de diciembre de 1896. Hija de inmigrantes italianos a los EE.UU., era la cuarta de siete hermanas. Cuatro de ellas, entraron a trabajar en una empresa de Orange, New Jersey, durante los años de la Primera Guerra Mundial y de la posguerra. Muchas jóvenes, en esos años, abandonaron sus anteriores trabajos por uno mejor pagado y aparentemente poco exigente: pintar las marcas luminiscentes de las esferas de los relojes que portaban muchos soldados.

En la empresa, la jóvenes eran incitadas a afinar las puntas de sus pinceles con sus labios ya que con ello ganaban velocidad al pintar las esferas y como trabajaban a destajo, todas ellas lo hacían. Además, como se les dijo que la pintura era inofensiva, solían gastar bromas pintando sus dientes y uñas con ella para que brillaran en la oscuridad. La pintura contenía sales de Radio, Sulfuro, Zinc y pegamento.

Amelia Maggia | No fue sífilis sino radio lo que la mató

Los relojes causaron furor, y no solo se hicieron para el ejército, sino que todo el mundo deseaba poseer uno, ya fuera de pulsera o un despertador. La empresa «U.S. Radium Corporation», en 1917, contrató mucho más personal, en general mujeres jóvenes, y a pesar de saber que el radio podía ser muy peligroso para la salud, no protegió a sus trabajadoras. Entre estas contratadas estaba Amelia Maggia.

Los propietarios y científicos que trabajaban en la empresa, en general, se protegieron de los efectos del radio evitando la exposición y utilizando pinzas, máscaras e incluso pantallas de plomo. En 1925, el Dr. Harrison Marland, médico del condado de Essex, inició una investigación cuando constató la similitud entre las muertes de varias jóvenes trabajadoras de la empresa y del propio químico jefe. Fue el que solicitó la exhumación de Amelia Maggia, la primera víctima.

Amelia Maggia | No fue sífilis sino radio lo que la mató

Amelia Moggia era una pintora de esferas excepcionalmente rápida, pero pagó por ello con su vida. Fue la primera en fallecer. Murió el 12 de septiembre de 1922, antes de cumplir los 26 años, tras ver cómo durante un año su cuerpo parecía desintegrarse entre atroces sufrimientos. Primero se le pudrieron los dientes, luego se desintegró literalmente su mandíbula padeciendo grandes dolores y finalmente dejó de caminar cuando sus huesos se fueron debilitando y se le rompió la cadera.

Al parecer, el certificado de defunción fue falsificado y se apuntó a una enfermedad de transmisión sexual como la causa. Tras ella, muchas otras chicas fallecerían con los mismos síntomas. No fue hasta que Grace Fryer, una antigua empleada de la empresa, empezó a notar que perdía los dientes y sufría una extraña inflamación en la mandíbula (osteosarcoma radioinducido del maxilar) que tras visitar al médico, ambos relacionaron estas dolencias con su anterior trabajo, coincidiendo con las investigaciones del Dr. Dr. Harrison Marland.

Amelia Maggia | No fue sífilis sino radio lo que la mató
Grace Fryer murió tres años después de ganar el caso

Grace quiso avisar a sus antiguas compañeras, pero eran tantas que no le fue fácil dar con ellas. Para cuando lo consiguió, algunas habían fallecido y otras estaban gravemente enfermas. Sin embargo, no se rindió y, junto a otras compañeras, entre ellas dos hermanas de Amelia Maggia, consiguieron llevar a la empresa a los tribunales con la ayuda del joven abogado Raymond Berry, que fue el único que quiso hacerse cargo de su caso.

Amelia Maggia | No fue sífilis sino radio lo que la mató

El 15 de octubre de 1927 se exhumaron los restos mortales de Amelia Maggia. Según explicaron los presentes, al sacar el maltrecho ataúd de la fosa, éste brillaba con una luz extraña. Los médicos que realizaron la autopsia concluyeron, sin ningún género de duda, que no había ninguna evidencia de sífilis en los restos de la joven Mollie. Sí dejaron constancia en su informe de que en todos los huesos y tejidos que se estudiaron y a los que se realizaron análisis, dieron positivo y evidenciaron la existencia de radiactividad.

El caso, en New Jersey, se enjuició en 1928, llegando la compañía a un acuerdo antes de que el jurado emitiera un veredicto. Las jóvenes supervivientes, tan solo tres al finalizar el juicio, fueron indemnizadas y se les pagó una pensión vitalicia y los cuidados médicos que necesitaron. Sin embargo, en otros estados en los que también existieron fábricas en las que se utilizó el radio, no se consiguió una sentencia firme y favorable a los trabajadores hasta 1938.

Amelia Maggia | No fue sífilis sino radio lo que la mató
Chicas del radio

La importancia de Amelia Maggia y de todas las compañeras que fallecieron y son conocidas popularmente como «las chicas del radio» es doble, ya que, por un lado, obligaron a cambiar la legislación sobre derechos laborales y por otro son un caso imprescindible tanto en el estudio de la física como en el campo de la salud, mejorando de forma notable los estándares exigidos en seguridad laboral en la industria.

A partir de este caso, en los EE.UU., los trabajadores obtuvieron el derecho a demandar a las empresas y corporaciones de forma individual para reclamar daños y perjuicios por abusos laborales. Si quieres saber más sobre Marie Curie, la científica que descubrió el radio y murió por sus efectos, te proponemos estas Frases de Marie Curie, la primera mujer en ganar un Nobel.

¿Conocías el caso de Amelia Maggia? ¿Sabías que había causado tantas muertes entre las chicas del radio? ¿Conoces otros casos similares, de ocultación por parte de las empresas o corporaciones, de las secuelas por la manipulación de sus productos? ¿Qué piensas del caso de Amelia Maggia? ¡Comparte con nosotros tu opinión! Estaremos encantados de leerte.