Todos hemos leído o escuchado hablar sobre las virtudes casi milagrosas del limón, más allá de las que sabemos con alguna certeza, como la de que es un gran portador de vitamina C, es antioxidante y uno de los tres ingredientes para hacer una de las bebidas más refrescantes del mundo. Pero seguramente hasta ahora no sabías de su papel como componente de algunas pruebas psicológicas para determinar tu forma de ser.
¡Asombroso! ¡Lo que un solo limón puede decir de tu forma de ser!
En los años 60 del siglo pasado una pareja de psicólogos, interesados en las diferencias entre personalidades extrovertidas e introvertidas, diseñaron una prueba intentando demostrar que las diferencias entre la forma de ser tenían una base física y no sólo psicológica. Para ello, Hans y Sybil Eysenck plantearon un experimento con un limón del que vamos a describirte una versión casera y en la que tú puedes ser el conejillo de indias.
Se toma un hisopo de algodón y se le amarra un trozo de hilo a la mitad; colocas uno de los extremos de algodón sobre la superficie de tu lengua durante veinte segundos; luego, colocas cinco gotas de limón en tu boca y tragas; colocas el otro extremo del hisopo en la lengua durante otros veinte segundos; amarras el hilo de manera que el hisopo quede perfectamente horizontal y esperas a ver de qué lado se inclina.
Si el hisopo permanece horizontal o se inclina hacia el primer extremo que mojaste con la saliva eres una persona extrovertida. Si lo hace del otro extremo eres introvertido. La diferencia de peso se debe a que el introvertido saliva más por el sabor del limón.
¿Por qué? La teoría de los Eynseck era que los introvertidos gustaban de sabores más intensos, como el amargo del limón, y por eso salivaban más después de tomar las gotas de limón que los extrovertidos. Para estos sicólogos los introvertidos tienen una excitación cortical basal más intensa que los extrovertidos, por lo que perciben a través de los sentidos con mayor intensidad.
En años posteriores esta teoría ha sido refutada por otros experimentos y cuestionada por otros psicólogos, aunque la prueba del limón sí sirve para probar diferencias individuales. Pero la carrera del limón en el campo de la psicología no se quedó allí.
En 2014 se publicaron los resultados de un experimento que también sería relativamente sencillo de replicar en casa. La doctora Florence Hagenmuller, de la Universidad de Zurich, realizó un experimento en el que se exponía a voluntarios, que previamente habían respondido a un cuestionario, a dos vídeos de un minuto de duración: en el primero una persona cortaba una rueda de limón y se la comía, en el segundo otra persona manipulaba unas pelotas de colores. Mientras los voluntarios observaban los vídeos debían tener unas motas de algodón dentro de la boca que posteriormente fueron pesadas.
Los voluntarios que salivaron más con el video del limón coincidieron con los que dieron las respuestas más solidarias o de simpatía por la condición o sentimientos de los demás. En otras palabras, este experimento sirve para determinar tu grado de empatía con la gente y el mundo que te rodea.
Tal vez falten más datos y experimentos para probar estas teorías, pero sin duda son interesantes. En todo caso, puedes hacer las pruebas en casa a ver qué dice de tu forma de ser un limón.
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