Sapos y ranas han poblado mitos, cuentos y leyendas desde hace siglos. Claro que hoy en día la gente se preocupa más por si son venenosos, inofensivos o desagradables. Y, aunque no lo creas, ¡el miedo a los sapos es real! Los cuentos e historias siguen teniendo peso en la visión de estos animales y quizá también en la fobia que algunas personas les tienen a los sapos y ranas. El irracional miedo a los sapos recibe diversos nombres: Bufonofobia, Ranidafobia y Batraciofobia, esta última se refiere no solo a los sapos y ranas sino también a todo tipo de anfibios como las salamandras o los tritones. En Supercurioso te traemos algunos datos sobre la bufonofobia «la fobia a los sapos» y el por qué de ello. ¡Acompáñanos!
Bufonofobia o Ranidafobia ¡El miedo a los sapos!
Antes de ver lo que es la bufonofobia, repasamos brevemente lo que es una fobia. Una fobia, en pocas palabras, es un trastorno de la ansiedad que surge como respuesta ante un estímulo que se interpreta como una amenaza, aunque objetivamente no lo sea. Entonces, una fobia es un miedo irracional frente a objetos o situaciones que no presentan un verdadero peligro, pero que la persona interpreta como tal. La bufonofobia es una fobia animal, como es el caso de la aracnofobia, la cinofobia y la ofidiofobia, que también resultan ser de las fobias más comunes.
Los psicólogos afirman que el miedo no surge de la nada, existe algo que lo produce. Algunas de las fobias suelen estar relacionadas con elementos y situaciones cotidianas. Normalmente, en situaciones de peligro nuestro cerebro envía estímulos que nos alertan de algún peligro. Sin embargo con las fobias, se convierte en restrictivo e incluso angustiante cuando el peligro no existe realmente o es algo fácilmente salvable.
Este miedo a sapos y ranas -sin razón aparente- hace que muchas personas sufran reacciones de aversión como ataques de pánico y ansiedad con solo pensar o imaginar que pueda haber un animal de estos cerca. En el caso de la bufonofobia, se vuelve especialmente grave cuando la persona que padece la fobia visita o vive en lugares pantanosos, tropicales o simplemente en campo abierto, pues en ellos habitan los sapos y ranas que tienen una gran capacidad de camuflaje y podrían ¡sorprenderles con un salto de un momento a otro!
Aunque parezca cómico o extraño, las personas que padecen de bufonofobia llegan a tener grandes problemas psicológicos por ello. Así que acompáñanos a descubrir cuáles son los síntomas y el origen de esta fobia tan particular.
1. Síntomas de Ranidafobia
Todos los miedos irracionales (incluso las fobias más raras del mundo) se manifiestan a partir de una serie de síntomas físicos, emocionales y psicológicos. El miedo a los sapos y ranas varía mucho de una persona a otra, no obstante, existen algunos síntomas comunes de quienes padecen bufonofobia:
- Para algunos la simple idea de encontrarse un sapo, el verlos aunque sea de lejos e incluso su sonido, puede desencadenar una serie de síntomas de ansiedad y llevar a la persona a gritar, temblar, sudar o tener palpitaciones fuertes. ¡Los síntomas físicos son los primeros en manifestarse!
- Tener especulaciones obsesivas acerca de los sapos y ranas, las personas con bufonofobia pueden llegar a tener sensaciones irreales.
- La negación a ver u oír sobre estos animales. El no poder verlos ni siquiera en fotografías o en la televisión.
- Las personas que sufren bufonofobia o ranidafobia no caminan en lugares con la hierba crecida especialmente en primavera y verano, ni nadan en estanques o piscinas que estén próximas a lugares en los que saben que puede haber sapos. ¡Planear las vacaciones se convierte en todo un problema!
- No poder evitar imágenes mentales, como en sueños relacionadas con sapos y ranas, porque la paranoia aumenta a gran velocidad.
- Existen casos extremos en los que la fobia puede llevar a paralizar a la persona o a que se ponga histérica con tan solo pensar que una rana pueda saltarle sobre la cabeza, por ejemplo.
2. ¿Por qué le tememos a los sapos? El origen de la Bufonofobia
Muchos psicólogos coinciden en que para la mayoría de personas que padecen esta fobia es imposible determinar el momento en que empezó. Su inicio normalmente se debe a un suceso desagradable o traumático con una rana o un grupo de ranas. Ese momento es el que determina los sentimientos de temor que se siente ante estos animales.
Piensan que seguramente el episodio hay que buscarlo en la infancia, en una época de la vida en la que los recuerdos se desdibujan y puede estar relacionado con la muerte violenta de un sapo o una rana. Basta con que el niño o niña tuvieran un sentimiento de incomodidad o inquietud relacionado con las ranas para desarrollar una fobia que se puede arrastrar toda la vida.
También es posible que la bufonofobia o ranidafobia tengan simplemente que ver con los extraños e impredecibles movimientos de estos animales, como sucede también con las arañas, o incluso, con su piel viscosa y húmeda que puede llegar a producir en algunas personas repulsión. Tampoco se puede descartar que la fobia proceda del efecto que causa una película o programa de televisión en la infancia al ver una imagen aterradora de ranas y sapos o de una broma desagradable de la que se ha sido víctima.
3. ¿El miedo a los sapos se puede curar?
No hay que confundir un simple desagrado por estos animales con una bufonofobia o ranidafobia. Si el desagrado se convierte en un impedimento para llevar una vida normal y obliga al que lo padece a evitar situaciones en las que puedan estar presentes sapos o ranas, entonces estamos ante una fobia.
De acuerdo a donde vivas, esta fobia se puede convertir en un gran problema. Sin embargo, no debes tomar la conducta de evasión pues de acuerdo con los expertos, esto no reduce el problema ¡lo agudiza más! Aunque no existe (por el momento) un tratamiento específico para la bufonofobia, normalmente para tratar todo tipo de fobias está la terapia cognitiva conductual, esta terapia es también usada para el control de la ansiedad y la depresión. ¡Suele ser un buen tratamiento para reducir el trastorno!
Los especialistas no suelen hablar de Bufonofobia ni ranidafobia, normalmente engloban las fobias a los animales en el término «Zoofobia», dentro de los cuales también está ¡la cinofobia y la aracnofobia!
¿Conoces a alguien que padezca Bufonofobia? ¿Tienes alguna fobia digna de mención? ¡Compártela con nosotros! Si quieres conocer más curiosidades sobre las fobias, te recomendamos: fobias de famosos.