Hay numerosas fosas marinas en los océanos del mundo, abismos de miles de metros de profundidad rara vez visitados por el hombre, sobrepasadas todas por la fosa de las Marianas, en el océano Pacífico, en el que se encuentra el abismo más profundo de todos,  Challenger, con más de once kilómetros.

Las del Atlántico no son tan espectaculares, y entre ellas, la de Cariaco, en el Mar Caribe, no sería particularmente notoria, de no ser por un pequeño detalle: es la única cuenca anóxica permanente en el mundo situada en mar abierto.

Las cuencas anóxicas

La fosa de Cariaco se encuentra en la costa oriental de Venezuela, al oeste de la península de Araya, entre Cumaná y la isla de Margarita, y alcanza una profundidad máxima de 1.400 metros, y después del Mar Negro es la segunda cuenca anóxica más grande del mundo.

Ruinas del castillo de Araya, en la península del mismo nombre
Ruinas del castillo de Araya, en la península del mismo nombre

Se dice que una cuenca es anóxica cuando después de cierta profundidad no hay oxígeno disuelto en el agua, lo que reduce drásticamente la presencia de vida, pero también crea espacios con muy pocos cambios a lo largo del tiempo, permitiendo que todo lo que caiga en él se conserve por largos períodos de tiempo.

Mar Negro
Mar Negro

El Mar Negro, entre Europa y Asia, es la mayor cuenca anóxica del planeta debido a que el 90% de sus aguas son anóxicas: sin oxígeno a partir de los 200 metros de profundidad, con una profundidad máxima de 2.200 metros.

La fosa y el estudio del cambio climático

Desde hace veinte años universidades y organizaciones venezolanas y extranjeras han venido realizando estudios en la fosa, con apoyo en tiempos recientes de la Unesco (la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de las Naciones Unidas). El interés en ella se debe a que, además de carecer de oxígeno, tampoco recibe luz, a lo que se suma la ausencia de corrientes marinas y otras perturbaciones a partir de cierta profundidad.

cariaco

Estas condiciones han permitido realizar estudios sobre el mar y la atmósfera en periodos que pueden remontarse a miles de años, y en general sobre los cambios que ha sufrido el clima mundial.

No hay nada en la superficie que indique la presencia de la fosa de Cariaco, pero bien vale la pena conocer y disfrutar de sus alrededores, uno de los lugares más hermosos de la costa venezolana, por si un día decides viajar por estos lugares.