¿Existe algo más complicado que las relaciones humanas?, ¿qué hay de las relaciones con los padres? Nunca quieres decepcionarlos o resultar un mal hijo, pero tampoco renunciar a tu libertad y autonomía. Es parte de la naturaleza humana querer evitar tener conversaciones difíciles o incómodas, especialmente con la familia. Pero ¿cómo hablar con tus padres sobre temas difíciles? ¡Te contamos!
¿Cómo tener conversaciones difíciles con tus padres?
Como los temas difíciles a tratar con los padres son muy variados, aquí hablaremos de los tres temas más frecuentes: Ser adulto, tener independencia y las decisiones de vida.
Llegar a la edad adulta puede ser muy difícil, ya que obtienes más independencia, pero todavía confías en ellos para el apoyo emocional y, en ocasiones, financiero. Quizás estás pensando en cambiar de carrera, mudarte a un lugar diferente para un nuevo trabajo, confesar alguna adicción o metida de pata, o puede que revelar tu sexualidad a sus padres. Muy bien, pero ¿cómo hacerlo?
Estos son algunos pasos que te podrían ayudar a conseguirlo:
– Programa una reunión y avísales con antelación de la misma: Es preferible tratar estos temas en persona, pero si estás lejos, una videollamada haría la misma función.
– Escribe una lista de los puntos importantes que quieres hacer y practica en tu cabeza: esto te ayudará a no dejar de lado nada de lo que quieres que se hable, en ocasiones, tenemos un esquema en la cabeza, pero no siempre lo recordamos. ¡Usa apuntes de ser posible!
– Antes de empezar, dile a tus padres que te gustaría tener para ti los primeros 10 minutos, para poder compartir tus noticias sin interrupción: de ese modo podrás exponer tu punto con libertad.
– Si sientes que no tendrás apoyo de tus padres. Ten siempre a alguien esperándote al salir: De esa forma sabrás que tienes algún tipo de apoyo externo. Al poner límites y un sistema de apoyo, te estás animando a ti a seguir con la frente en alto, sin importar el resultado o sus respuestas.
– Intenta evitar las ofensas que puedan dañar vuestra relación: recuerda que siguen siendo tus padres sin importar sus puntos de vista, aunque no debes olvidar que son decisiones sobre tu vida, de la de nadie más, así que eres tú quien tiene la última palabra. A pesar de ello, es imposible negar que la relación con los padres suele ser fundamental en el sistema de creencias y en la estabilidad de una persona. ¡No juegues con eso! Si está en tu mano, evita entrar en un conflicto irresoluble. Sé abierto y escucha y razona. ¡Sobre todo, no pierdas la calma!
Sabemos que no es nada sencillo tratar con los seres que suelen ser los más importantes de nuestra vida, llenos de expectativas y con ideas de cómo debería cursar tu existencia, pero lo que debes recordar siempre es que te aman, incluso si no lo dicen, lo han hecho desde que naciste y por ellos eres el ser humano que eres.
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