Beethoven fue uno de los mejores compositores que se hayan conocido en la historia de la música. Su nombre completo era Ludwig van Beethoven y además de compositor fue director de orquesta y un maravilloso pianista. ¿Sabías que antes de componer música sumergía su cabeza en agua fría? Te contamos todas las curiosidades sobre la vida de Beethoven.

El nacimiento de una estrella

Ludwig van Beethoven nació en la ciudad de Bonn, Alemania el día 16 de diciembre de 1770. Su padre era un conocido tenor pero el alcohol no le permitió triunfar a pesar que advirtió que su hijo tenía cualidades muy destacables.

Su infancia fue algo desordenada y con varias enfermedades, lo que no impidió que a los ocho años ofreciera su primer concierto en la ciudad de Colonia. A esa edad viaja a Viena a tocar para Mozart, su gran ídolo musical y se instala en la capital austríaca donde conoció a los grandes maestros Haydn, Salieri y Albrechtsberger.

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Curiosidades de Beethoven
  • Antes de componer sumergía la cabeza en agua fría con el objetivo de inspirarse musicalmente.
  • En el año 1796 se inician los primeros síntomas de sordera al momento que su fama crecía, que sería total a partir de 1819. Su gran amor fue Julieta Guicciardi, condesa de tan sólo 16 años, que fue su alumna y a la cual le dedicó la sonata «Claro de Luna«.
  • Los Nazis emplearon la 5o. Sinfonía en la Segunda Guerra Mundial como forma de código en las transmisiones de guerra. Sus primeras notas musicales equivalían en clave Morse a la letra «V» de la victoria.
  • Beethoven acostumbraba a caminar por la calle con ropas desaliñadas y viejas, cabellos despeinados y gritando las melodías ya que no podía oírse.
  • En el estreno de la 9o. Sinfonía, Beethoven estaba totalmente sordo. Incluso se dice que una vez culminado el concierto pensó que los músicos habían interrumpido su tarea por algún motivo, al darse vuelta vio a toda la sala aplaudiendo de pie.
  • También era un amante de la naturaleza a tal punto que una frase suya se hizo muy conocida: «prefiero mil veces a los árboles que a cualquier persona». En La Pastoral (6o. Sinfonía) traduce magistralmente la naturaleza a través de los sonidos de la orquesta.