A la mayoría nos invade una terrible sensación de pánico cuando nos planteamos el caso hipotético de: ¿qué pasaría si llegáramos a perder una parte de nuestro cuerpo en algún suceso fortuito? Así se tratara de una pérdida milimétrica, como la de una pequeña fracción del extremo de un dedo, la simple idea nos preocupa. Deseamos jamás correr con esta suerte, y también que, de llegar a ocurrir, enfrentemos el trance con valor.

En cambio, para quienes sufren de Desorden de Identidad de la Integridad Corporal, convertirse en amputados recibe un significado completamente opuesto, difícil de asimilar para el resto de nosotros: ellos quieren cortarse una parte de sí mismos, por elección.

Desorden de Identidad de la Integridad Corporal – cuando quieres cortarte partes del cuerpo

“John”, un entrevistado anónimo, compartió su historia con Fox News como pocos de los que se identifican con su condición se han atrevido a hacer. Revelar que ha querido desprenderse la mano y otras partes del cuerpo, desde que tenía entre 5 a 6 años, no es una decisión para tomársela a la ligera. Y es que muchos considerarían que “John” está mal de la cabeza, debido a la rareza de la historia. Pero él no está desquiciado, por más extraña que parezca la anécdota.

Recuerdo haber visto dos buses en la misma dirección, yo me encontraba de pie en el segundo autobús. Y me dije a mí mismo, ‘si coloco la pierna debajo de la rueda trasera del bus, pasaría sobre ella y tendrían que amputármela’ pero luego reflexioné: ¿cómo voy a explicar por qué lo hice?”, le contó a Fox el hombre con Desorden de Identidad de la Integridad Corporal.

Desorden de Identidad de la Integridad Corporal - cuando quieres cortarte partes del cuerpo

A “John” se le manifestó esta inusual inquietud en etapas tempranas de su vida. Desde entonces, cuando ve o se imagina a un amputado, se pregunta con frustración: “¿por qué no puedo ser como ellos?”. Apenas cinco años atrás, después de 47 años de matrimonio, pudo confesarle a su esposa sobre el deseo incontrolable de amputarse las piernas que ocultó por tantos años.

Este fenómeno se debe a que la imagen mental que conciben de sus cuerpos no corresponde a como es en realidad. Precisamente por este desequilibrio psicológico, creen que las extremidades por las cuales se obsesionan en eliminar, son partes “extra” que nunca debieron integrarlos, según refiere el Dr. Michael First, profesor de  psiquiatría clínica en la Universidad de Columbia, Nueva York, que ha estudiado la extraña condición desde 1999.

Desorden de Identidad de la Integridad Corporal - cuando quieres cortarte partes del cuerpo

Diferente a “John”, que espera despojarse de sus piernas con ayuda médica, abundan casos en los que, quienes padecen el trastorno,  intentan convertirse en discapacitados de cualquier manera, así sea por cuenta propia. Tal como le ocurrió a Jewel  Shuping, una mujer identificada con el mismo desorden de identidad que probó métodos peligrosísimos  para dañar su vista de forma permanente.

En una entrevista a Barcroft TV,  Shuping contó que, luego de tantos intentos fallidos, finalmente se volvió ciega a los 21 años, sometiéndose durante seis  meses a enjuagues oculares con limpiadores de cañerías, con la ayuda de su psicólogo, quien accedió a cumplir la extraña petición por insistencia de la mujer que anhelaba ser invidente desde que tiene memoria.

No creo que esté loca, pienso que tengo un desorden.”

En raras ocasiones se diagnostica a alguien con Desorden de Identidad de la Integridad Corporal o BIID (sigla de Body Integrity Identity Disorder). Y cuando ocurre, lo común es que se mantenga reservado. De hecho,  especialistas del Comité Ético de la AMC-Amsterdam concluyeron con la revisión de varios informes que la condición comienza a mostrarse con mayor frecuencia en la infancia, como sucedió con «John» y Shuping.

Desorden de Identidad de la Integridad Corporal - cuando quieres cortarte partes del cuerpo

Los pacientes experimentan desde pequeños el implacable deseo de amputar alguna parte de su cuerpo, dañar la visión o de quedar paralizados para sentirse satisfechos internamente. Por ello es posible que sufran cuadros depresivos  intensos debido a la dificultad que tienen para cumplir lo que tanto les aqueja: amputarse.

Amputar órganos sanos no es una práctica común para los médicos, ni es una medida que estén dispuestos a llevar a cabo por razones de ética laboral. Y aunque el Dr. Michael First recomienda tratar el problema con terapias y medicamentos específicos, considera que lo único que parece funcionar es la cirugía.

«Hay una enorme cantidad de sufrimiento. Las personas que he entrevistado con esta condición sufren enormemente con esto. Pasan mucho tiempo pensando en ello, que están preocupados, que su vida es inestable, y después de recibir la cirugía, parecen estar perfectamente normal de nuevo, » dijo.

El Desorden de Identidad de la Integridad Corporal no es locura ni una parafilia (fetiche sexual), es un trastorno real que ha puesto en peligro la vida de quienes lo padecen a causa de los pensamientos obsesivos que incitan a la automutilación. Y pese a lo complejo que es, el BIID no está reconocido en el Manual de Diagnósticos y Estadísticas de Desórdenes Mentales, un libro publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría que es el referente académico para comprender e identificar enfermedades psiquiátricas.

Especialistas como First luchan a favor de que la enfermedad sea integrada al ejemplar con la convicción de que así impulsarían investigaciones que den con nuevos tratamientos para que la cirugía no sea la única alternativa eficiente. Además de servir para dar diagnósticos apropiados a los que sufren esta rarísima enfermedad.

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