Cuando hablamos de las curiosidades de La Biblia, nos topamos con que no solo es uno de los libros más vendidos y leídos de la historia de la humanidad, sino que también en sus parábolas nos aporta una peculiar visión del mundo, que las personas que profesan la fe católica procuran seguir y creen a rajatabla. Son muchas las historias bíblicas que se han popularizado. Ya en Supercurioso te contamos en una oportunidad, por ejemplo, sobre la historia de la escalera de Jacob. Pero entre todos los mitos bíblicos hay uno que destaca por su popularidad. No solo se confina a las páginas de este libro sagrado, sino que ha sido reproducido en películas, novelas y hasta cuentos infantiles. Se trata de la historia del Arca de Noé. Para muchos este inmenso barco no es más que una fantasía, pero hay quienes defienden que existió y que incluso hay datos sobre su ubicación. Acompáñanos a conocer las hipótesis sobre dónde está el Arca de Noé.
1. El arca de Noé y el mar de sus incógnitas
Antes de profundizar en dónde está el Arca de Noé, vale la pena detenernos un instante en su historia. Según el Antiguo Testamento, el Arca de Noé fue un encargo que Dios le mandó al hombre más noble y justo que existía sobre la Tierra: Noé. Los hombres de aquel tiempo se estaban multiplicando al mismo tiempo que su maldad. Ya no existía la humildad ni piedad y ante un futuro incierto, Dios había decidido provocar un gran diluvio universal para, digamos, «reiniciar» la humanidad, esperando que la bondad creciera de nuevo en nuestra raza. Noé, su familia y otros curiosos invitados serían quienes irían a bordo de esa embarcación en la que se les salvaguardaba de todo riesgo.
En una enorme embarcación que tenía cincuenta metros de largo, treinta metros de largo y quince metros de alto, Noé tendría el encargo de llevar a cierto tipo de animales, hembra y macho y en distinta cantidad: de los puros debía tomar siete parejas y de los impuros una sola pareja. En el barco, también subirían el propio Noé y toda su familia. Debían llevarse las provisiones necesarias para un viaje largo, y el plazo que Dios le dio para esta peculiar tarea fue de 120 largos años.
Pero cuando investigamos sobre dónde está el Arca de Noé según el cristianismo, nos topamos con que esta idea del diluvio y de un hombre embarcado en un arca aparece por igual tanto en la Torah, como el Corán. De hecho, podemos encontrar historias sobre el diluvio universal en diferentes culturas. Su origen, según los expertos, se retoma a un mito sumerio de Ziusudra, a un poema épico llamado Atrahasis, y al contacto hebreo con la cultura mesopotámica existente tras la caída de la propia Jerusalén.
Parece que varias fuentes se centran al menos en la coincidencia de que algo ocurrió, de que aquella zona atravesó en un momento dado un período de lluvias muy fuertes donde apareció un personaje determinado embarcado en una especie de «arca». Sea como sea, la historia bíblica nos cuenta que Noé terminó, efectivamente, el arca a tiempo, y que él, su familia y una pareja de cada especie del reino animal, entraron en la embarcación y que tras subir en ella, el cielo se rompió en una violenta tormenta, enormes cataratas inundaron todo lo conocido durante cuarenta días y cuarenta noches…
2. La leyenda sobre su ubicación
Lo que cuenta la historia en torno a este mito bíblico, es que en efecto Noé logró embarcar con éxito a los animales y a su familia, cumpliendo la tarea encomendada por Dios. Entonces, al final de aquel tiempo de cuarenta días y cuarenta noches, el arca quedó encallada en el Monte Ararat. Fue allí cuando las aguas retrocedieron y Noé, para comprobar que todo había terminado, decidió enviar una paloma, dejando que ésta regresara con una hoja de olivo en su pico: al fin habían encontrado tierra firme.
También fue en ese instante cuando pudieron ver el arco iris, la señal que Dios había acordado para indicarle que todo había terminado, y que se iniciaba así un nuevo periodo de esperanza. No sabemos si realmente esa «esperanza» se abrió cubriendo el periodo en el que nos encontramos ahora, sea como sea al menos la suerte sí que pareció acompañar al bueno de Noé, porque según la biblia, murió nada más y nada menos que a los 950 años.
3. Entonces, ¿Dónde está el Arca de Noé realmente?
Llegados a este punto te preguntarás… ¿Existió de verdad el arca de Noé? Pues bien, de momento solo nos movemos en un diluvio de interesantes hipótesis: En 1916, Vladimir Rosskowizky, un explorador ruso, dijo haber visto algo en el monte Ararat: una embarcación semi-enterrada bajo el hielo. El Zar Nicolás, intrigado, envió una expedición que verificó dicho hallazgo, se extrajeron pruebas y se llegó a suponer que pertenecían de verdad a un Arca de dicho periodo. Pero lamentablemente la Revolución Soviética y el fin del régimen zarista hicieron desaparecer para siempre las pruebas obtenidas.
En 1965, otro aviador fotografió esta zona del hielo del monte Ararat, mostrando una singular huella semejante a un barco: es lo que hoy se conoce como la anomalía del Ararat y que aparece incluso en los satélites. ¿Entonces? ¿Qué pasa con ella, ha ido alguna otra expedición a recoger pruebas para dar veracidad a este hallazgo? En efecto, en 2010, unos investigadores chinos y turcos dijeron tener un trozo del navío en su poder, una sección del arca que tras la prueba del método de carbono 14, nos dice que hace 4.800 años esa madera había estado en contacto con animales. Lamentablemente, la comunidad científica valoró toda esta noticia como un «burdo montaje».
La tesis del valle de los ocho
Otra de las hipótesis sonadas sobre dónde está el Arca de Noé, es la tesis del valle de los ocho. Esta teoría que aparece reflejada en El Corán expone que la ubicación del Arca puede ser el monte Al Juri, cerca de la frontera con Irán. Se trata quizás de las hipótesis más polémicas que han aparecido sobre este tema.
Una réplica curiosa
Y si nos ponemos literales en la búsqueda de respuesta a dónde está el Arca de Noé, nos encontramos con una mítica embarcación, el Arca de Noé, con la misma imagen que ha sido reproducida hasta la actualidad. Se erige sobre el famoso monte Ararat, a unos cinco mil metros de altura. Exactamente, la hallamos en la cuádruple frontera entre Turquía, Armenia, Irán y Azerbaiyán. La imagen nos lleva directamente a pensar en que el Diluvio Universal está a punto de suceder y que deberíamos empezar a cosechar méritos para ganarnos un lugar en el Arca salvadora.
Pero la curiosidad es que no se trata de un hallazgo histórico real, sino de una perfecta réplica que fue instalada en el año 2007 por los miembros de Greenpeace. ¿El motivo? Dejar en aquel lugar tan simbólico un icono de esperanza, que nos inspire en la lucha contra el cambio climático y en la toma de conciencia sobre el cuidado al medio ambiente.
Y tú, ¿Conocías las hipótesis sobre dónde está el Arca de Noé? ¿Crees que esta historia bíblica pueda ser cierta? Déjanos todas tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos deseando leerte! Y si te interesó esté tema, no te pierdas esta recopilación de las mejores frases de La Biblia.