Las curiosidades del Antiguo Egipto nos presentan a una de las civilizaciones más extraordinarias que hayan tenido lugar sobre la faz de la tierra. Su organización social, sus creencias religiosas, sus imponentes Faraones y alucinantes pirámides dan fe de un grupo social insólitamente avanzado para la era en la que les correspondió vivir. Entre las muchas cosas que llaman la atención sobre las costumbres de este pueblo antiguo, destaca el embalsamiento egipcio. Gracias a esta peculiar técnica, aún hoy podemos acercarnos a las figuras de aquellos personajes hoy convertidos en leyenda, pudiendo avisar desde cerca su último reposo. Y es que… ¿Quién no ha escuchado hablar del épico mito de Tutankamón y de otras momias egipcias? Hoy en Supercurioso nos animamos a viajar al pasado, para contarte por qué y cómo los egipcios embalsamaban a sus muertos. ¡Acompáñanos!
La relevancia del embalsamiento en la sociedad egipcia
1. El origen del embalsamiento egipcio
La propia palabra embalsamiento, ya nos deja deducir que los bálsamos van a estar íntimamente presentes en este delicado proceso característico de la casta alta sacerdotal. Las momias egipcias, como sabemos, no pertenecen al común de la sociedad, sino a sus cumbres más elevadas. Cuando fallecía un personaje de alta cuna, toda la familia iniciaba una serie de ritos ancestrales: las mujeres desempeñaban el papel de gemidoras al igual que lo fueron Isis y Neftis en las antiguas leyendas. También se sacrificaban una serie de animales, los hijos se purificaban y, cómo no, se llamaba a los embalsamadores, un oficio reputado que se transmitía de padres a hijos.
El primer paso del embalsamiento egipcio era entregar el cadáver a la “Cabaña de Dios o la Casa de la Vitalidad”, donde los encargados de realizar el embalsamamiento debían hacerlo en presencia del gran hacedor de este proceso sagrado: Anubis, el oscuro y fascinante dios de la Ciudad de los Muertos y el encargado de guiar el espíritu de los muertos al otro mundo: la Duat.
2. ¿Cómo era el proceso del embalsamiento egipcio?
El embalsamiento egipcio era todo un ritual, en el que los pasos estaban cargados de simbología y respeto. Se empezaba perfumando al fallecido, para después realizar una incisión en el lado izquierdo del cuerpo para extraer las vísceras. Esto era indispensable para evitar la corrupción del cuerpo, es por ello que también se les extraía el cerebro mediante unas varillas especiales que introducían por la nariz, no sin antes haber introducido unos líquidos especiales mediante los cuales se hacía más sencilla esta compleja extracción.
Los encargados de extraer las vísceras de las futuras momias egipcias eran los Parachistas, indispensables en los procesos de embalsamamiento. Mientras se realizaba esta peliaguda tarea, se recitaban una serie de invocaciones a cada órgano. Así, por ejemplo, la dedicada al corazón decía lo siguiente: “¡Oh corazón mío, corazón que tengo de mi madre, corazón que necesito para mis transformaciones, no te levantes contra mí!”.
El siguiente paso en el proceso de embalsamiento egipcio era rellenar las cavidades abdominales y torácicas con aceites y resinas de mimosa y alóes, de jugos especiales, de mirra, cinamomo, ceras fundidas y especias variadas. Todo un conglomerado de exquisiteces naturales con las que eliminar cualquier impureza del cuerpo del fallecido, evitando así la descomposición del cuerpo. Tras esto, se culminaba el proceso con la introducción del natrón, una especie de carbonato, o sulfato que desecaba completamente el cadáver. A ello había que sumarle las características del propio clima egipcio, donde ese viento seco favorecía perfectamente la desecación de los cuerpos. De hecho, a veces bastaba con dejar los cuerpos un tiempo en el desierto para que este proceso se sucediera por sí solo.
En esta instancia ya el proceso estaba casi completo. Los cuerpos de las momias egipcias solo debían ser dejados en reposo durante setenta largos días, cuidadosamente envueltos en una fibra de lino. En ella, y para completar el simbolismo del embalsamamiento egipcio, se incrustaban pequeñas joyas y protectores como los escarabajos, que representaban en renacimiento a una nueva vida.
3. ¿Y qué ocurría con las vísceras y órganos?
Otra de las más interesantes curiosidades sobre las momias era lo que se hacía con lo que se desechaba del cuerpo luego de terminado el proceso de embalsamiento egipcio. Las vísceras recibían también un tratamiento especial. Eran lavadas con vino de palmera y especias, para después, depositarlas en los llamados vasos canopos, preciosos recipientes elaborados con alabastro, diorita o tierra cocida que simbolizaban a los dioses funerarios.
La vasija de Hapi, con una figura de cabeza de mono, recibía los pulmones. La vasija Amset era el recipiente en el que se depositaban la cabeza y el hígado. La vasija Duamufet, una figura con cabeza de chacal, preservaba el estómago. Y por último, la vasija Quebsenuf, con cabeza de halcón, recibía a los intestinos. Como dato curiosos del proceso de embalsamiento egipcio, te contamos que este honor no era exclusivo para los seres humanos, sino que también era habitual embalsamar a animales sagrados o protectores en la cultura, como los gatos, los toros, cocodrilos o ibis.
Y tú, ¿Conocías toda la simbología que se esconde detrás del embalsamiento egipcio? Sin duda que esta cultura está llena de detalles fascinantes, en los que bien vale la pena detenerse. Si eres de aquellos que sucumbe ante la fascinación de esta tierra remota, no te pierdas esta selección de los mejores lugares para ver en Egipto.