El ser humano, tanto en su vida en sociedad como en su condición de individuo único, está dotado de singularidades que parecen no tener fin. Basta con tener presente a las familias más raras del mundo o a las tribus con costumbres más particulares, para recordarlo. Pero más allá del ámbito cultural, hay personas que nacen con cualidades físicas bastante raras, que les valen el hecho de distinguirse entre sus contemporáneos, e incluso pasar a la historia. Es el curioso caso de Martin Laurello, el hombre que giraba la cabeza 180°. Hoy en Supercurioso te contamos su historia.
¿Quién fue Martin Laurello?
Como te comentábamos, su nombre era Martin Laurello y era alemán. Su particularidad aún hoy sigue intrigando a la comunidad científica, y es que, a pesar de disponer de vídeos y fotografías que nos demuestran la singularidad de este hombre, sigue siendo muy difícil de creer. El señor Laurello era capaz de girar su cabeza 180º. Y no, no era familia de la niña del exorcista ni estaba endemoniado. Su arte corpóreo y su excelente cervicales le valieron el poder trabajar en el circo y adquirir gran fama en las atracciones de todo Estados Unidos, allá por los inicios de los felices años 20. Acompáñanos a conocer un poco más sobre su vida.
1. La historia de su vida
Martin Laurello nació en Nuremberg, Alemania, en el año 1885. Desde muy temprano empezó a demostrar una extraña habilidad muy semejante a la de los búhos y lechuzas: girar la cabeza por completo hasta el extremo de poder verse la espalda. Práctico, ¿no es así? Quizá más que práctico era esperpéntico, tanto que no tardó en llamar la atención de una compañía circense. Esos circos ambulantes siempre estaban pendientes de lo más bizarro del ser humano.
Empezó trabajando en varias ferias de atracciones de toda Europa, en las que daría los primeros pasos en su carrera como artista de circo. Tiempo después, se sumó al staff de los famosos circos de Ringling Bros. y Barnum & Bailey´s. Serían esos los escenarios que determinarían su lanzamiento a la fama, catapultándolo como una enorme atracción en sí mismo. Una vez que se hizo popular, se convirtió en un miembro indispensable de los mejores espectáculos de América. Todos deseaban tener bajo sus carpas al impactante Martin Laurello, quien era capaz de desafiar a la muerte siempre que deseaba.
2. ¿Cómo lograba girar así su cuello?
Para entender las dimensiones de la extrañeza de Martin Laurello, es necesario que comprendamos las implicaciones de sus movimientos. De hecho, si tratásemos de imitarlo lo más probable es que acabásemos dañados por una estrangulación o luxación de las vértebras del cuello, lo que derivaría de inmediato en un daño irreparable en la médula espinal, con la consecuente parálisis corporal o incluso la muerte. No vale la pena ni intentarlo. Girar la cabeza 180º no es de este mundo. Y sin embargo, Martin Laurello lo hacía. Y lo hacía con total naturalidad, llegando al tranquilo extremo de apoyar el mentón de la barbilla en su espalda, y andar hacia delante mientras miraba hacia atrás… Realmente terrorífico. Pero aún hay más, lo creas o no, este hombre también podía girar su cintura y el pie derecho 180 grados. Pero… ¿Cómo?
La verdad es que al día de hoy seguimos sin saberlo, seguimos sin disponer de datos claros de este fantástico fenómeno humano. A diferencia del hombre elefante, por ejemplo, del que se tienen no sólo infinidad de informes incluso su esqueleto, de Martin Laurello no tenemos ningún dato médico que nos aporte luz. Únicamente contamos con una breve reseña de un médico estadounidense, el Profesor Nasher, quien escribió esta crónica pequeñísima en la edición dominical del “New York American”: “Es una notable hazaña acrobática o contorsionista. Notable por su novedad como por el persistente entrenamiento necesario para lograrla.»
Es decir, este médico hablaba únicamente de entrenamiento, pero en realidad no era así. Porque Laurello nació con esta habilidad y seguramente su cuerpo disponía de algún defecto – o incluso virtud – anatómico que le permitía ejecutar tales proezas. De hecho, según él mismo explicaba, cuando giraba su cabeza todo el aire se le cortaba, en otras palabras: no podía respirar. Así que algo ocurría claramente en su constitución física y anatómica. Recordemos que también giraba todo su cuerpo y su pie derecho… ¿Cómo? Simplemente lo hacía y era algo tan natural que ni se preocupó nunca en buscarle explicación. Laurello era el hombre de la «cabeza giratoria» y así era como se ganaba la vida. Así nació y vivió hasta el último día de su vida.
Quienes se dedicaron a estudiar la vida de este artista circense, defienden que la rotación de cabeza fue una técnica que Laurello practicó durante al menos tres años, para lograr aquel perfecto giro de 180°. También se cree que tuvo que dislocarse varias vértebras, y que el proceso le habría sido facilitado por haber nacido con la columna ligeramente desviada.
3. La vida personal de Martin Laurello
Es curioso en el estudio de la vida de Martin Laurello el hecho de que, aunque su carrera como artista de circo despuntó en Estados Unidos, pareció nunca adaptarse del todo bien a la sociedad de este país. Llegó a Norteamérica en el año 1921, en compañía de un grupo de personas también con rarezas biológicas, provenientes de Europa. Algunos lo identificaban como un «nazi», al que «no le gustaba la bandera norteamericana». Teniendo en cuenta la obsesión de los nazi con una raza aria, de características físicas perfectas, el hecho de que Laurello se identificara con estos ideales resulta, cuando menos, contradictorio.
Se sabe además que estuvo casado en dos ocasiones. Con su primera esposa tuvo un hijo, y de su segunda unión nacieron dos hijos. Llama la atención que esta segunda esposa introdujo una demanda contra él por abandono del hogar y de los hijos. La policía llegó a buscarlo justo cuando se encontraba en un espectáculo repleto de personas. La anécdota cuenta que el artista fue encontrado de pie en una plataforma con la espalda y el rostro mirando hacia la multitud.
Y tú, ¿Conocías la curiosa historia de Martin Laurello? ¿Tienes alguna habilidad curiosa que nos quieras compartir? Déjanos todas tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos deseando leerte!