Un caso particular de humanos cuadrúpedos encontrados en una aldea remota en Turquía, cerca a la frontera con Siria, instó a la comunidad científica a formular una serie de teorías, todas ellas interesantes, entre las cuales especulaban que la familia que camina a cuatro patas era producto de una etapa retrospectiva de la evolución. Sin embargo, después de un amplio análisis se ha descartado esta posibilidad. Conoce a la familia Ulas y lo que la ciencia ha descubierto acerca su extraña condición.

Los Ulas, familia que camina a cuatro patas

La familia Ulas es numerosa, la conforman 19 hijos y los padres, de los cuales cinco de los hermanos presentan una rara condición que les ha obligado a desplazarse de una manera  parecida al gateo de los osos. Se hicieron mundialmente famosos en 2006 cuando la BBC documentó a esta familia que camina a cuatro patas. Lo hacían con tanta naturalidad que una de las teorías propuestas por los genetistas se basaba en que este inusual comportamiento correspondía a una evolución hacia atrás, llegando a mencionarse que el hallazgo era una especie de “eslabón perdido”, puesto que no era común ver algo así en humanos anatómicamente intactos.

El curioso caso de la familia que camina a cuatro patas explicado por la ciencia

Uner Tan, un biólogo evolutivo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Çukurova en Andana, Turquía, visitó en 2005 a la familia que camina a cuatro patas a fin de observar y analizar a los humanos cuadrúpedos junto con un equipo de neurólogos, fisiólogos y psicólogos, descubriendo esta rara condición descrita como “Síndrome de Uner Tan” (UTS). Los individuos identificados con el “Síndrome de Uner Tan” exhiben características parecidas a las de nuestros antepasados primates en el andar, por cuestiones adaptativas, y no debido a una etapa retrospectiva de la evolución como fue propuesto inicialmente.

De hecho, según comparten los padres, Resit y Hatice, cuando los cinco hermanos eran bebés, gateaban con normalidad, es decir, apoyándose de las rodillas y de las manos. Pero a medida que fueron creciendo, al intentar levantarse perdían el equilibrio y se caían. Les era realmente difícil mantenerse en dos pies, por tanto, para compensar la incapacidad, comenzaron a movilizarse con las piernas estiradas y las palmas de las manos sobre el suelo.

Los especialistas explicaron que la razón detrás de esta discapacidad física poco frecuente se trata de una anormalidad genética. No obstante, el diagnóstico de tres de los hermanos fue la “ataxia cerebelosa”, un defecto congénito caracterizado por la falta de equilibrio y coordinación que dificulta el desplazamiento con el apoyo de las piernas. Además quienes lo padecen muestran un lenguaje reducido, grave retraso mental y una postura encorvada inclusive estando sentados.

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