Las mayoría de religiones y mitologías que nos llegan de la antigüedad tienen un elemento en común: la existencia de un inframundo. Este puede ser terrible y gobernado por un ser maligno como el infierno cristiano o simplemente el lugar al que van a parar las almas de los muertos y que queda dividido en secciones para acogerlas, según haya sido su comportamiento en vida. La mitología de los pueblos del norte también tiene ese mundo al que llama Helheim, el inframundo de la mitología nórdica. Acompáñanos a conocerlo.
Qué pueda haber tras la muerte, si es que hay algo, es una de las principales cuestiones que la humanidad se ha planteado. En Supercurioso nos acercamos hace un tiempo a la experiencia del joven Ben Breedlove al que el corazón se le paró 3 veces antes de morir y que puedes leer en el post: ¿Cómo es el más allá? Ben Breedlove lo describe y también a los testimonios que recogió la Dra. Kübler-Ross. Los mitos que nos llegan sobre Helheim no son más que un intento de responder a esa pregunta que nos inquieta a la mayoría de nosotros.
Helheim, el infierno de la mitología nórdica
La mitología nórdica hace que existan nueve mundos que están distribuidos en el árbol llamado Yggdrasil. Estos mundos son Asgard, Midgard, Helheim, Niflheim, Muspellheim, Svartalfheim, Alfheim, Vanaheim y Jötunheim. En ellos habitan diferentes seres como los humanos, los dioses, los elfos, los gigantes de dos tipos o los vanir. Helheim es la tierra que ocupan los muertos y se encuentra en una de las tres raíces que tiene Yggdrasil. Forma parte de Niflheim, el mundo de las tinieblas, pero es diferente de él. Además de Helheim es también conocido simplemente como Hel.
Como en todos los inframundos hay un ser que los gobierna con mano dura. En este caso es una divinidad femenina que se llama Hela y es la diosa de la muerte. Es hija de Loki y de la giganta Angrboda y en algunos mitos se la describe como mitad humana y mitad esqueleto. Odín la hizo gobernadora de Helheim, uno de los nueve mundos. En él encuentran alojamiento los difuntos y la diosa tiene una gran vivienda con enormes muros y puertas. En el interior de la casa hay un gran salón y Hela es servida por un criado y un esclavo.
A Helheim van a parar aquellos que han fallecido por enfermedad o vejez y no es posible escapar ya que está rodeado por Gjöll, un río infranqueable. En algunos mitos, a Hel van a parar los «seres malvados», pero en la mayoría es un lugar común para los difuntos que no van al Valhalla. Los culpables de asesinato, adulterio y los traidores que rompen sus juramentos, los peores crímenes para los antiguos nórdicos, irían a parar a otra zona de Niflheim en la que vive un dragón llamado Níðhöggr que masticará sus cadáveres por toda la eternidad.
La entrada de Helheim está protegida por un perro llamado Garm que se asemeja mucho al Cancerbero que protege la entrada del inframundo griego. Es un perro con el pecho manchado de sangre que tendrá un papel muy importante cuando llegue el Ragnarock ya que se enfrentará a Týr que es el dios de los duelos y la gloria de los héroes.
Para llegar al Helheim, según las Eddas, un «no muerto» tardará nueve días a caballo a través de profundos y oscuros valles y cañadas. Deberá, además, cruzar un puente cubierto de oro sobre el rí Gjöll que también están obligados a pasar los difuntos. Para cruzarlo tendrá que responder a las cuestiones que le hará Móðguð la guardiana del puente. Estas preguntas serán sobre su nombre y el clan al que pertenece. Una vez cruzado, deberá seguir «hacia abajo y hacia el norte» y en esa dirección encontrará el camino que lleva a Helheim. Al entrar en Helheim, según algunos mitos, se ven dos ejércitos que se enfrentan eternamente. Están formados por dos grupos de combatientes que murieron de forma deshonrosa y en esa lucha sin fin purgan por toda la eternidad su pecado.
Uno de los sucesos que señalarán el inicio del Ragnarock es la aparición de tres gallos. Uno de ellos, de color rojo intenso, procederá de Helheim. En muchos sentidos Hel es parecido al inframundo griego o al de otras culturas, no es un lugar al que van a parar únicamente los «malvados», sino que en él tienen cabida las almas de los difuntos que no han fallecido de forma honorable en combate. Según haya sido tu comportamiento irás a parar a un lugar u otro dentro de Helheim. ¿Conocías el inframundo nórdico? ¿Tienes más datos sobre él? ¡Compártelo con nosotros! Si quieres conocer otras historias curiosos de la mitología nórdica, te invitamos a leer: