Pocos personajes han protagonizado el interés de los investigadores de forma tan absoluta, como el Faraón Egipcio Tutankamón. Con un reinado breve, que no alcanzó siquiera la década, se convirtió en una figura polémica. Se enfrentó a un escenario convulso, en el que intentó retornar a la gloria de los antiguos dioses, luego de que su padre y predecesor, el Faraón Akenatón, intentara establecer un sistema de religión monoteísta. Son muchos los enigmas que se tejen en torno a la vida de esta figura. Desde los misterios sobre su muerte hasta si Tutankamón tuvo hijos, han sido temas de estudio de los investigadores apasionados por la materia. En las siguientes líneas nos aproximaremos a la verdad sobre los hijos de Tutankamón.
Desde el descubrimiento de la tumba del Faraón, hecha en el año 1922 por el arqueólogo inglés Howard Carter, han sido muchos los hallazgos nuevos que se han alcanzado. El último Faraón de sangre real de la XVIII Dinastía egipcia, empezó su mandato apenas a los nueve años, y murió una década después. El Faraón niño tuvo un matrimonio marcado por el incesto, que practicaron varios miembros de la realeza de la época, y que se cree fue poco afortunado. Los hijos de Tutankamón fueron engendrados, sin llegar a ver jamás la luz del día. Acompáñanos en Supercurioso a develar todos los misterios sobre la descendencia de Tutankamón.
El misterio de los hijos de Tutankamón
El personaje de Tutankamón ha sido objeto de numerosas polémicas a lo largo de los siglos. Su ascenso al poder, siendo aún muy pequeño, lo enfrentó al reto de cargar sobre sus hombros la responsabilidad de conducir un Egipto marcado por las dificultades. Si bien la historia ha insistido con presentar al Faraón como una figura sólida, robusta y poderosa, la realidad de los estudios recientes puede sugerir lo contrario. La exploración a su tumba no sólo visibilizó ante el mundo los preciosos objetos reales que en ella se guardaban, sino el cuerpo momificado del personaje, que luego fue sometido a numerosas pruebas genéticas.
Estas arrojaron como resultado el hecho de que Tutankamón era un joven de salud delicada y deformaciones, que pudieron llevarle a una muerte temprana. Achacoso, enfermizo, con una grave debilidad ósea y la enfermedad de la malaria como posible causa de su muerte, el Faraón parecía ser un joven frágil. Entre las conjeturas al respecto, se habla del hecho de que su madre era también su hermana, y esto pudo influir en el equilibrio y salud de su organismo. En efecto, en el Antiguo Egipto el incesto no era cosa del todo extraña, y sus perjuicios no eran tenidos en cuenta. Se cree que los hijos de Tutankamón padecieron en carne propia las consecuencias de estas prácticas, hoy tan cuestionables.
Los hallazgos en la tumba del Faraón fueron amplios y sorprendentes. Además del increíble sarcófago que contenía su cuerpo, se encontraron las momias de sus padres, que eran también hermanos. Esto marcaba un lazo de sangre del que podían generarse las más variadas complicaciones genéticas. Luego, Tutankamón se casó con Anjesenamón, su media hermana, y quien se convirtió entonces en la Gran Esposa Real. Se cree que con ella fueron engendrados los hijos de Tutankamón, y que ninguno de ellos alcanzó la vida adulta.
¿Qué ocurrió con la descendencia de Tutankamón?
En las diferentes etapas de exploración de la tumba de Tutankamón, se llegó a un descubrimiento asombroso: en un cajón de madera sin adornos, del que se había arrancado la figura de un escarabajo, encontraron dos pequeños ataúdes antropoides, delicadamente decorados, colocados uno al lado del otro. Dentro, como si de muñecas rusas se tratase, habían otros pequeños ataúdes, hasta llegar finalmente a las momias de dos fetos de avanzado tiempo de gestación. Para los expertos, esta podía ser la confirmación de que, en efecto, Tutankamón tuvo hijos. En el año 2008 se iniciaron los análisis de ADN de las dos pequeñas momias.
Los cuerpos fueron sometidos a pruebas especializadas, llegando a la confirmación de que al menos uno de ellos era efectivamente, un descendiente de Tutankamón. Tras ese resultado afirmativo, la comunidad científica pasó a creer que ambas momias correspondieron a los cuerpos de hijos engendrados por el Faraón. Los fetos correspondían a dos pequeñas niñas. A partir del hallazgo, se formuló la teoría de que los hijos de Tutankamón podían haber sido dos pequeñas gemelas.
¿Fueron gemelas las hijas de Tutankamón?
A partir del estudio de los dos cuerpos, se hizo popular en el mundo de la investigación, la teoría de las hijas gemelas de Tutankamón. Sin embargo, con el tiempo esta idea fue descartada, pues el tamaño y tratamiento de los fetos, parecen sugerir embarazos distintos. La más pequeña de las momias se atribuye a un feto con una gestación de poco más de cinco meses, ya que mide menos de treinta centímetros. El segundo cuerpo corresponde a una niña que nació sobre los siete meses de embarazo, pero que debió fallecer al nacer o nació muerta. Su cuerpo medía poco más de treinta y ocho centímetros.
Las pruebas genéticas hechas a los hijos de Tutankamón, concluyen que la madre fue su esposa, la Reina Anjesenamón. Sobre la posibilidad de si Tutankamón tuvo hijos con otras mujeres, no existen registros históricos ni científicos. Era usual en el Antiguo Egipto que los Faraones tuviesen segundas o terceras esposas, pero quizás la juventud del llamado Faraón niño y su muerte prematura, no le permitió llegar a concebir hijos con otras mujeres. De igual forma, en caso de haberlos tenido, al no proceder de sangre real, no habrían tenido la posibilidad de sucederle en el trono.
El hecho fue que la única referencia sobre los hijos de Tutankamón son esas momias, correspondientes a dos pequeñas niñas. El hecho de no tener descendencia que tomara el poder después de su muerte, marcó el fin de la Dinastía XVIII y el inicio de la Dinastía XIX. El visir Ay se casó con la esposa de Tutankamón y tomó el poder del Antiguo Egipto. El llamado Faraón niño es sin duda uno de los más enigmáticos e interesantes personajes que definen la cultura, el poder y los misterios del exuberante Egipto.