El grito es quizá uno de los cuadros más famosos de la historia. Aunque no sepas su nombre, ni quién lo hizo o de qué año sea, te aseguramos que al menos una vez en tu vida lo has visto. La historia de El grito de Munch es algo desconocida, por eso en Supercurioso te contaremos todo lo que debes saber sobre la historia de la pintura «El grito».
Probablemente te hayas preguntado ¿a qué se deba su fama? o ¿por qué es uno de los cuadros más reproducidos en el arte? Así que nos pondremos en la tarea de develar cada uno de sus secretos. ¡Estamos convencidos que todos deberían conocer su historia!
La verdadera historia de El grito de Edvard Munch
Debemos aclarar que al hablar de El grito no nos referimos a un solo cuadro. Sí, El Grito no es un cuadro sino una serie de cuadros En concreto 4 pinturas, todas ellas realizadas entre 1892 y 1910 por el artista noruego Edvard Munch. Con este cuadro, Munch logró marcar un antecedente de lo que posteriormente se conocería como la corriente expresionista alemana.
Como muchas curiosidades de cuadros famosos, El grito es reconocido en la historia del arte por su influencia en lo que es el arte pop. Al punto de no solo haberse convertido en una de las obras de arte más famosas y mejor valoradas de todos los tiempos, sino también de aparecer en distintas películas, caricaturas, portadas… y todo tipo de espacios donde pudiera ser observada, ya fuera como una referencia o como una copia fiel de la original. Así pues, parece incuestionable que la historia de El grito de Munch ayudó a posicionar esta pintura como un ícono cultural.
¿Por qué Edvard Munch pintó «El grito»?
Si algo transmite El Grito de Munch es angustia, terror y pavor. Se percibe en el rostro del personaje principal, los colores aunque cálidos son melancólicos y las pinceladas terminan por complementar una escena caóticamente bella. Edvard Munch reflejó en este cuadro la infancia trágica y dolorosa que tuvo; su hermana y su madre murieron de tuberculosis cuando él era tan solo un niño. Su única familia fue su padre, un hombre severo y obsesionado con la religión. Este cuadro familiar resulta esclarecedor si vemos la ansiedad y la melancolía de la existencia del hombre moderno que se ve retratado en El Grito.
Observar la obra es muchas veces observarse a uno mismo, quizá no como somos en el exterior; pero sí muchas veces como somos por dentro. En medio de esa angustia existencial, esa misma que sigue al hombre contemporáneo (a nosotros) en nuestra desesperanza diaria. La verdadera historia de El grito de Munch es lo que la ha vuelto una de las obras más famosas del arte.
¿Quién grita en El Grito?
La respuesta es simple: nadie. Durante muchos años se especuló respecto a quién grita en El Grito de Munch, y se llegó a pensar, incluso, que este retrato era, en realidad, una especie de autorretrato expresionista. ¡La verdad fue descubierta a más de 100 años de su realización! cuando el Museo Británico descubrió, mientras preparaba una exposición del pintor, la siguiente inscripción en uno de los cuadros del pintor: «Sentí el gran grito en toda la naturaleza» inscripción que le bastó a los especialistas para dar por terminada una larga controversia.
De esta manera, la obra de arte más famosa de Munch representa a una persona que escucha un grito, y no, como muchas personas continúan asumiendo y debatiendo, un grito de la persona. Esto sin duda alguna, le dio un vuelco a la interpretación de la obra más importante de Edvard Munch.
Algunas curiosidades de El grito que debes conocer
Para conocer la historia de El grito de Munch, debemos conocer primero al propio Edvard Munch. Este gran pintor buscó siempre la libertad, a los 21 años se acerca a los círculos bohemios de Oslo, con ideas avanzadas en cuanto a la liberalidad sexual y artística. Inició sus estudios en ingeniería para abandonarlos por la pintura y conocer la obra de Van Gogh, Toulouse Lautrec, Gauguin. Tuvo muchas etapas artísticas, pasó por el naturalismo, luego el simbolismo y finalmente su propio estilo: el expresionismo.
1. Un momento de revelación divina
En 1891, Munch escribió: «Iba por la calle con dos amigos cuando el sol se puso. De repente, el cielo se tornó rojo sangre y percibí un estremecimiento de tristeza. Un dolor desgarrador en el pecho, lenguas de fuego como sangre cubrían el fiordo negro y azulado y la ciudad. Mis amigos siguieron andando y yo me quedé allí, temblando de miedo. Y oí que un grito interminable atravesaba la naturaleza«.
Una descripción detallada de lo que sería su cuadro: un hombre solo, tiritando de miedo, los amigos a lo lejos, o simplemente otras personas que pasaban, un cielo enrojecido, un grito, el gran grito de la naturaleza, interminable, un rugido feroz que no cesaba ni cesaría.
2. El grito y la bipolaridad de Munch
Algunos investigadores han propuesto que la verdadera historia de El grito de Munch radica en una enfermedad que sufrió afectiva y bipolar. Son sus propias descripciones sobre sus alucinaciones las que alimentan esta teoría, la misma productividad que emana en El grito.
3. ¿El grito es una momia?
Hay quienes aseguran que la representación del personaje principal (aquella figura andrógina) es realmente la representación de una momia peruana que Munch vio. sobre ello escribe «La historia se olvida y la sociedad humana es impotente ante la violente embestida de la naturaleza y del destino».
4. Arte demente
Cuando fue expuesto por primera vez en 1893, formando parte de un conjunto de 6 piezas titulado Amor, no tuvo buena acogida. La crítica lo destruyó y tiempo después los nazis lo tacharon de «Arte demente». Con la llegada del régimen nazi, sus obras fueron retiradas de Alemania.
5. Andy Warhol, un gran fan
De las muchas curiosidades de Andy Warhol encontramos una que no se nos puede escapar para contar la historia de la pintura. El grito fue alabado por Warhol que creó varias versiones de él. Después de la II Guerra Mundial, El grito de convirtió en todo un ícono. La revista Times la eligió como portada en 1961.
6. El robo de El grito de Munch
Como muchas obras de arte famosas, El grito fue víctima de robo. En 1994 una banda de ladrones robaron una de las versiones a plena luz del día en la Galería Nacional, uno de los museos más interesantes de Oslo, dejando una nota que decía: «Gracias por la falta de seguridad». Todos pusieron un grito en el cielo, meses después esta obra fue recuperada. Como ves la historia de El grito de Munch tiene giros impredecibles.
Lo cautivador de El grito
«Yo pinto las líneas y colores que impresionan mi retina. Pinto de memoria sin agregar nada, sin los detalles que ya no veo enfrente de mí. Esta es la razón de la simplicidad de mis obras, su obvio vacío» Así es como Munch explicaba cómo concebía su arte, allí vemos reflejada la historia de la pintura El grito.
¿Por qué nos gusta lo que nos gusta? ¿Acaso tenemos respuesta para ello? ¿Tendremos alguna definición de gusto que se adapte a todo lo que nos agrada? Quizá nos gusta porque se parece a nosotros mismos. Porque todos, en algún momento de la vida, escuchamos aquel grito, o acaso, porque a veces nos sentimos a nosotros mismos gritar desde adentro, y suponemos que somos como aquel que parece gritar.
¿Podríamos explicar algo más allá de eso? No siempre se puede aspirar a explicar el arte, a veces, simplemente, tenemos que lanzar algunos datos curiosos sobre grandes obras y dejar que el espectador haga su propia imagen.
Esperamos que hayas disfrutando conociendo la historia de la pintura El grito. ¿Qué es lo que más te gusta de El grito? ¡Cuéntanos, te leemos!