Johann Sebastian Bach hacía alarde sobre cuán fácil es tocar un instrumento musical, agregaba, “todo lo que tienes que hacer es tocar la tecla correcta en el momento adecuado y el instrumento suena”. Lo hace parecer tan sencillo, pues Sebastian Bach era compositor, organista, clavecinista, violinista, kantor alemán y maestro de capilla. Palabras más, palabras menos, un virtuoso de la música. Pero manipular cualquier instrumento con destreza y belleza, toma años y largas horas de práctica. Así que, si te has despertado con las ganas de iniciarte en la música sin ser un Johann Sebastian Bach, ¿por qué no empezar con los instrumentos musicales más fáciles de aprender a tocar? En este post te recomendamos algunos de ellos, unos son raros y otros más comunes, con los que puedes practicar en casa con la ayuda de un tutorial.

Los instrumentos musicales más fáciles

1. Glockenspiel

Pronunciar el nombre de este instrumento es más difícil que tocarlo, te lo aseguramos. Del alemán glocken, «campanas», y Spiel, «tañido», es una versión portátil del xilófono. Se compone de láminas de metal, percutidas con baquetas de madera, plástico o metal. Emite un sonido vibrante y claro, con una extensión sonora variable, que va de dos octavas y media, a tres octavas en adelante.

Lo que más nos encanta de este instrumento es su versatilidad, pues ha sido incluido en géneros como el rock, pop, música clásica, entre otros. ¿Quieres escuchar cómo suena? ¡Es pura magia!

2. Ukelele

El ukelele tiene algo encantador, que es que apenas comienza a sonar, la atmósfera se vuelve más alegre y ligera. Como si viajáramos con cada nota a un lugar tan feliz como lo sería una playa hawaiana.  Más allá de esto, una de las razones por la que este instrumento se ha vuelto tan popular se debe a que su grado de complejidad es menor con respecto a otros instrumentos de cuerda.

Lo primero que tienes que saber, existen varios tipos de ukeleles:

El ukelele tamaño sorprano, el más pequeño, también el más usado en el mundo. Suele ser el ukelele más económico y su sonido el más agudo. Mientras que los tenores y barítonos son de mayor tamaño y con un amplio rango de notas.

TOP 4: Los instrumentos musicales más fáciles de aprender a tocar

Un dato básico para seleccionar cuál es el ukelele adecuado para ti, es fijarte en el tamaño de tus manos. Si son muy grandes, elige uno con una dimensión proporcional a ellas (tenor o barítono). Aunque es igualmente importante fijarse en el sonido que buscas al momento de elegir tu instrumento, por ejemplo, si prefieres que emita tonos agudos o si te gustan los tonos más amplios y llenos.

Otro consejo, comienza practicando con el acorde C, que es el menos complicado de todos. Solo debes colocar un solo dedo en una cuerda ¡y a tocar!

3. Cajón

Este instrumento puede parecer tan solo una caja a simple vista, pero no lo subestimes por su apariencia, en el año 2001 el cajón fue reconocido en el Perú como Patrimonio Cultural de la Nación. Una vez que escuches su sonido expresivo y rico, entenderás la razón.

Este instrumento típico de Perú se ha popularizado en todo el mundo gracias al flamenco, el jazz y la música caribeña. Es uno de los instrumentos musicales más fáciles de aprender a tocar porque para hacerlo sonar, lo esencial es divertirse golpeando los lados de la caja manteniendo el ritmo con la palma de las manos.

4. Tambor snare

Todo instrumento, por sencilla que sea su ejecución, cuenta con cierto nivel de complejidad. Pero la simpleza del tambor snare, el favorito de bandas y orquestas alrededor del mundo, lo vuelve especialmente atractivo para mejorar la coordinación por si lo que quieres realmente es aprender a tocar un instrumento más técnico como la batería.

Se toca con unas vaquetas de madera, preferiblemente ligeras para llevar el ritmo cómodamente. Se recomienda realizar ejercicios como paradiddles y flams, comenzando lentamente hasta incrementar la velocidad. ¡Inténtalo!

¿Te animas a aprender a tocar uno de los instrumentos musicales más fáciles? ¿Cuál te gustaría probar? Lo vital es no caer en frustraciones, recuerda que la práctica hace al maestro. Déjate llevar y diviértete en el proceso.