El país del sol naciente es uno de los más interesantes y variopintos que hay sobre la faz de la tierra. Basta con recordar su poderosa historia, su exquisita gastronomía, sus templos y construcciones ancestrales, o darnos un paseo por la belleza de las leyendas japonesas para comprobarlo. Y es que cuando nos adentramos en la idiosincrasia del Japón, hallamos cultura, tecnología, tradición y romance, pero también horror. Prueba de ello son las aterradoras historias de los Bakeneko, los temibles gatos, o de Yuky-Onna la mujer de hielo. Hoy en Supercurioso hemos querido adentrarnos aún más en esos mitos de miedo, y en esta ocasión te presentamos la leyenda de los Jubokko, los árboles bebedores de sangre. ¿Nos acompañas?

1.¿Qué son los Yokai?

Jubokko

Antes de empezar a hablar sobre el aterrador Jubokko o árbol vampiro japonés, se hace necesario que comprendamos su origen. Estos peculiares árboles se enmarcan en una categoría mucho mayor: Los Yokai. Estos se definen como seres fantásticos del folklore japonés, que constituyen una mezcla de demonio y de espíritu. Pero no se parecen a los fantasmas o los diablos a los que la cultura occidental nos ha familiarizado, sino que tienen una diversidad muy superior. Los Yokai son capaces de materializarse en el mundo real, e incluso pueden intervenir en los asuntos de los hombres, sin que éstos puedan darse cuenta de su presencia. Malignos por naturaleza, estas criaturas se encargan de ejecutar maldiciones, castigos, venganzas o ajustes de cuentas entre el mundo de los vivos y de los muertos. En todo caso, sus intenciones son siempre malignas.

Lo más interesante en relación con el estudio de los Yokai es la multitud de formas en que pueden presentarse estos seres de ultratumba. Un Yokai bien puede ser una criatura humanoide de un solo ojo, una mujer de larguísimo cuello, una fea araña con torno femenino, un gato aparentemente inofensivo, pero que tiene dos colas, un zorro con alas, un monje sin rostro, una cabeza reptante o un árbol… un hermoso y aparentemente inofensivo árbol, que termina por devorar la sangre de sus víctimas. Se trata de los Jubokko. Veamos qué son.

2. Los Jubokko, los árboles bebedores de sangre

árboles bebedores de sangreEn muchas culturas y religiones existen árboles a los que se les atribuyen poderes especiales, pero generalmente el carácter de éstos es positivo. Los Jubokko son terroríficos y son un ejemplo de vampirismo legendario en el mundo vegetal. No te asustes si en Japón te previenen contra los árboles y te avisan diciendo que no te acerques mucho a ellos. Y es que, según el folclore japonés, cualquier árbol podría ser un Jubokko.

La leyenda dice que el Jubokko era en su origen un árbol normal y corriente, que nacía, crecía y se desarrollaba siguiendo las leyes de la naturaleza, hasta que un suceso terrible ocurría junto a él y lo convertía en un monstruo sediento de sangre. Si por alguna trágica circunstancia como una guerra, una masacre, asesinatos en masa, o demás hechos funestos, la tierra donde crecía se empapaba de sangre humana y el árbol la absorbía a través de sus raíces, se producía la transformación. El árbol se convertía en un Jubokko, un adicto a la sangre, que únicamente de ella obtenía el sustento que necesitaba.

Como cualquier árbol puede ser un Jubokko, hay que estar prevenido, ya que desde lejos su apariencia es similar a la de cualquier otro. Sin embargo, la leyenda avisa que hay unos rasgos distintivos que pueden ayudarte a distinguir al vampiro vegetal: en primer lugar, sus ramas parecen brazos y garras capaces de asir objetos y, en segundo, en la base del árbol pueden notarse extrañas formaciones que no son otra cosa que los restos humanos que se han ido acumulando. Si ves algo así, lo mejor es salir corriendo, podría tratarse de un Jubokko y tú ser su próxima víctima.

¿Cómo capturan los Jubokko a sus víctimas?

Leyendas sobre animales vampiros reales hay muchas en diferentes culturas, pero sin duda que los vampiros vegetales son mucho más raros. ¿Te imaginas estar caminando tranquilamente por un denso bosque japonés, y que de repente un árbol te sorprenda por la espalda y te aniquile con sus ramas? Pues el Jubokko, con su aspecto inocente, espera que cualquier humano confiado pase bajo su copa y, cuando está lo suficientemente cerca, lo apresa con sus ramas. Estas son como largos dedos que agarran al desprevenido y lo elevan hacia la parte superior del árbol, donde perforan la piel de las víctimas y aspiran toda la sangre de su cuerpo. Una vez exanguinado, los sueltan y en la base, insectos, aves y otros tipos de animales acaban con los restos. Los huesos quedan amontonados en la tierra cercana, pero si no estás alerta, para cuando los veas, ya no podrás escapar.

Dice la leyenda que el Jubokko se mantiene siempre vivo y frondoso gracias a la sangre humana y si se corta uno de ellos, en vez de savia, brotan gotas de sangre. La parte positiva de la historia es que si alguien consigue cortar una rama de Jubokko, esta tiene poderes curativos. Incluso, se cree que existe todo un mercado turbio en relación con esto. Si le ofreces una rama de este árbol a un médico tradicional japonés, se cree que te la pagará muy bien y sin hacer preguntas sobre cómo la has logrado obtener.

En todo caso, el universo de los Yokai, incluidos estos espectrales árboles vampiros, se ha hecho popular en el mundo entero gracias a los cómics manga, series anime y videojuegos, que han ido ganando adeptos en todos los confines de la tierra. Y tú, ¿Conocías esta leyenda sobre los Jubokko y su aterrador poder de capturar incautos y extraerles la sangre? ¿Te animarías a caminar tranquilo por los bosques de Japón? ¿O preferirías evitar un posible encuentro con uno de estos Yokai? Y si quieres seguir navegando en el acervo cultural japonés, y cosechar unos cuantos gritos de terror, quizás te interese conocer la historia de Hachishakusama, la espectral mujer de ocho pies.