Nos encontramos ante una de las relaciones más enigmáticas dentro de la historia: estamos hablando de Julio César y Cleopatra, una unión que hizo temblar la estabilidad tanto de Roma como de Egipto. Ella fue la última de los faraones egipcios helenísticos, mientras que él dio fin con la República romana. Fueron muchos los que se opusieron a ellos y hay un sinfín de piezas que no terminan de completar el rompecabezas de todo lo que pasó. ¿Era una relación resultado de un amor genuino o una estrategia por parte de ambos para colocarse en la cima del poder? En Supercurioso ya hemos dedicado entradas a desvelar quién fue Cleopatra y quién fue Julio César, pero en esta ocasión queremos profundizar en la polémica relación que se estableció entre Julio César y Cleopatra. ¡Acompáñanos!

La Verdadera Historia de la relación entre Julio César y Cleopatra

1. La reina y el rey sobre el tablero

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Es importante destacar que antes de que estos dos grandes personajes se conocieran, cada uno por su parte estaba pasando por un momento crítico en su posición política. Por un lado, Cleopatra había sido exiliada de su reino. Después de la muerte de su padre, heredó el trono junto a su hermano Ptolomeo XIII; pero las diferencia entre ambos y la competencia por el poder desataron una guerra civil. Ella se vio forzada a irse al desierto y desde allí planear la manera más eficaz de conseguir aliados para ser la única faraona.

Cleopatra era descendiente de los griegos, que junto con Alejandro Magno habían conquistado Egipto, aunque el pueblo los veía como invasores extranjeros. A diferencia de otros gobernantes, ella aprendió el idioma egipcio y al menos otros cinco más. A su vez, poseía conocimientos de matemáticas, astronomía, historia, medicina, entre otros campos. Además, tenía un rostro y figura espectaculares (para ahondar más al respecto, puedes consultar nuestro artículo sobre: La belleza de Cleopatra). Todos estos atributos hicieron de ella una mujer imponente, con una personalidad arrebatadora y, por qué no decirlo, también un tanto arrogante.

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Por otro lado, Julio César le llevaba alrededor de treinta años por delante, él había pasado su vida tratando de llegar al poder de Roma, escaló poco a poco cargos honorables en el gobierno, en un principio gracias a contactos familiares. También llegó a ser exiliado de su tierra por Sila. Él es recordado por ser uno de los conquistadores militares más sagaces, con astutos movimientos políticos para colocarse en el poder, así como realizar grandes espectáculos conmemorativos para su pueblo. A lo que se agregaría su gran atractivo físico.

Los cargos que había desempeñado, así como las frases de Julio César, advertían en él un tinte violento y tirano. Así que sus opositores no dudaron en hacerlo a un lado. Como respuesta, Julio César les declaró la guerra para obtener el poder supremo en Roma. En medio de esto, él no se aventuró a entrometerse en la política de Egipto en vano, pues fue a esta tierra en busca de Pompeyo, su gran enemigo.

2. ¿Romance tórrido o estrategia política?

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En un principio al encontrar que Pompeyo ya estaba muerto, las intenciones Julio César eran que los hermanos Cleopatra y Ptolomeo XIII se reconciliaran. Sin embargo, al conocer a la enigmática faraona en persona las cosas cambiarían por completo. Existe el mito de que ella fue a buscarlo en el mismo palacio regido por su hermano, entró desnuda y envuelta en una alfombra para ocultarse de sus enemigos y una vez en su habitación encandilar al militar romano.

Lo que sí es cierto es que Julio César y Cleopatra eran amantes, pues él estaba casado. El romano le ayudó a vencer a su hermano Ptolomeo XIII y a su hermana Arsínoe (consulta Cleopatra y Arsínoe: hermanas y rivales) para tomar el trono de Egipto. A su vez concibieron un hijo llamado Faraón César o Cesarión, al cual el militar jamás reconoció en público, pero la faraona no reparaba en aclarar que él era el padre. En su lugar, Julio César reconoció como heredero a su sobrino nieto Cayo Octavio, luego Augusto. Se dice que el conquistador romano tampoco confiaba en ella, pues la veía como una amenaza.

Por tradición y acuerdo político Cleopatra estaba casada oficialmente con su hermano menor Ptolomeo XIV. Estos dos fueron bien recibidos por Julio César, en su dictadura, como amigos y aliados de su pueblo. Asimismo, los rumores de la relación entre Julio César y Cleopatra eran fuertes, entre la mayoría de los romanos había un rechazo a la faraona egipcia. A su vez el intentó de edificar un templo al dios egipcio Isis en tierra romana por parte de Julio César es una moneda de dos caras: tanto un detalle romántico, como una inclusión de aliados.

3. Cleopatra después de la muerte de Julio César

A la caída de Julio César, Cleopatra se quedó en Roma durante un tiempo esperando a que su hijo fuese reconocido como el sucesor, pero legalmente eso le correspondía a Augusto. Así que ella regresó a su Egipto, donde mandó asesinar a su hermano Ptolomeo XIV y gobernó con su hijo Cesarión. Años después Marco Antonio y Cleopatra iniciaron una apasionada relación, de la cual nacieron tres hijos (te puede interesar Los misteriosos gemelos hijos de Cleopatra), ellos dos se suicidaron casi al mismo tiempo al ser derrotados, por lo que se considera a este romano como el verdadero amor de la última faraona egipcia.

Así que después de leer toda esta trayectoria de la relación entre Julio César y Cleopatra es momento de que tú saques tus propias conjeturas y nos cuentes cuáles son. ¿Ya conocías esta parte de la historia?, ¿crees que esta pareja realmente se amaba o sólo fue una alianza política?, ¿por qué el conquistador romano prefirió reconocer a su sobrino nieto que a su propio hijo?, ¿cuál piensas que haya sido la estrategia de Cleopatra? Déjanos tus comentarios, en Supercurioso nos complace leerte.