Los animales que viven en los abismos oceánicos han estado siempre envueltos en una burbuja de misterio y leyenda. No tenemos más que recordar la figura tenebrosa de los Kraken, esos calamares gigantes que de vez en cuando, según la leyenda, extendían sus brazos hasta la superficie para zamparse algún barco y sus pescadores.

Es muy poco lo que sabemos aún de todo este ecosistema abisal donde el hombre apenas puede bajar, solo intuir sus misterios. Bajas temperaturas y una presión tan alta donde es casi imposible resistir demasiado tiempo, hacen difícil a los biólogos obtener más datos sobre ellos. Pero aún así, aún podemos dar conocimiento de algunas pocas especies, curiosísimos seres que parecen estar sacados de la turbulenta y magnifica imaginación de un auténtico Julio Verne.

La curiosa fauna de las profundidades oceánicas

La zona abisal es un área de profundidades situadas a más de 2.000 metros, y con presiones superiores a 200 atmósferas. Es un escenario donde reina la más cavernosa oscuridad, donde las temperaturas llegan a los bajo cero y donde, en algunos fondos, emergen incluso chimeneas hidrotérmicas.

¿Te gustaría conocer entonces algunos de los más impresionantes peces abisales? Coge tu equipo y disponte a contener la respiración...¡Descendemos!

1. El calamar gigante

Calamar gigante

Te hemos hablado de ellos otras veces en Supercurioso. Las famosas criaturas de «20.000 leguas de viaje submarino» no son un mito, sino que son seres magníficos capaces alcanzar dimensiones increíbles. Los calamares gigantes pueden llegar hasta los 18 o 20 metros de longitud, y pesar unas 20 toneladas. Uno de los mayores especímenes encontrados, por ejemplo, resultó ser una hembra, apareció sin vida en un playa de Nueva Zelanda en 1887, pero se han llegado a ver calamares de dimensiones un poco mayores.

2. El pez dragón

Pez dragón

Fascinante. Terrorífico. Los machos del pez dragón miden hasta 7 cm,  pero las hembras, por su parte, pueden llegar ni más ni menos que hasta los 40 centímetros. Disponen de un llamativo esqueleto de color carmesí muy poco desarrollado, mientras que el resto del cuerpo es puro cartílago. Lo más espectacular de ellos es su enorme y amenazante cabeza. 

3. Melanocetus johnsonii

Melanocetus

Sus afilados dientes recuerdan a gigantescas y coléricas pirañas, pero lo que más atrae la atención de este pez abisal es la antenita que flota sobre su cabeza.  Este cuerno sobre su nariz está lleno de bacterias bioluminiscentes. Al igual que suele ocurrir con casi todas las especies abisales, las hembras son mucho más grandes que los machos. Ellas alcanzan unos 20 centímetros, y ellos… unos 2 centímetros. Curioso ¿verdad?

4. Anoplogaster brachycera

Anoplogaster

Este pez es uno de los más escalofriantes del ecosistema marino. Dispone de unos colmillos cortos, una cabeza enorme de llamativas fauces surcadas de cavidades con bordes serrados. Un auténtico monstruo. Es de color marrón oscuro y su cuerpo termina en una cola en forma de dragón, con aletas muy simples y unos ojos muy-muy menudos. Se tratan en realidad de temibles depredadores cuyos dientes se alzan con una ingeniería perfecta: están vueltos hacia dentro, impidiendo así que la presa pueda huir.

¿Qué te parecería apadrinar a uno de estos como mascota?