Seamos o no creyentes, hay una cosa que debemos reconocer, y es que la Iglesia Católica, desde su propia fundación, se ha convertido en uno de los pilares por los que se ha regido la historia de la humanidad. Entre los episodios que dan forma a la fe cristiana, uno resulta particularmente interesante: la historia del Jardín del Edén.
Decía Ulisses S. Grant en una de las más célebres frases sobre La Biblia, que “Es el ancla mayor de nuestras libertades”. Antagónicamente, Gabriela Mistral decía que “La Biblia es para mí el libro. No veo como puede alguien vivir sin ella.” El hecho es que la mayor parte de sus planteamientos son muy difíciles, si no imposibles de comprobar, y aun así sustentan la fe de millones de personas alrededor del mundo.
En efecto, los fieles del cristianismo se pasan la vida creyendo en la existencia de ese paraíso terrenal, del que Adán y Eva fueron expulsados por sus pecados. Pero… ¿Pudo haber existido en verdad? Acompáñanos en Supercurioso a descubrir las hipótesis sobre donde queda el Jardín del Edén.
¿Cuál es la historia del Jardín del Edén?
Para todos aquellos que no asumen la fe católica como un absolutismo sin grises, son millones las preguntas que pueden derivar en investigaciones. Ya en Supercurioso te contamos una vez sobre la hipótesis de que Adán y Eva existieron. Y aunque esto pueda o no haber sido cierto, lo que sabemos de ellos es que fueron los primeros habitantes de la tierra, a los que fue dado para el disfrute aquel paraíso terrenal, que perderían por consumar el tan polémico pecado original. Ahora bien, los investigadores han ido un poco más allá, queriendo dar respuesta exacta a la cuestión de donde queda el Jardín del Edén.
Pero antes de ello, es importante que conozcamos la historia del Jardín del Edén, los sustentos religiosos bajo los cuales expone La Biblia que fue creado.
Todo parte del momento del Génesis, la creación del mundo que se narra en los inicios del libro sagrado. Sería este el momento en el que Dios se dedicaría a la creación de la tierra y de todas las cosas que existen sobre ella.
Siete días escogería para tal fin. Los seis primeros para crear la tierra, las praderas, las montañas, los ríos, los mares, todas las especies de animales y los seres humanos. El último día sería para descansar.
Dicen las Sagradas escrituras que “Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.”
El hecho es que esta visión religiosa del origen del mundo, ha sido tradicionalmente asociada con una metáfora del origen del Universo. Esto implica que la ciencia la ha descartado de manera automática. Pero al parecer la historia del Jardín del Edén va un paso más allá, irrumpiendo en los terrenos de la antropología.
Una serie de investigaciones han hecho del Paraíso terrenal su centro de atención, llegando a esbozar algunas hipótesis sobre donde queda el Jardín del Edén. En resumen, ese paraíso que nos han dibujado la religión, puede haber tenido una localización geográfica específica.
¿Cómo era el Paraíso?
Lo primero que sirvió a los investigadores que trabajaban sobre la historia del Jardín del Edén, era definir las características con las que las Sagradas Escrituras definían al lugar.
Se describe como un gran huerto repleto de verdes y de naturaleza, que habría existido en una región también llamada Edén, en el Oriente.
Dice además el Génesis que un río salía del jardín y lo regaba, y que de allí se dividía, convirtiéndose en cuatro grandes cabezas. Aquellas eran los ríos Pisón, Gihón, Hidekel y Éufrates.
El río Pisón rodeaba la tierra de Havila, hoy Arabia. El Gihón se describe que rodeaba la tierra de Cus, hoy Etiopía. El Hidekel es el que hoy conocemos como el río Tigris, y el último del cuarteto era el río Éufrates.
Entonces… ¿Dónde queda el Jardín del Edén?
Partiendo de esta caracterización, los investigadores se lanzaron a diseñar teorías sobre donde queda el Jardín del Edén. Juris Zarins, arqueólogo y profesor de la Universidad Estatal de Missouri, señaló la teoría de que el famoso Paraíso puede haberse encontrado en Irán.
Por su parte, John Morris, investigador de la Universidad de Oklahoma, defiende que la historia del Jardín del Edén puede haberse iniciado en el Oriente Medio. Veamos con más detalle cada una de las localizaciones que pueden haber sido el espacio en el que en la antigüedad, existió el Paraíso.
1. Irán
Una de las hipótesis más difundidas sobre donde queda el Jardín del Edén, hace referencia a Irán. Esto haciendo un nexo con los cuatro ríos que aparecen en la descripción bíblica.
El actual río Karún que fluye a través de las tierras de este país, es para los investigadores el mismo que el antiguo Gihón que recorría el Edén. Además, se han hallado textos sumerios antiguos que refieren que el Paraíso pudo estar ubicado en una planicie del norte de Irán, cerca de Tabirz.
2. Irak
Otro de los países a los que se vincula más estrechamente con la historia del Jardín del Edén, es Irak. En primera instancia, esta nación es considerada como la antigua cuna de la civilización. Pero fundamentalmente, nos encontramos con una referencia al río Éufrates en el Génesis, que actualmente sigue cruzando el país.
3. Jerusalén
Otra posible respuesta a donde queda el Jardín del Edén, es Jerusalén. La fuente del río Gihón, también mencionado en las páginas de La Biblia, se encuentra en esta región, lo que representa para muchos investigadores una prueba de que aquí se encontraba el verdadero Jardín del Edén.
Esta es una de las teorías más originales sobre donde queda el Jardín del Edén. Es el arqueólogo Juris Zarins quien la defiende, exponiendo que la real localización del Paraíso está en una zona inundada del Golfo Pérsico, en la que confluyen los cuatro ríos a los que hace referencia La Biblia.
5. Venezuela
Y sin duda que la teoría más original sobre la historia del Jardín del Edén, es la que lo ubica en un exótico país suramericano: Venezuela.
El marinero Cristóbal Colón, conocido históricamente como quien descubrió el continente americano, creía que cada uno de sus viajes iban inspirados por la divinidad. Cuando llegó a tierras venezolanas, creyó haber encontrado el propio paraíso. Su hipótesis se sustentó con otra teoría: Colón creía que la tierra tenía forma de pera, y que el Jardín del Edén se alzaba en su punto más alto, que era justo aquel que él recién descubría.
La historia del Jardín del Edén nos pasea por un universo en el que el imaginario religioso más tradicional se combina con el esfuerzo científico para colocar nombre, ubicación y explicación a todo aquello que el hombre ve, lee o conoce.
Y tú, ¿Sabías que la historia de donde queda el Jardín del Edén, podría llevarnos incluso a Venezuela? ¡Insólito! Si quieres seguir profundizando en tu conocimiento sobre temas vinculados a la religión, no te pierdas nuestro artículo sobre los más increíbles hallazgos arqueológicos que aportan nueva información sobre la época de Jesús.