Si hablamos de un país en donde verdaderamente se preocupan por la infancia, es Finlandia. En otro artículo te comentamos sobre el mejor colegio del mundo, que se encuentra, como podrás imaginarte, en este país del norte de Europa. Ven con nosotros a descubrir por qué los niños finlandeses duermen su primer sueño en cunas de cartón.
Razones de peso
Finlandia en los años 30 del siglo pasado atravesaba una crítica situación de pobreza; recuerda que éste es un periodo de entre guerras, y la escasez de alimentos era la norma.
El índice de mortalidad infantil era bastante elevado, 65 muertes por cada 1.000 nacimientos, debido entre otros muchos factores a una escasa atención médica y a condiciones higiénicas precarias. Las mujeres no solían acudir a ningún centro hospitalario para chequear el progreso del embarazo, lo que hacía muy fácil enfermarse y enfermar al bebé aún no nacido.
El gobierno finlandés tuvo la brillante idea de donar una caja con todas las cosas que una madre pudiese necesitar para el cuidado de su hijo, y al comienzo, en 1938, fue destinada a las madres más pobres, en los hogares con menos recursos.
Contenía inicialmente un colchoncito, con lo cual la caja se convertía en el primer “moisés” en el que dormían los bebés, además de ropa especial para el frío, biberones y pañales.
Por otro lado, también significó que los bebés comenzasen a dormir aparte, puesto que la práctica común era que durmieran en las mismas camas que sus padres.
Un cambio saludable y significativo
En 1949, y a pesar de los rigores de la posguerra, se decidió cambiar el concepto de esta caja para ofrecerla a todas las madres, sin importar su condición social. Uno de los requisitos era que para obtenerla, las mujeres debían visitar a un médico y una clínica pública prenatal antes de los 4 meses de embarazo.
Eso significó una reducción notable y drástica de la mortalidad infantil en Finlandia, convirtiéndose hoy en día en el país con menor tasa de mortalidad infantil en todo el mundo. Además, le siguieron un sistema de seguridad social nacional junto con una red centralizada de hospitales.
Pero no sólo eso, la caja simbolizó (y lo sigue haciendo) borrar las condiciones económicas de los niños ofreciéndoles un comienzo igualitario: todos, sin distinción de clase, duermen sus primeros sueños en esa caja.
La caja a través de la historia
Actualmente todas las madres finlandesas tienen derecho a la caja e incluso pueden cambiarla por dinero en efectivo (que serían aproximadamente 214 dólares); algunas optan por el efectivo, generalmente con el segundo hijo, pues vuelven a utilizar todos los artículos. Pero la norma es que la aceptan siempre.
Décadas del 30, 40 y 50
Incluía además del colchón, telas para que las futuras madres confeccionaran la ropa del bebé, pero durante la Segunda Guerra Mundial sólo daban sábanas de papel y un cobertor de tela.
En los 50 hubo un incremento de la ropa fabricada industrialmente por lo que se regalaban monitos y ropa ya hecha en lugar de las telas.
Años 60
Se incluyó un saco de dormir, así como pañales desechables.
Años 70
Las ropitas blancas se sustituyeron por ropas de colores neutros, de forma que sirviesen tanto para niñas como para niños, de algodones elásticos y fáciles de lavar, ya que la cantidad de mujeres trabajadoras habría aumentado.
Nuevo siglo
Los nuevos tiempos trajeron cambios: debido a lineamientos para proteger el medio ambiente, retiraron de las cajas los pañales desechables y volvieron los de tela.
La intención integral es promover desde la infancia el cuidado de lo que nos rodea, motivando en los padres conductas correctas de maternidad y paternidad. Por ello, también los biberones o teteros, y los chupetes, fueron eliminados para fomentar la lactancia materna, cosa que ha sido totalmente exitosa.
Las mujeres finlandesas pueden saber fácilmente el año en que nacen los bebés pues cada año hay un pequeño cambio en la ropa; para ellas, que según algunos informes son de las madres más felices, la caja significa la certeza de que las cuidan, a ellas y a sus bebés.
Qué contiene la caja hoy en día
Un colchón y su funda, edredón, manta y saco de dormir o edredón para dormir, adaptados al tamaño de la caja para que ésta funcione como cuna; un traje para la nieve, gorro, guantes, botas aislantes; un traje ligero con capucha y monos tejidos, además de calcetines, manoplas, sombrero y pasamontañas también tejidos;
monos y ropa en diversos colores unisex; una toalla para el baño con capucha, tijeras de uñas, cepillo de pelo y de dientes, termómetro de baño, crema de pañales y esponja; pañal de tela y trapos para limpiar a los nenes; un libro de imágenes y juguetes para la dentición y, finalmente, incluye parches para los senos y condones. Como ves, una cesta envidiable para cualquier bebé.
Y una muy buena noticia, otros países han replicado esta iniciativa y están comenzando a darles a las madres ayudas similares, como en México y Argentina.
¿Qué opinas al respecto?