Es la primavera de 1907. Pablo Picasso está pintando en el estudio del Bateau-Lavoir. En torno suyo, se encuentran mujeres monstruosas, de carnes malsanas, desnudas, de piel rosa y gris. Son las mujeres de Pablo Picasso, que más adelante el mundo conocerá como Las señoritas de Avignon. Puede que la mayoría sepamos quién fue Pablo Picasso, pero ¿realmente conocemos toda la historia y las curiosidades detrás de Las señoritas de Avignon? En Supercurioso te contamos todo sobre esta obra del artista que, en su momento, causó gran furor. ¡Acompáñanos!
Las Señoritas de Avignon y sus curiosidades
Antes de hablar sobre las curiosidades de Las señoritas de Avignon, debemos hablar de lo que significa este cuadro para la historia del arte. ¿A qué se debe su reconocimiento y popularidad? Pues bien, este cuadro marcó una ruptura de toda la tradición pictórica en el arte. Picasso, al pintar Las señoritas de Avignon, está fragmentando el espacio y los cuerpos. Es decir, quiebra la unidad armónica de la pintura del siglo XIX y pone en escena toda una revolución estética con las formas de representación del cuerpo.
El espacio comprimido en el que habitan estas cinco mujeres, parece proyectarse hacia adelante en fragmentos irregulares. Esta obra es tan incómoda de mirar como imposible de apartar la mirada. Ninguna otra pintura de la historia del arte confronta al espectador con tanta audacia y descaro. Ahora sí, ¡enfoquémonos en Las señoritas de Avignon y sus curiosidades!
1. ¿Por qué se llama «Las Señoritas de Avignon»?
Picasso casi nunca le ponía nombre a sus obras y este cuadro no fue la excepción. De hecho, permaneció sin título un largo tiempo. Cuando Picasso lo presentó a su amigo Apollinaire, él le sugirió el nombre de El burdel filosófico. Tiempo después (según cuentan los expertos), André Salmon lo llamó Les demoiselles d’Avinyó, en honor a una calle de Barcelona en la que había prostíbulos. Finalmente, este fue el nombre que se quedó hasta nuestros días.
2. Las Señoritas de Avignon no son mujeres reales
Gracias a la labor de los historiadores del arte, sabemos con certeza que la creación de Las señoritas de Avignon es producto de una larga búsqueda estética de Pablo Picasso que va desde 1906 a 1907. El artista dedicó gran parte de su tiempo a realizar croquis y dibujos como parte de los estudios para el cuadro. Las señoritas de Avignon no son modelos, ni personas reales, son creaciones de los constantes dibujos del artista. «Pinto objetos como los pienso, no como los veo», así lo demuestra una de las célebres frases de Picasso.
3. Picasso creó una cuarta dimensión
El artista no era científico ni mucho menos, pero una de las curiosidades poco conocidas de Las señoritas de Avignon es que en este cuadro, Picasso quería encontrar la cuarta dimensión. Para los cubistas el interés por una nueva dimensión no solo provino del campo del pensamiento y la filosofía, sino que se evidenció en las matemáticas.
Picasso estudió constantemente la propuesta de Esprit Jouffret, en la que se describen los hiper-cubos y otros complejos poliedros en cuatro dimensiones para representarlos en su cuadro. De hecho, cuando Henri Matisse y Leo Stein vieron Las señoritas de Avignon, su primera reacción fue exclamar que el artista estaba intentando crear la cuarta dimensión.
4. El encuentro con el arte africano y oceánico
Esta es una de las curiosidades más conocidas sobre Las señoritas de Avignon. Sin embargo, es una verdad a medias. Es evidente la influencia del arte africano en esta obra, pero ¿sabías que Picasso tuvo todo un período dedicado a explorar este arte? El período de 1907 a 1909 se ha llamado la «época negra de Picasso.»
Este periodo sugiere un momento trascendental para el artista y ¡lo inicia con esta obra! Cada rostro es distinto, unos recuerdan el estilo de los desnudos y las cabezas grandes de las esculturas ibéricas; otras recuerdan las máscaras africanas que pudo observar en el Museo del Hombre en París, donde manifestó haber tenido un encuentro de epifanía con ellas.
5. Las señoritas de las enfermedades venéreas
Hay quienes aseguran que Las señoritas de Avignon tienen más que una simple analogía con las máscaras africanas. Para Mary Mathews, Las señoritas de Avignon de Pablo Picasso reflejan algunas curiosidades particulares, pues son una representación de las enfermedades venéreas y, en especial, la sífilis. Ella explica que las figuras allí representadas nos inspiran una suerte de terror… «Picasso fundamenta su propia verdad, acompañado de adivinos africanos, pintando varios desnudos formidables y horrendos, dignos objetos de repulsión…» Ante esas circunstancias, se puede explicar el hecho de que Las señoritas de Avignon hayan sido conocidas, al principio, solo por los amigos de Picasso, y que posteriormente esta obra haya causado gran escándalo cuando se dio a conocer ante el mundo.
6. Las Mona Lisa del arte moderno
Lo verdaderamente trascendente de la obra es su «gesto», algo que, si bien reviste un significado trascendental, nos permite pensar la dimensión cultural que la obra tiene. Muchos se atreven a llamarla como «Las nuevas Giocondas», haciendo referencia al famoso cuadro de la Mona Lisa. La revolución causada por Las señoritas de Avignon posee curiosidades increíbles, ya que no solo hace referencia al cambio de las tradiciones pictóricas de la historia, sino a incorporar en el «repertorio» tradicional del arte la realidad concreta de una sociedad y lo ejemplifica no con la burguesía sino con las prostitutas.
7. El burdel que inspiró a Picasso
Sabemos que el cuadro representa a cinco prostitutas, pero ¿nunca te has preguntado dónde está el burdel? Pues bien, hace poco un asiduo seguidor del trabajo de Picasso logró identificar dónde estaba aquel burdel que representó en Las señoritas de Avignon. Josep Palau i Fabre, localizó el establecimiento en el número 44 de la calle barcelonesa, justo donde hoy se encuentra una escuela. Gracias a testimonios y documentos en el archivo de Picasso, logró descifrar que él acudía a un establecimiento de la calle Avinyó que llamaba «Ca la Mercè»
8. El primer artículo de Las señoritas de Avignon
Aunque la obra no fue expuesta sino hasta 1916, el cuadro hizo una parición en el artículo «Los hombres salvajes de París», un artículo escrito en 1910 por el humorista Frank Gelett. En la pieza se encarga de detallar la escena vanguardista de París y presenta la obra junto otras de George Braque y André Derain. A este artículo se le atribuye la introducción del arte moderno francés a Estados Unidos.
9. La influencia de algunos artistas famosos
Además del arte africano y el oceánico, Las señoritas de Avignon y sus curiosidades son el resultado de varias obras en las que Picasso se inspiró. En esta búsqueda de referente, Picasso encontró un renacer en la obra del Greco y de Paul Cézanne. Del primero tomó la composición básica y a gran escala de Visión del Apocalipsis, un retablo que representa la escena del libro de las revelaciones de la Biblia. De Cézanne adoptó las denominadas pinceladas «constructivas», un plano de imagen bidimensional y una perspectiva sesgada. Picasso demostró ser gran admirador de estos artistas famosos.
10. El cuadro debería estar expuesto en el Louvre
Tras su primera exposición en 1916, Las señoritas de Avignon permaneció en el estudio de Picasso en Montmartre, hasta que un diseñador de moda (Jacques Doucet) se lo compró en 1924. Doucet le dijo a Picasso que cuando él muriera, donaría el cuadro al Museo del Louvre. Sin embargo, cuando falleció, su testamento especificaba que se realizaría la venta de la obra. Así fue como en 1937, el Museo de Arte Moderno de Nueva York compró la pintura por un valor de 24,000 dólares.
Hasta el día de hoy, Las señoritas de Avignon es uno de los cuadros más importantes en la historia del arte. Su historia es la viva imagen de la modernidad, de quebrantar los cánones y explorar nuevos lenguajes. ¿Conoces otras curiosidades de Las señoritas de Avignon? Te leemos. Y si te gustó este artículo, te recomendamos leer: Curiosidades del Guernica, seguro te asombrarán.