La literatura es un universo propio e infinito, en el que tienen lugar escenarios utópicos o distópicos, las más crudas realidades o las más algodonadas fantasías. El escritor entonces es un ser diferente. Es alguien que no se conforma con la realidad que le rodea, y es justo esta insatisfacción la que lo empuja al lápiz y al papel, a la creación. Nada más claro para visualizar esta premisa que los libros escritos en la cárcel. Para estas mentes destacadas no hubo buenas condiciones, paisajes inspiradores y abundancia de luz natural. Por el contrario, hubo encierro, oscuridad y barrotes y fue justo esa la mejor inspiración para, al menos con la mente, escapar de prisión. Hoy en Supercurioso queremos contarte sobre los libros más emblemáticos que fueron escritos mientras sus autores estaban privados de su libertad física. ¡Acompáñanos!
Los 7 libros escritos en la cárcel más emblemáticos
Antes de comenzar, nos gustaría recomendarte esta selección de películas sobre cárceles. Pues estas ayudan a que abramos nuestra mente, más allá de los estereotipos que creamos sobre este lugar. De esta manera, podemos comprender que la cárcel es más que un centro de reclusión. Es un lugar de vulnerabilidad y quizá… de libertad… pues nos aleja de todo aquello cotidiano que nos encierra.
1. Don Quijote de La Mancha, de Miguel de Cervantes
En nuestra hermosa lengua castellana, es de sentido obligatorio comenzar esta lista de los libros escritos en la cárcel con uno de los más importantes, El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha. Es uno de los escritos en prisión más famosos de la literatura universal y su autor, Miguel de Cervantes, lo escribió durante su encarcelamiento en la cárcel de Sevilla, en 1597, por no pagar sus deudas. Había sido recaudador de impuestos y aparentemente se había apropiado de dineros públicos.
Es la obra que inaugura la modernidad en nuestro idioma, además de ser uno de los mejores exponentes del género novelístico. En su momento, Cervantes lo escribió como una broma, una burla de las novelas de caballería de su época, pero su entrañable personaje, don Quijote, es hoy emblema del idealismo y del ansia por “desfacer entuertos” y luchar por la justicia, hasta las últimas consecuencias. Hemos heredado de Cervantes el alma quijotesca y el idioma.
2. De Profundis, de Oscar Wilde
Si conoces un poco la historia de este genial dramaturgo inglés del siglo XIX, sabrás que su literatura estaba llena de mordacidad. Sus comentarios sarcásticos e irónicos salpicaban las veladas de la alta sociedad y su agudo ingenio hacía reír, sonrojar y enojar al público. Recordemos que en Inglaterra era un delito ser homosexual y que la puritana sociedad victoriana no soportaba tales “transgresiones”. Oscar Wilde fue acusado de “actos contra la moral” por sus gustos sexuales y la opinión pública se vio escandalizada cuando se conoció su secreto a voces: la relación con su joven amante Alfred Douglas, hijo de marqueses, que lo condenó a dos años de trabajo forzado y prisión.
Ese sería el contexto en el que nacería uno de los mejores libros escritos en la cárcel. Pagando su condena en la prisión de Reading, Wilde escribiría De Profundis, una larga misiva a su amante donde expone con gran maestría literaria sus inquietudes y sentimientos. Tras salir de la cárcel, Wilde se mudó a Francia y no volvió a Inglaterra.
3. El libro de las maravillas del mundo, de Marco Polo
De los libros escritos en la cárcel, éste es quizá el que inaugura el género de los viajes. El libro de las maravillas del mundo está lleno de increíbles anécdotas, nos narra sus peripecias y aventuras en su recorrido por la Ruta de la Seda, que incluyó Persia, Afganistán y Armenia. La estadía de Marco Polo en China duraría veinte años, pues también trabajó para el Khan recogiendo información en sus numerosos viajes. A su regreso, lo tomarían prisionero los genoveses, que andaban en guerra contra los venecianos y fue en la prisión donde relataría sus experiencias a un compañero de infortunios, Rustichello de Pisa, que lo ayudó a escribir esta increíble obra que comenzó, en el siglo XIII, una aventura escrita que aún hoy no termina.
4. Los 120 días de Sodoma, del Marqués de Sade
Sin duda, uno de los autores más polémicos y controvertidos de Occidente. Los 120 días de Sodoma, una de tantas obras que escribiría en la cárcel el “divino marqués”, está inconclusa. La escribió durante una de sus «estadías» en La Bastilla (la célebre cárcel francesa), en 1785, y cuando fue asaltada 4 años después, durante la Revolución Francesa, el manuscrito se perdió. Sade diría más tarde: “lloré lágrimas de sangre”, y nunca más supo de él. Esta obra fue encontrada y publicada en 1905.
En palabras del propio Sade, fue “el cuento más impuro que jamás se haya contado, desde el inicio de nuestro mundo”, y narra la historia de cuatro nobles escondidos en un castillo medieval con cincuenta víctimas (entre las que se cuentan niñas y niños de hasta 12 años), a las que usan para hacer realidad sus fantasías más oscuras a través de una sucesión de pasiones: simples, complejas, criminales y asesinas. Sin duda que uno de los más estremecedores entre los libros escritos en la cárcel.
5. Fanny Hill, de John Cleland
John Cleland (probablemente un seudónimo) hizo uno de los libros escritos en la cárcel más importantes para lo que se considera literatura erótica: Memorias de una mujer de placer, mejor conocida como Fanny Hill. El autor estuvo confinado en la cárcel de Debtor, en Londres, por ir en contra de los intereses de la realeza, aunque el cargo oficial fue por deudas. Fue publicada en 1748. En esta novela, el autor plasmó la intimidad sexual de la sociedad victoriana y fue un verdadero escándalo su publicación debido a las escenas francamente pornográficas y su lenguaje obsceno. Es uno de los libros censurados y perseguidos de la historia.
6. Mi lucha, de Adolf Hitler
Es posiblemente el hombre más odiado de la última mitad del siglo XX. Fue condenado a cinco años de prisión, en 1924, por haber intentado dar un golpe, el Golpe de Münich. Publicó Mi lucha, mezcla de autobiografía y exposición de sus ideas políticas y raciales, en 1925, luego de que gracias a una amnistía saliera libre a los 9 meses. Se imprimieron millones de ejemplares mientras estuvo en el poder, y los regalaban a todas las familias alemanas, para que cada una tuviera uno en casa. Luego de terminada la guerra, Mi lucha fue sacado de circulación hasta que en 2016, en Alemania imprimieron una edición ampliamente crítica, explicando con detalles en dónde podrían ubicarse sus ideas racistas y antisemitas.
Ha sido un éxito de ventas, y también fuente de encendidas opiniones a favor y en contra de su publicación. Si bien no es una obra que podríamos catalogar como literatura, sí es un testimonio de una época nefasta para la humanidad, escrito de puño y letra de uno de sus principales protagonistas que bien valdría la pena leer.
7. El Príncipe, de Nicolás Maquiavelo
Y cerramos este viaje por los más reconocidos libros escritos en la cárcel con el clásico de Nicolás Maquiavelo; El Príncipe. Considerado un manual fundamental para los estudiantes de política, este libro fue escrito en el lejano 1513, mientras su autor pagaba cárcel en San Casciano. Acusado de conspiración contra los Médici, que recién tomaban el poder en 1512, Maquiavelo fue despojado de su cargo de funcionario y llevado a una prisión, desde cuyos muros se forjarían las páginas de esta obra trascendental.
Y tú, ¿Conocías las historias de estos libros que vieron la luz, justamente cuando sus autores vivían en la oscuridad? Si eres, como nosotros, un declarado amante del mundo de las letras, no te pierdas este Top 10 de los libros más vendidos de la historia.