Perteneciente a la orden de los mantis, palabra que viene del griego y se refiere a un adivino o un profeta, este insecto que parece que esté rezando, especialmente cuando junta sus  largas patas delanteras, siempre ha despertado mucha curiosidad en los humanos. Te desvelamos algunos datos ciertos sobre la mantis religiosa.

Mantis religiosa. ¿Qué sabes de estos animales?

Para empezar situemos a la mantis en su hábitat: de las aproximadamente 2.000 especies de este insecto descritas hasta la fecha, alrededor del 80% habitan en países tropicales o templados.

La mantis religiosa es un insecto de tamaño mediano, de aproximadamente 4 a 5 cm, con un tórax largo y unas antenas delgadas. Tiene dos grandes ojos compuestos y tres ojos sencillos pequeños entre ellos. La cabeza puede girar hasta 180º. Sus patas delanteras, que mantiene recogidas ante la cabeza, están provistas de espinas para sujetar a sus presas.

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La mantis religiosa tiene dos grandes ojos compuestos

A pesar de su nombre, la mantis religiosa es una fantástica depredadora que se camufla muy bien entre las plantas de su hábitat y espera pacientemente a sus presas, entre las que se encuentran polillas, grillos, saltamontes y otros insectos, e incluso, a veces, se come a los de su propia especie.

La reproducción de la mantis religiosa

Sí, es cierto, las hembras de mantis en muchas ocasiones se comen las cabezas de sus parejas sexuales y, si la cópula ya ha comenzado, este hecho ayuda a que el macho expulse mucho más esperma, ya que deja de controlar sus actos y se desinhibe completamente. Pero la realidad es que el canibalismo sexual se produce principalmente en especies de mantis depredadoras que viven en cautiverio y que son empujadas a hacerlo por los científicos en sus laboratorios. Si la mantis religiosa está mal alimentada aprovechará el acto sexual para satisfacer dos necesidades vitales: alimentarse y reproducirse.

En libertad, la temporada de apareamiento en climas templados normalmente tiene lugar en otoño, mientras que en las áreas tropicales, el apareamiento puede ocurrir en cualquier época del año. Para aparearse, después del cortejo, el macho por lo general salta sobre la espalda de la hembra, juntando el tórax y las bases de sus alas con las patas delanteras. Luego arquea su abdomen para depositar y almacenar esperma en una cámara especial cerca de la punta del abdomen de la hembra. Esta pone entre 100 y 400 huevos, dependiendo de la especie. Los huevos se depositan normalmente en una masa de espuma producida por glándulas en el abdomen. Esta espuma se endurece, creando una cápsula protectora que, junto con la masa de huevo, se llama una ovoteca. Dependiendo de la especie, la ovoteca se puede unir a una superficie plana, envolver alrededor de una planta o incluso depositarse en el suelo. A pesar de la versatilidad y durabilidad de los huevos, a menudo son depredados, especialmente por varias especies de avispas parasitarias.

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Mantis, a punto de depositar sus huevos

Los huevos suelen eclosionar en 4-6 semanas y sólo unos pocos sobreviven, ya que entre ellos impera el canibalismo juvenil. Las larvas emergen con un aspecto muy similar al de sus progenitores, pero a escala diminuta, y los que sobreviven lo hacen alrededor de un año.

¿Es venenosa la mantis religiosa?

La mantis religiosa venenosa no existe, es otra de las leyendas que se explican sobre este insecto. Se trata de una especie totalmente inofensiva: ni tiene veneno ni pica. Y aunque puede morder, su aparato masticador es demasiado pequeño para perforar la piel. No solo no es venenosa sino que puede ser muy beneficiosa para el hombre, ya que se come a una gran cantidad de insectos que pueden resultar molestos e, incluso, perjudiciales para la salud.

En los países occidentales normalmente es un insecto poco apreciado, pero hay países que los consideran animales sagrados y fuente de inspiración. Por ejemplo, los Grandes Maestros del templo de Shaolin hablan de dos artes marciales desarrollados a partir de los movimientos y estrategias de lucha de la mantis religiosa. Como una de estas artes se desarrolló en el norte de China y la otra en el sur del país, hoy en día se conocen como «Mantis Religiosa del Norte» y «Mantis Religiosa del Sur». Ambos son muy populares en China y también se han exportado a Occidente en las últimas décadas.

Otras especies de mantis

Como hemos dichos existen muchas especies de mantis y aunque la más conocida es la religiosa también hay otras interesantes:

Mantis orquídea

La mantis orquídea una bella mantis de colores claros, con lóbulos en sus patas que parecen pétalos de flor. Aunque esta especie no vive sobre orquídeas, tiene un parecido extraordinario con una esta flor. Esta especie es muy popular y querida por sus brillantes colores e impresionante camuflaje. Su hábitat natural se encuentra en Malasia.

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La mantis orquídea se distingue por sus brillantes colores

Mantis unicornio de Arizona

Es una mantis originaria de Norteamérica semejante a un palo. Su nombre se debe a un cono que tiene en medio de la cabeza, ¡que parece un cuerno de unicornio! Si se mira de cerca, se  observa que esta mantis tiene dos pequeños «cuernos», uno junto al otro.
En libertad, se encuentra especialmente en Arizona. No es común hallarla en cautiverio.

Mantis fantasma

La mantis fantasma es una especie con un hermoso cuerpo en forma de hoja. Normalmente es de color marrón oscuro, pero también puede ser color arena o verde. El hábitat natural de esta mantis fantasma está en la isla de Madagascar y África continental. Se la conoce como fantasma por la forma cónica de su cabeza.

Ahora que ya lo sabes casi todo sobre la mantis religiosa, quizá también te interese, 8 insectos gigantes de nuestro planeta