El escándalo rodeó a Olympia desde que Édouard Manet lo pintó en 1863. Ahora se trata de una de las pinturas más bellas de la historia, pero en su tiempo el rechazo llegó a otro nivel. En Supercurioso varias veces hemos insistido en los secretos detrás de las obras de arte, pero hoy llegó la hora de desvelar uno de los enigmas más grandes en la historia del arte. ¿Quieres saber qué esconde la Olympia de Édouard Manet? Entonces continúa leyendo, te darás cuenta de que Manet fue un pintor adelantado a su época y que por ello se cataloga como uno de los grandes precursores del modernismo en Europa. ¡Acompáñanos! 😉
¿Qué esconde la Olympia del pintor Édouard Manet?
Para la mitad del siglo XIX, la pintura académica en Europa estaba destinada a ser interrumpida por el pintor Édouard Manet, solo que en ese momento nadie lo sabía. El gran pintor del XIX nació en 1832 en Francia y, pese a los grandes cuadros que realizó, fue la Olympia la que más escandalizó a la sociedad burguesa de aquella época.
Para los historiadores del arte, la Olympia de Édouard Manet estaba muy relacionada con el Origen del mundo de Gustave Courbet; cabe resaltar que ambas son coetáneas y que, por aquel entonces, ambos artistas estaban interesados en la entonces llamada ‘Tercera ola revolucionaria’, lo que posteriormente pasaría a la historia como el impresionismo.
De hecho, Édouard Manet desde el principio concibió la Olympia como un elemento para agitar los palomares, pero no fue el único. Su primer intento lo hizo en el conocido ‘Salón de los rechazados’ con su Le déjuner sur l’herbe, pero parece que esta, a diferencia de Olympia, fue gratamente aceptada.
Édouard Manet presentó la Olympia dos años después en el mismo salón de artistas, en 1865. Esta acción conmocionó al público y provocó una de las más grandes oleadas de crítica de arte jamás antes vista; podríamos decir que se trata de una de las grandes pinturas polémicas. Pero, ¿qué fue lo que escandalizó?
1. La polémica detrás de la obra
No fue el desnudo lo que escandalizó a las personas porque, si nos remitimos a la historia, los desnudos fueron representados desde el Renacimiento y uno de los primeros fue El nacimiento de Venus de Sandro Botticelli. Tampoco fue la presencia de su criada negra completamente vestida. Lo que realmente impactó de la Olympia del pintor Édouard Manet fue la mirada de la joven desnuda. A diferencia de los ojos de la Gioconda, la mirada de Olympia confronta a aquel que se atreve a mirarla… Pero en este tema ahondaremos más adelante.
Debes saber que la modelo es la misma mujer que vemos en el famoso Le déjeuner sur l’herbe. Se trata de la modelo y también pintora Victorine Meurent, que también ejercía la prostitución en un gran burdel de París; son los detalles del cuadro lo que permite identificar el desnudo de una diosa, figura mitológica o religiosa, de una demi-mondaine o, prostituta.
Hay muchos rastros en la Olympia que Édouard Manet dejó para que el público y los expertos armaran toda una narrativa detrás de la obra de arte. De acuerdo con la versión que dan la mayoría de historiadores del arte, el cuadro sigue el modelo de la Venus de Urbino pintada en 1538 por Tiziano. No obstante, hay algunas diferencias…
2. Iconográfica y análisis de la Olympia de Manet
Como te contamos, siempre hay imágenes escondidas detrás de las obras de arte, o en su defecto, secretos que las pinturas revelan a simple vista; y uno de los ejemplos más contundentes en la Olympia de Édouard Manet. La pregunta sería ¿qué esconde?, y la respuesta jamás sería solamente una: deseo, independencia sexual, resistencia al poder.
Verás, a diferencia de la Venus de Tiziano que enrosca la mano para atraer al espectador, la mano izquierda de Olympia parece bloquear al espectador; muchas veces esto se ha interpretado como un símbolo de su independencia sexual con respecto a los hombres y a su papel como prostituta. Es decir, ahora es ella quien tiene el poder de conceder o restringir el acceso de los hombres a su cuerpo.
Otra de las grandes diferencias de la Olympia que el pintor Édouard Manet pensó muy bien es el gato. Él decidió sustituir el perrito de Tiziano que es, además, símbolo de fidelidad, por la imagen de un gato negro, que en la historia artística europea simboliza la prostitución. A su vez, Olympia ignora con desdén las flores que le presenta su criada, que se intuye debe ser un regalo de uno de sus clientes. Pero de nuevo volvemos a su mirada… Muchos tienen la hipótesis de que Édouard Manet pintó a Olympia mirando en dirección a la puerta donde su cliente irrumpe sin previo aviso. ¿Sabes quién es ese cliente? ¡Tú!
Si lo pensamos bien, la conmoción de la Olympia tiene que ver con que Manet propuso que cada uno de los y las espectadoras fuera un cliente más de la bella prostituta que yace en la cama. Una persona que sale de su papel como espectador y se introduce como un cliente sujeto a la decisión de ser aceptado o negado por la prostituta. Podría intuirse que la Olympia de Édouard Manet revierte de alguna manera los papeles de las clases sociales en la Francia del siglo XIX.
3. Adiós al estilo académico
Como puedes darte cuenta, no solo se trata de una de las obras pictóricas más bellas del mundo, sino también de una ruptura clara en la historia del arte. ¿Por qué? Sencillo, el cuadro se aparta del canon académico por su estilo, caracterizado por sus pinceladas amplias y rápidas, una iluminación de estudio que elimina cualquier rasgo de tonos medios y por supuesto, grandes manchas de color con muy poca profundidad (características que ahora son propias del arte impresionista).
A diferencia del delicado desnudo idealizado de La naissance de Vénus de Alexandre Cabanel; la Olympia de Édouard Manet es una mujer real, cuya desnudez se ve acentuada por la iluminación y por el tamaño del lienzo, ¿cómo era posible que una prostituta estuviera representada en un cuadro tan grande donde podría caber el retrato de una reina?
Por último, pero no menos importante, el pintor Édouard Manet represento a Olympia más delgada de lo que los estándares de la época permitían, y su cuerpo, relativamente poco desarrollado, casi el de una niña. ¿Por qué crees que fue así? ¡Cuéntanos!
4. Datos curiosos de la Olympia
- La orquídea en el pelo: Victorine lleva una flor en el pelo, una orquídea. La orquídea es una flor que se relaciona con la sexualidad, ya que se creía que tenía poderes afrodisíacos.
- El je-ne-baise-plus: al parecer esta cinta de terciopelo anudada al cuello con un adorno colgando, era conocido como un je-ne-baise-plus (traducido: «yo no jodo más») y significaba que la mujer que lo llevaba no deseaba mantener relaciones sexuales. Indicando que en realidad la joven no deseaba ejercer la prostitución, pero se veía obligada a ello.
- Un solo pie calzado: vemos que la mujer tiene un solo pie calzado con una zapatilla con tacón. Según los expertos, este hecho tradicionalmente en la historia de la pintura significa la pérdida de la inocencia.
- Cubrimiento de los genitales: lo que podría interpretarse como un gesto de pudor en la Olympia de Édouard Manet, en realidad refleja todo lo contrario. El espectador no es el cliente esperado, el que le ha regalado el ramo de flores, el que paga. Si no hay dinero de por medio, no enseñará nada.
Era obvio, Édouard Manet pensó muy bien el cuadro de la Olympia, porque logró lo que quería: provocar un revuelo aún mayor al de su anterior cuadro. Como ultimo dato curioso, te contamos que la obra fue considerada «inmoral» y «vulgar». El periodista Antonin Proust recordó más tarde: «si el lienzo no fue destruido, es solo por las precauciones que tomó la administración». Si quieres conocer más de obras polémicas, te invitamos a descubrir la historia de El beso de Gustav Klimt. ¡Te sorprenderá! 😀