Cada sociedad y civilización es dueña de una serie de mitos y leyendas, personajes e historias, que aportan en su propia visión del mundo. Los mitos griegos, los romanos o los nórdicos, atraviesan épocas y sobreviven hasta nuestros días. En esta oportunidad hemos querido navegar hasta la mitología germana, para hablarte de las Ondinas, las hadas del agua, llenas de delicadeza y sensualidad. Acompáñanos a conocer la historia y el simbolismo que se esconde detrás de las Ondinas en la mitología. ¡Empecemos con esta aventura en Supercurioso!
Quienes son las Ondinas en la mitología germana
Paracelso creía en los cuatro elementos básicos: fuego, agua, tierra y aire. Asignó un ser fantástico a cada uno de ellos. Los seres espirituales que relacionó con el agua fueron las ondinas, por lo que se han llamado hadas del agua. Con el fuego vinculó a las salamandras, con la tierra los gnomos o enanos y con el aire los silfos y sílfides. Si bien todos resultan interesantes criaturas mitológicas, por hoy, acompáñanos a conocer a las Ondinas en la mitología, los seres elementales relacionados con el agua.
Podríamos afirmar que las ondinas son hadas del agua, ya que así las vemos representadas en novelas, películas y dibujos. En la actualidad la palabra «ondina» se ha convertido en un nombre de mujer con cierta popularidad. Las Ondinas, hadas del agua, pertenecen originariamente a la mitología germana. Son seres muy semejantes a las náyades de la mitología griega, que eran ninfas, o diosas menores, que habitaban en los sitios de agua dulce. La palabra Ondina (también Undina) proviene de la latina «unda» que quiere decir «ola».
Paracelso fue el primero que utilizó ese nombre en 1658, en su obra «Liber de Nymphis, sylphis, pygmaeis et salamandris et de caeteris spiritibus». Para él, una Ondina es un ser invisible y espiritual que representa a la naturaleza, en este caso el agua dulce, que sí podemos ver. Son semejantes a los humanos, pero habitan mundos propios alejados de los hombres que tienen sus sentidos limitados.
Las Ondinas son casi siempre de sexo femenino, ya que se consideraba que el agua, como elemento, también lo era. Son bellas mujeres jóvenes con largos cabellos claros que viven principalmente en los lagos y las cascadas de los bosques. Se cree que poseen grandes riquezas que guardan en palacios sumergidos bajo las aguas.
Su bella voz, en ocasiones, se escucha sobre el ruido de los saltos de agua. Tradicionalmente, se creía que las fuentes se llenaban de las lágrimas de las Ondinas y cuando una de ellas se ofendía, la fuente se secaba. Por ese motivo, los aldeanos solían dejar ofrendas en las fuentes. Su única limitación es que carecen de alma.
Algunas de las leyendas sobre las Ondinas, hadas del agua
1. La leyenda de las ondinas en la mitología y el alma
Esta falta de alma humana de las Ondinas en la mitología es la base para una de las más conocidas leyendas sobre ellas. Para conseguir su alma inmortal deben casarse con un humano y tener un hijo con él. Cuando se case, la Ondina acortará su tiempo de vida en la Tierra, pero habrá ganado la inmortalidad del alma humana. Sin embargo, el esposo deberá permanecer fiel, ya que, en caso contrario, morirá.
2. Las Ondinas, hadas del agua y otras criaturas acuáticas
Las Ondinas tienen similitudes con varias criaturas mitológicas, provenientes de diferentes culturas. Por ejemplo, las Xanas de la mitología de Asturias son muy semejantes a las Ondinas. Son espíritus femeninos que viven en los cursos de agua pura y cristalina. Se cree que llegaron a la mitología asturiana desde la germánica.
También vale la pena mencionar que las Ondinas, hadas del agua, no solo se parecen a las Xanas y a las náyades griegas. También guardan similitudes con las sirenas y las nereidas. Las primeras son criaturas del agua, pero con cola de pez y habitantes del mar. Por su parte, las nereidas eran en la mitología griega las 50 hijas de Nereo, el dios de las olas del mar, y de Doris, una oceánide.
Se diferencian de las ondinas en que viven en el mar y no en el agua dulce y se asemejan a estas en el hecho de que, a pesar de ser seres acuáticos, tienen piernas y no cola de pez. También tienen melodiosas voces y suelen ser entidades amables y benéficas. Los griegos les dejaban, en playas y acantilados, ofrendas para conseguir su favor.
3. Silfos y Ondinas
Los silfos y sílfides son el equivalente a las Ondinas en la mitología, pero en el componente del aire. Son los espíritus elementales que Paracelso relacionó con él. Seres fantásticos que representan la espiritualización de la materia. A diferencia de las Ondinas, como hay miembros de ambos sexos, son capaces de reproducirse, pero al igual que ellas, carecen de alma inmortal.
4. La maldición de Ondina
Existe una enfermedad conocida como «la maldición de Ondina». El nombre de este síndrome se debe a una antigua leyenda germánica. La historia explica que una ondina se enamoró de un apuesto joven y como hemos explicado antes, las ondinas podían casarse con humanos, pero estos no podían serles infieles. Se fueron a vivir juntos, pero al poco tiempo el caballero se cansó de ella y cometió adulterio.
Inmediatamente, él perdió la capacidad de respirar de manera automática y cuando se durmió y no pudo controlar su respiración, falleció. La enfermedad conocida como «la maldición de Ondina» designa un síndrome respiratorio que implica a imposibilidad de respirar de manera autónoma.
Y tú, ¿Conocías a las Ondinas en la mitología germana? ¿Conoces a alguien que se llame Ondina? ¿Sabías que existía un síndrome respiratorio que tomaba su nombre de una leyenda relacionada con las Ondinas? Si te gusta conocer mundos fantásticos y mitológicos, te invitamos a leer el post: tipos de hadas. ¡Hasta la próxima!