Conseguir pareja en esta época era todo un acontecimiento. Los bailes eran un excelente lugar para conocer personas y evaluar las posibilidades de terminar juntos. Al puro estilo de Orgullo y Prejuicio, pero con juegos entre los solteros que estaban en el salón. Descubre en qué consistían estos juegos de romance en la era victoriana.

Romance en la era victoriana: 5 juegos de coqueteo

1. Matrimonios y divorcios

Esta dinámica consistía en alinearse en parejas en dos puntos opuesto del lugar, frente a frente, comenzarían a escribir las cualidades y defectos del otro. Al final, las leerían en voz alta y según les parecieran, elegirían si casarse o divorciarse. Por supuesto, uno de los jugadores era el juez y si no creía correcta la elección, los jugadores tendrían que pagar una multa –como besar a todos en el salón del sexo opuesto–.  

2. El juego de la sonrisa

Durante la época victoriana mantener los ojos bien abiertos y mirar fijamente a todos los presentes en el salón era de gran importancia. Tanto como el juego de la sonrisa, donde se escogía un jugador que debía hacer que todos sonrieran y el último en hacerlo era el ganador. Era una excelente manera de coquetear abiertamente.

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3. Matrimonio

El juego del matrimonio consistía en que los hombres debían elegir el nombre de alguna famosa –viva o muerta– o personaje de ficción. Una vez hecho esto, el jugador le daba este nombre a una de las jugadoras y ella decidía si aceptarlo o no, si su respuesta era positiva, estaba “casada”. La mujer a su derecha, caminaba por la sala hasta encontrar un novio y así hasta que los jugadores estuvieran emparejados. Luego de esto, los hombres explicaban por qué se casaron. Para aquel entonces, fue de gran ayuda para los jóvenes que querían definir las cualidades de su futuro marido.

4. Improvisación

Se trataba de crear una historia típica del romance en la era victoriana. Un jugador comenzaba y mencionaba varios personajes que luego eran asignados a los demás. Al nombrar uno de los personajes correspondientes a otro jugador, este debía continuar la historia y así sucesivamente hasta terminarla. Lo único que había que tener era mucha imaginación.

5. Juego del revendo Crawley’s

¿Alguna vez jugaste Twister? ¡Probablemente sí! El juego del reverendo Crawley’s era muy similar al famoso Twister. Los jugadores tenían que hacer un círculo y tomarse de las manos, con cualquiera, menos con las personas de ambos lados. El juego requería mucho contacto físico y habilidad para deshacer el nudo de manos sin soltarlas.

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Entretenimiento sin sentido para nosotros, pero de gran importancia para los victorianos que, en ocasiones, terminaban emparejados.