“En aquellos tiempos, cuando todos los animales eran seres humanos…”, así comienzan sus relatos míticos los pemón, los indígenas de la Gran Sabana, en Venezuela.

Porque en todas partes a los humanos nos ha fascinado la posibilidad de transformarnos en algo que no somos, o de pensar que otros seres pueden –o quieren– ser como nosotros.

hombre lobo

En efecto, la teriantropía es la habilidad que tiene una persona de convertirse en animal, o la que tiene cualquier ser de mostrar características humanas… La teriantropía, que se conoce también como terimorfismo, es un vocablo compuesto por las palabras griegas therion (animal, bestia) y anthropos (hombre). ¿Te apuntas al tema?

Teriantropía. No son sólo hombres lobo

Seguro que fue lo primero que se te vino a la cabeza, el clásico licántropo u hombre lobo de nuestra antiquísima cultura popular.

brujas

Sin embargo, a lo largo de la extensa y humana mitología, tenemos muchos y variados casos en los que encontramos dichas transformaciones. De hecho, en nuestro imaginario humano, las brujas son tal vez quienes tengan poderes suficientes para tomar la forma de cualquier animal, siendo preferidos por encima de todos, los gatos.

Asiáticos

En China se decía que los zorros se transformaban en hombres, o que estos animales, que habían vivido más de 500 años en algún cementerio, se convertían en humanos a voluntad para atacar a la gente.

En Japón, por el contrario, el zorro es considerado un ser inteligente dotado de magia y es el protector de bosques y pueblos. Le llaman kitsune, y tiene la capacidad de adoptar la forma de mujer joven que muchas veces hace travesuras a las personas pero que, en general, es más bien amiga, amante, compañera o esposa.

kitsune

Se le dan ofrendas como si fuese una deidad.

Por supuesto, Egipto

Claro que debemos acudir a esta antigua mitología para explicar lo que decimos.

dios ra

Entre los seres mitológicos, tenemos a Ra, el “gran dios” egipcio, que se representaba como un hombre con cabeza de halcón.

América

Apartando el hecho indicado al comienzo del artículo, en donde en las culturas indígenas (al menos las venezolanas) se establece un tiempo mítico en donde “todo era humano” y además “hablaba”, hay también otras culturas americanas en donde existen huellas similares. Tenemos, por ejemplo, una leyenda guaraní que habla del lobizón, un hombre lobo que azota la región de Centro y Sur América; es una mezcla de humano y perro, y huele muy mal.

Entre los mexicas, la diosa de la fertilidad, Coatlicue, es una mujer con una falda de serpientes. Los nahuales, de Mesoamérica, eran hechiceros que podían volverse el animal que quisieran con sólo desearlo.

Coatlicue
Coatlicue

Y entre algunos pueblos nativos norteamericanos está muy extendida la idea de los cambiapieles, seres humanos que tienen maña para transformarse en cualquier animal y sólo necesitan tener un cinturón con la piel del animal en que piensen. Entre estos pueblos, el hombre (y la mujer) está emparentado con los animales y forman parte de sus espíritus guardianes.

Del mismo modo, entre los pemón, por ejemplo, existen ciertas sustancias mágicas que, al ser tomadas, te pueden convertir en ave, en pez o en cualquier otro animal.

Grecia y Roma

Por lo general, estos son los casos de teriantropía más comunes y conocidos, tanto que no pensamos en ellos. Es así que la mitología griega está llena de teriántropos, de seres que comparten características animales y humanas a la par.

Es el caso de las sirenas, con torso de mujer y cola de pez. Eran de una gran belleza y voz seductora, que hipnotizaban a los marinos con su canto; los tritones, con torso de hombre fornido cubierto por algunas escamas y cola de pez, además de garras; los centauros, seres con cuerpo de caballo y cabeza y torso humanos (la palabra centauro proviene del griego Κένταυρο, y significa “matador de toros”); los sátiros y faunos, semejantes mas no iguales, mitad hombres y mitad cabras, relacionados con el culto al dios del vino Baco o Dionisio; el Minotauro, que como su nombre lo indica, tenía cuerpo de hombre y cabeza de toro, y vivía en su famoso laberinto.

Un tritón tocando su cuerno
Un tritón tocando su cuerno

Y no podemos dejar de mencionar a las harpías, esos seres fabulosos cuya misión principal era hacer cumplir el castigo impuesto por Zeus a Fineo, que pelearon contra los argonautas, y que, finalmente, en la tradición mitológica fueron transformadas en genios malvados, con cuerpos de aves de rapiña y espantosos rostros de mujer, orejas de oso y afiladas garras, que llevaban consigo el infortunio, las pestes y las tempestades.

arpías

Tal vez, desde nuestro nacimiento como seres con conciencia, comprendimos que somos un solo ser con la naturaleza, que formamos parte del mismo conjunto, aunque en el camino hayamos perdido el rumbo y lo hayamos olvidado.

Quizá los tótems, los espíritus guardianes, las mitologías de todas partes pobladas de animales, y hasta la misma idea de la transformación en ellos no sea más que la huella de esa visión del humano como uno más del equipo. ¿A ti qué te parece?

Descubre el caso de un licántropo clínico muy temido que quizás te interese descubrir es el de: Manuel Blanco Romasanta. ¡No te lo pierdas!