La tierra y el universo son lugares misteriosos para toda la humanidad. Hay muchos secretos que aún no hemos descifrado, pero algo de lo que debemos estar seguros es de que el mundo se compone de opuestos, de dualidades, así como existe el día, existe la noche; así como existe la creación, existe la destrucción; así como existe el bien, existe el mal y así como existe Sköll, existe Haiti. Estos son dos lobos feroces y místicos pertenecientes a la mitología nórdica, cuyas historias y leyendas nos ha fascinado por sus épicos dioses. Si quieres saber más sobre estas criaturas y conocer cuál es su leyenda, acompáñanos en este nuevo artículo de  Supercurioso. ¡Empezamos!

Descubre la leyenda de Sköll y Haiti

hijos de loki

En la mitología nórdica, se cuenta que Loki, el dios del engaño, se involucró con la gigante Angrboda, del reino de Jötunheim. Esta era una criatura que disfrutaba creando grandes disturbios y con quien engendró tres terroríficos hijos: el lobo Fenrir, la serpiente Jörmungard y Hel, la diosa del inframundo.

El temible Fenrir se retrata como un lobo gigante y monstruoso, cuyo poder es tan grande que se predice será el asesino de Odín, el dios de la guerra y la sabiduría, una vez llegue el Ragnarök, es decir, la batalla del fin del mundo. Es, precisamente, Fernir el padre de los hermanos Sköll y Haiti, quienes, al igual que su progenitor son feroces y poderosos.

1. ¿Qué dice la leyenda?

Volviendo a nuestro tema sobre la dualidad, sabemos que los dos grandes astros que gobiernan nuestro destino son la luna y el sol. Desde el inicio de los tiempos, el hombre ha mirado a estos astros con expectación y curiosidad, pero también con miedo. En los países nórdicos, se dice que la Diosa Sól y su hermano Máni (la luna) eran los hijos del gigante Mundilfer. Estos dos dioses representaban el bien y se encargaban de proteger y de iluminar el mundo de los mortales, pero como el bien no existe sin el mal, eran asechados de muy cerca por los lobos Sköll y Haiti. 

De esta manera, y según cuenta la leyenda, Sköll (cuyo nombre puede traducirse como «repulsión y traición» o «aquel que burla») es quien se encarga de perseguir al sol; se cuenta, en las historias nórdicas, que a este lobo se le puede ver corriendo incasablemente detrás de los caballos Arvak y Alsvid, que tiraban del carro de la Diosa Sól. Por el otro lado, se dice que su hermano gemelo Haiti (cuyo nombre puede traducirse como «aquel que odia») es quien persigue a la luna y al Dios Máni. 

Y es que, aunque pareciera que esta persecución no termina nunca, eventualmente algún día, tanto Sköll como Haiti, lograrán su cometido. Todo Dios, monstruo y criatura sabe que en el momento en que estos hermanos logren su cometido, se dará el fin de todo lo existente. Pues, este hecho marcaría el inicio del Ragnarök, la temible batalla que te mencionamos; el temor porque este día llegara no era solo de horror para los mortales, sino también para los dioses.

Durante esta épica guerra, todos los dioses nórdicos, del clan de los Æsir, liderados por Odín, lucharían en contra de los gigantes de fuego liderados por Surt. Además, a estos últimos se les unirían los Jotun (otra raza de gigantes), liderados por el dios Loki. Esta batalla sería eterna y acabaría con casi todo el universo, dejando a todo el planeta inundado en la oscuridad y la penuria.  Lo más temible de este acontecimiento es que no solo se acabaría el mundo de los seres humanos, sino también el de los dioses, pues en la mitología nórdica se cree que los dioses son mortales, por lo que una batalla de esa magnitud significaría el fin de todo; literalmente. Por este motivo, es que todos temen que un día Sköll alcance al sol y Haiti a la luna.

2. El miedo y el temible ritual de los seres humanos

Skoll y haiti

El miedo a que este fatal destino se cumpla aumenta durante los eclipses. Se dice que, durante estos extraños fenómenos, se dan las condiciones perfectas para que Sköll y Haiti estén más cercas de sus objetivos, pues tanto el sol como la luna se encuentran completamente vulnerables. De esta manera, los mortales, atemorizados ante esta idea, se inventaron temibles rituales que buscaban evitar que estos lobos alcanzaran a los astros.

En un inicio, los seres humanos solían sacar palos, tambores, cacerolas para así provocar  el mayor ruido posible durante los eclipses. Se creía que debido a este fuerte estruendo lograrían asustar a los lobos oscuros y permitir, de este modo, que suelten de sus fauces infernales al sol y a la luna. Incluso se dice que subían a los montes más grandes para que el estruendo llegara aún más alto.  Afortunadamente, este ritual parecía servir y una vez libres de nuevo, Sól y Mani reanudaban su camino por lo que el eclipse desaparecía. Sin embargo, esto no duraba demasiado, pues nuevamente Sköll y Haita reanudaban su casería. 

Pero, después de esto, los rituales se volvieron un poco más macabros. Esos rituales se convirtieron en sacrificios, y el más escabroso de ellos, probablemente sea el del Águila Sangrienta. Durante este rito, a la víctima se le hace un corte a lo largo de la columna vertebral, dejando su espalda completamente abierta como si fueran las alas de un águila. Después de esto, la herida latente y abierta era regada con un puñado de sal. Se dice que este sacrificio servía también como un método de ejecución y tortura, aunque su veracidad histórica no está corroborada. Aun así, hay quienes dicen que este tipo de rituales saciaba la sed y el hambre de Sköll y de Haiti. Así que ya sabes, cada vez que alces la vista, recuerda siempre que en ese mundo celestial hay una persecución que no termina nunca, la de los lobos Sköll y Hati para alcanzar a nuestros astros más preciados. Una lucha, que, hasta el momento, nunca han ganado.

Bueno, hasta aquí ha llegado nuestro artículo de hoy sobre Sköll y Haiti, esperamos que haya sido de tu interés. Coméntanos qué opinas sobre esta leyenda y ya conocías a estos míticos lobos, por nuestra parte estaremos encantados de conocer tu opinión. Además, si quieres seguir descubriendo todo sobre la mitología nórdica, te invitamos a que leas nuestro post: Thor, el poderoso dios de la mitología nórdica.