Hay personas que nacen con suerte y otras a las que la diosa fortuna les sonríe en determinadas ocasiones y consiguen salir ilesos de trances que son mortales de necesidad. En Supercurioso os hablamos de 6 personas con increíbles historias de suerte y en esta ocasión queremos acercarnos a otro de estos casos: la protagonista, Joan Murray, sobrevivió a una caída de 4000 metros. Acompáñanos a conocer su extraordinaria aventura.

El caso que nos ocupa no es el único en el que alguien sobrevive a la caída desde una altura semejante. La azafata Vera Vulovic fue la única superviviente de un accidente aéreo en el que el avión se precipitó desde 10.000 metros de altura. Sin embargo, el caso de Joan Murray difiere del de Vera en que la primera se precipitó al vacío en una caída libre por el fallo de los dos paracaídas que debían protegerla.

Sobrevivió a una caída de 4000 metros

Los accidentes derivados de la no apertura de un paracaídas es muy difícil que acaben bien; pero en el caso que nos ocupa, sobrevivió a una caída de 4000 metros. Los hechos ocurrieron el 25 de Septiembre de 1999 y Joan Murray «volvió a nacer» gracias a unas hormigas rojas sobre las que cayó.

La protagonista

La protagonista de esta historia es Joan Murray, una empleada de banca, separada, y que en 1999 vivía en Charlotte, Carolina del Norte. Tenía de 44 años y le que gustaba, de vez en cuando, dedicarse a un deporte muy especial: el salto en paracaídas. Llevaba ya 35 saltos cuando, el 25 de Septiembre de ese año, se encaminó a un aeródromo cercano para realizar su salto número 36.

El accidente

Subió al avión y, como en las otras ocasiones, saltó desde casi 4.500 metros de altura esperando que su paracaídas se abriera. Sin embargo, esta vez, el artilugio no se abrió.

Sobrevivió a una caída de 4000 metros | Conoce su extraordinario caso

Cuando se encontraba a poco más de 200 metros del suelo, hacia el que se precipitaba a una velocidad de 128 km. por hora, se abrió el segundo paracaídas, el de reserva, pero quizá debido al nerviosismo no pudo parar la rotación constante de su cuerpo y, aunque se desplegó, no llegó a inflarse, quedando extendido como un trapo inútil. Agotada esta última oportunidad de frenar la caída, Joan se estrelló, ¿contra el suelo? ¡No exactamente! La mujer aterrizó directamente sobre el montículo formado por un nido de hormigas rojas compuesto por unos 250.000 elementos. Las hormigas rojas, viendo su hábitat atacado, acudieron en tropel a defenderlo y picaron a la semi-inconsciente Jean. Los médicos creen que esto fue lo que le salvó la vida.

Sobrevivió a una caída de 4000 metros | Conoce su extraordinario caso

¿Cómo sobrevivió Jean Murray a la caída?

Los médicos creen que las picadas de las hormigas rojas le salvaron la vida. Murray sufrió heridas gravísimas, quedando destrozado el lado derecho de su cuerpo. Si sobrevivió a una caída de 4000 metros fue porque a los pocos instantes de topar contra la tierra, fue picada por más de doscientas hormigas rojas. Este hecho hizo que se produjera una oleada de adrenalina que consiguió que el corazón continuara latiendo hasta que los equipos de emergencia llegaron al lugar donde se había estrellado para rescatarla.

La vida de Joan tras el accidente

Joan no salió ilesa del trance, sobrevivió a una caída de 4000 metros, pero estuvo en coma durante dos semanas en el «Carolinas Medical Center». Se le hicieron 17 transfusiones de sangre y pasó por el quirófano en 20 ocasiones. En sus primeros días en el hospital, la hinchazón hizo que su cuerpo prácticamente duplicara su volumen normal, pero a las 6 semanas ya estaba suficientemente recuperada como para volver a su casa donde fue atendida por sus hijas gemelas de 19 años, aunque necesitó muchas sesiones de rehabilitación para conseguir desenvolverse como antes de estrellarse.

Sobrevivió a una caída de 4000 metros | Conoce su extraordinario caso

Joan Murray demostró ser una mujer con gran coraje que sobrevivió a una caída de 4000 metros. Finalizada la rehabilitación, pudo optar por pedir una pensión de invalidez por discapacidad física, pero quiso seguir trabajando en el Bank of América y no se contentó solo con eso. A los dos años de haber sufrido el terrible accidente, volvió a saltar en paracaídas. Fue su salto número 37 y cuando acabó estaba feliz de haber podido hacerlo. Preguntada por los periodistas sobre el efecto que había tenido sobre ella el hecho de «haber vuelto a nacer», contestó que se tomaba la vida de una manera diferente; ya no era una adicta al trabajo como antes y se cogía tiempo para hacer todo aquello que consideraba realmente importante. También había aprendido a decir «gracias» y «te quiero» a los que la rodeaban.

Los accidentes entre los paracaidistas

Los accidentes por la no apertura de un paracaídas son escasos, pero cerca de 35 personas fallecen cada año en accidentes de paracaidismo. Decimos escasos si se tiene en cuenta que se considera un deporte de alto riesgo y que cada año se hacen más de 2’5 millones de saltos en el mundo. Estadísticamente esto supone una muerte por cada 75.000 saltos. Los defensores de esta práctica esgrimen que es mucho más peligroso caerse de una escalera ya que mueren una de cada 20.000 personas que sufren un accidente en ellas.

¿Qué te ha parecido la historia de esta mujer que sobrevivió a una caída de 4000 metros? ¿Habías oído hablar de algún otro caso semejante? Si es así, ¡compártelo con nosotros! y si quieres conocer a otros personajes afortunados, pero que no gestionaron bien lo que les trajo la suerte, te invitamos a leer el post: 5 estúpidos ganadores de la Lotería.