Quizá no te hayas topado nunca con un vampiro emocional, una de esos individuos de personalidad tóxica que van de aquí para allá dejando una estela de negatividad detrás de sí, dedicadas al vampirismo emocional, al ir de persona en persona quejándose, reclamando, victimizándose y absorbiendo lo mejor de los demás para dejar siempre lo peor de sí mismas. Quizá hayas corrido con suerte, o capaz ya conociste a alguien así y no te diste cuenta, o tal vez lo notaste y te separaste a tiempo. En todo caso, siempre es bueno aprender a reconocerlos y, sobre todo, a saber salir de los huecos que van dejando tras de sí, por eso en Supercurioso hemos preparado este artículo sobre cómo identificar y saber escapar de los vampiros emocionales.
Cómo lidiar con los vampiros emocionales
1. Vampirismo emocional
¿Qué son los vampiros emocionales? Para empezar, tenemos que aclarar que aquí no se trata de estigmatizar a nadie, de hecho, es probable que todos hayamos actuado como un vampiro emocional en algún punto de nuestras vidas, y que los recuerdos que otros tienen de nosotros es el de nuestra personalidad tóxica. Siendo así, no solo debemos cuidarnos de los vampiros emocionales que habitan en nuestro exterior, sino del que asecha tantas veces en nuestro interior.
Aclarado el punto anterior, pasemos a describir qué es, propiamente, el vampirismo emocional. Se trata de una actitud, una manera de afrontar la vida, en la que una persona (el presunto vampiro emocional) significa para quienes le rodean un desgaste constante. ¿Por qué? Pues por ser una persona con algunas cualidades poco gratas que, sin embargo, son difíciles de identificar de buenas a primera. Por ejemplo, una persona que se victimiza constantemente y que le exige a los demás que se pongan en su lugar, sin que sea ella misma capaz de ser empática. O una persona que juegue con las emociones de los otros, no necesariamente de forma consciente, para atarlos a sí misma. O una persona capaz de herir emocionalmente a otros sin sentir remordimientos y, una vez se le señala la falta, se victimiza y llora, pero sin asumir la falta, como el hombre que golpea a su pareja «porque la ama». Eso son los vampiros emocionales: una persona que tiene un pésimo manejo de sus emociones, y que es capaz de dañar las tuyas para sentirse mejor consigo mismo.
Esto, no obstante, no quiere decir que se trate de malas personas. Los vampiros emocionales no son malos per se, sino que simplemente, por algún trauma de la niñez o algún otro evento, aprendieron que la mejor manera de interactuar con el mundo que los rodea es esa. ¿Significa esto que debemos sentarnos con ellos, hablarles, comprenderlos siempre e intentar cambiarlos? Sí, pero también no. Primero porque una persona no cambia si no quiere, y segundo porque usualmente estas actitudes están bien arraigadas en el esquema de comportamiento de un vampiro emocional que más fácil les resulta cambiar de amigos o de pareja que sus propias actitudes.
Ahora bien, llegados a este punto puede que te preguntes, pero ¿Por qué se comportan así? ¿Por qué absorben mis energías, mis ánimos y mis emociones? Básicamente porque son inseguros/as y tienen una autoestima muy baja. Mediante el control y la manipulación emocional evitan que les dejemos, critican a los demás y a nosotros mismos para «anularnos» y emerger así, como las personas más perfectas del mundo, como los únicos que pueden hacernos felices, en vista de que nosotros, «no valemos nada».
¿Quieres intentar mejorar la vida de alguno? Pues, bien, te deseamos suerte, pero sobre todo esperamos que sepas identificar el momento en el que tengas que alejarte, porque sino el vampiro emocional puede terminar consumiendo no tu sangre, sino tu energía psíquica, tu vitalidad, tu vida.
2. Tipos de vampiros emocionales
Para identificar a un vampiro emocional es importante conocer sus características básicas, o las personalidades que suelen adoptar con tal de lograr sus fines. Algunos expertos, en un intento por definir los tipos de personalidades tóxicas que suelen definir a los vampiros emocionales, han logrado identificar por lo menos siete tipos distintos, que son los que te presentamos a continuación. Sin embargo, es bueno aclarar que estos «tipos» no son personalidades tóxicas estáticas, sino que pueden variar, hasta el punto de que un mismo individuo puede presentar características propias de distintos tipos. Aclarado esto, pasemos, pues, a los 7 tipos de vampiro emocional.
2.1 Personalidad criticona
Es un tipo de vampiro emocional relativamente fácil de identificar: basta que pases unas cuantas horas junto a uno y pronto notarás que el centro de su mundo es la crítica, pero no una crítica constructiva, ni una crítica que venga del criterio, sino simplemente de la crítica en su peor sentido, la que denigra y busca hacer sentir al otro inferior. «¿Por qué lo criticas todo?», podrías atreverte a preguntarle, y este seguramente respondería algo como: «Yo solo quiero lo mejor para tí», ajá, así es como engatusan. Pero cuidado, porque en el fondo lo que quieren es sentirse superiores, hacerte dependientes de ellos, así que ten mucho cuidado al toparte con uno de estos vampiros emocionales.
2.2 Personalidad pesimista
Son de estas personas que no pegan una, todo les sale mal, se frustran, piensan que no tienen la culpa y que no pueden hacer nada para cambiar sus vidas. Pero, ¡cuidado!, que no les basta solo con expresar sus opiniones negativas, sino que están absolutamente convencidos de que los demás deben adoptar su punto de vista: ¿Crees que puedes ser mejor de lo que eres, «No seas iluso», te dirán, intentarán que no avances, te querrán estancado, así que aprende a no hacer caso a lo que digan o, mejor aún, prescindir de ellos. Sabemos que es difícil, sobre todo si es una persona con la que tienes profundos vínculos emocionales, pero si quieres crecer tendrás que hacerlo.
2.3 Personalidad catastrófica
Todo es un desastre, una catástrofe de proporciones infinitas, para estas personas. Estos vampiros emocionales suelen exagerar todo y hacerte adoptar un punto de vista similar al de ellos. Los que tienen esta personalidad catastrófica suelen hablar de hecatombes y tragedias que ven en las noticias, y están convencidos de que la vida no es más que una serie de situaciones peligrosas y desgracias inminentes, llevando el pesimismo hasta el extremo.
2.4 Personalidad quejona y victimista
Todo lo malo les ocurre a ellos y nada pueden hacer para evitarlo, es más, ni siquiera es su culpa, es una cuestión del destino, están condenados, nada está bien, todo viene con un problema. ¿Les regalas un dulce? Les empalaga. ¿Les cantas una canción? Desafinas. ¿Llegaste 5 minutos tarde? Ay, mejor ni te presentas, porque lo que viene es una verborrea de proporciones exorbitantes en la que tú representas todo lo malo del mundo y ellos la simple víctima indefensa que cayó en tus fauces. Siempre tratarán de culparte de algo, y en ese ciclo de culpabilidad, retenerte, intentar que siempre pretendas redimirte y, cada vez que lo intentes, fracasarás de nuevo para que se repita el ciclo. ¡Ten cuidado con este tipo de vampiro emocional!
2.5 Personalidad violenta
¿Conoces a alguna persona que, de la nada, ante cualquier problema insignificante, explote de ira? Sí, estos son uno de los vampiros emocionales. Si algo no sale como debía, pueden gritar y hasta caer en la violencia, y nunca será su culpa, según ellos, para estos sujetos su violencia está más que justificada, y harán lo que sea para demostrarlo. Y, lo peor, cuando intentes dejarlos te harán sentir que la culpa es tuya, para que no te apartes.
2.6 Personalidad sarcástica
Este tipo de vampiro emocional puede parecer inofensivo, pero no lo es. Con comentarios hirientes escondidos detrás de insinuaciones aparentemente inofensivas irán haciéndote sentir mal, justificándose luego al decir que se trataba de una simple broma. A ti te harán sentir mal, pero si lo señalas te dirán que te estás haciendo la víctima, que no era para tanto, un chiste inocente solamente. Sus comentarios, claro, pueden resultar graciosos, cómicos, ingeniosos, pero ten cuidado, porque quizá te rías si no van dirigidos hacia ti, pero de igual manera pueden estarle faltando el respeto a alguien más. Así que ten cuidado al avalar este tipo de actitudes, y aprende a diferenciar una broma de un carácter constante y compulsivo.
2.7 Personalidad pusilánime
Quizá parezcan uno de los más inofensivos en apariencia, pero estos vampiros emocionales tan peligroso como cualquier otro. Los de personalidad pusilánime juegan a conseguir la lástima de los demás, se muestran como incapaces para que otros los atiendan y se presentan como desvalidos a los que hay que ayudar. ¿Su verdadero fin? Que los ayudes, en efecto, que les des tu atención y resuelvas todos sus problemas por ellos, quitándote el tiempo y la energía que tantas veces deberías dedicarte a ti mismo. ¿Significa esto que no hay que ayudar a los demás? ¡Para nada! Pero cuidado, que ayudar no significa dedicar toda tu vida a resolver los problemas de otros y abandonarte a ti mismo.
3. Características de las personalidades tóxicas
Si bien hay varios tipos, hay características comunes que definen a los distintos tipos de personas tóxicas y que te pueden ayudar a identificar a los vampiros emocionales. Aquí van algunas de sus características:
- Son hábiles artesanos de la manipulación emocional. Extienden su control hacia nosotros de un modo del que al principio, apenas somos conscientes, pensamos que hacen determinadas cosas porque nos quieren, porque quieren tenernos a su lado. No obstante, en el momento en que te das cuenta de que dejas de quedar con tus amigos, de ver a tu familia o de tomar tus propias decisiones, descubres que algo falla.
- Siempre suelen pensar lo peor. Si has decidido cambiar de trabajo, lo más probable es que te digan que no tienes aptitudes para ese nuevo puesto y que, seguramente, te van a despedir. Son algo catastróficos, piensan mal de todo el mundo y les gusta mucho utilizar la crítica, como si ellos fueran un claro ejemplo de perfección.
- En ocasiones suelen utilizar la burla y el sarcasmo. Todas estas formas de comportamiento no es más que un modo de control a la vez que de despreciar a quienes les rodean. Pero cuidado, a la vez que despliegan todas estas dimensiones, suelen ser muy hábiles haciéndose las víctimas y jugando con nuestros sentimientos. «Te vas a esa fiesta y me dejas solo/a, eso es porque ya no me quieres y prefieres estar con otros antes que conmigo». «Nunca te das cuenta del daño que me haces, con lo que yo te quiero y con lo que te cuido». ¿Has escuchado alguna frase como esta?
- No suelen practicar mucho la empatía. Los vampiros emocionales son, definitivamente, poco empáticos. De hecho, lo le interesan los demás, suelen interesarse solo por sí mismos y por lo que los demás pueden representar para ellos, es por esto que hay que tener mucho cuidado con estas personalidades tóxicas. ¿Quiere decir esto que son incapaces de querer? No, de hecho pueden estar convencidos de que quieren, y convencer a los otros también. El problema es que su manera de querer está completamente centrada en sí mismos, y en manejar a los otros a su conveniencia.
4. ¿Cómo huir de un vampiro emocional?
Probablemente lo más peligroso de un vampiro emocional es que pretenden engatusar a los demás emocionalmente. Te convencen de que te quieren, o de que los necesitas, que dependes de ellos o que ellos dependen de ti, lo que sea que les haga falta para que no los dejes. ¿Estás atrapado en una relación así? Seguro cada vez que te molestas con tu vampiro emocional este se hace la víctima, intenta, por todo medio, hacerte sentir culpable, si vas ganando en una discusión entonces cambia el tópico bruscamente, juegan con tus emociones, buscan alterarte, enredarte, confundirte. Por eso es tan difícil salir de los vampiros emocionales.
¿Quieres hacer que un vampiro emocional cambie? Resulta bastante difícil, probablemente si los dejas buscarán una nueva víctima, si es que ya no la tienen. Si intentas, por todos los medios que puedas, hacer un cambio significativo en sus vidas, se resistirán con todo lo que tienen, y ni siquiera de una manera consciente: sus actitudes están naturalizadas y las reconocen como normales, y si intentas mostrarles que no lo son, saldrán con alguna excusa. «Es que tú no sabes lo que yo he pasado», dirán.
¿Has caído en una relación tóxica? Lo más sensato, sinceramente, es romper el ciclo. ¿Es doloroso? Sí, pero a largo plazo significará un mayor bienestar para ti. Así que sal de ahí, corta la relación con ese vampiro emocional que te retiene, sabemos que puedes y te apoyamos.
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