Uno de los mitos más conocidos de la tradición mitológica griega es el rapto de Perséfone. Las relaciones entre los diferentes dioses del Olimpo eran complicadas y en ocasiones incomprensibles y abominables. Una de las actividades a la que se dedicaban sin ningún pudor era el rapto y la violación. Son numerosos los casos relatados en los mitos: Medusa es atacada por Poseidón, Palas intenta violentar a Atenea en algunas versiones del origen del nombre de la diosa, Cardea es violada por Jano, Ganimedes es raptado por Zeus que se había enamorado de él… Sin embargo el secuestro más notorio de la mitología es El rapto de Proserpina o Perséfone por parte de Hades o Plutón. Acompáñanos a conocer y profundizar en lo que ocurrió.
El rapto de Proserpina o Perséfone
Para empezar es necesario aclarar que Proserpina y Perséfone son la misma persona. Proserpina es el nombre que los romanos dieron a Perséfone. La madre griega es la diosa Deméter y su homónima romana es Ceres. El secuestrador no es otro que el dios del inframundo: para los griegos Hades y para los romanos Plutón.
Los historiadores creen que la fama de esta historia mitológica se debe a que incluye tres elementos con los que la gente puede identificarse: la joven e inocente Perséfone, el dolor de una madre que pierde a su hija y la inmensa alegría del retorno. La importancia que tenía el mito en las sociedades griega y romana se debe a que a través de el se explicaba el paso de las estaciones y en especial la existencia del invierno.
Mito del Rapto de Proserpina o Rapto de Perséfone
Algunas versiones del mito inician el relato explicando que Afrodita (Venus para los romanos) envió a su hijo Eros (Cupido) para que le clavase una flecha a Hades (Plutón) y así pudiera conocer el amor. Hades se enamoró de su sobrina Perséfone (Proserpina) que era hija de su hermana Deméter (Ceres) la diosa de la agricultura. Hades decidió raptarla y llevarla al inframundo para desposarla y hacerla su reina. Aprovechó que estaba en Sicilia acompañada por unas ninfas para secuestrarla.
Deméter se desesperó buscándola y mientras lo hacía descuidó la tierra que se volvió infértil causando una gran hambruna entre los humanos. También castigó a las ninfas que debían vigilarla convirtiéndolas en sirenas. Zeus, preocupado, sabiendo que era Hades quien la retenía envió a Hermes para solicitarle que la dejase ir. El dios del inframundo accedió con la condición de que no comiera nada hasta salir de su reino. Sin embargo, le preparó una trampa y la joven ingirió 4 semillas de granada, fruta que simboliza la fidelidad conyugal. Al llegar al exterior y debido a que había comido esos 4 granos los dioses se reunieron y llegaron a un acuerdo: Perséfone pasaría 8 meses en el exterior, junto a su madre, y 4 en el inframundo junto a Hades. Este último período corresponde al invierno. Nada fructifica debido al dolor que siente Deméter por la separación de su hija; cuando esta regresa todo florece y se inicia la primavera.
Dios del Inframundo
Hades, el dios del inframundo, es uno de los protagonistas del mito. Como vimos en el artículo dedicado a él: 3 Mitos de Hades curiosos | Leyendas del dios del inframundo, era un dios que solía permanecer alejado tanto de los problemas humanos como divinos y se diferencia de la mayoría de los dioses en que se le conocen pocos ataques a féminas, únicamente a las ninfas Mente y Leuce, ya que al parecer estaba muy unido a su esposa Perséfone. La copia romana de Hades, es el dios del inframundo romano: Plutón. Era más benigno que Hades y uno de las ocho divinidades que podían ser representadas en oro o plata. En Sicilia, isla en la que tradicionalmente se consideraba que estaba el escenario en que se produjo el rapto de Proserpina, junto a la fuente de Ciane, se sacrificaban cada año dos toros negros en honor al dios Plutón.
Hades y Perséfone
De la relación entre Hades y Perséfone existen varios mitos que mencionan que Perséfone era muy celosa. Este hecho nos lleva a pensar que quizá tienen razón algunos estudiosos del mito que apuntan que Perséfone no era tan inocente y que posiblemente estaba enamorada de Hades. Creen que el rapto fue una treta para poder estar con el dios del inframundo sin perder su reputación ni el cariño de su madre. También creen que ingirió los cuatro granitos de la fruta expresamente para poder reunirse con Hades unos meses cada año.
El Rapto de Perséfone o Rapto de Proserpina, la Escultura de Bernini
Una de las esculturas más famosas de la historia del arte es la conocida como «El Rapto de Perséfone» o «Rapto de Proserpina» de Gian Lorenzo Bernini. Esta escultura barroca creada por el maestro entre 1621 y 1622 representa el momento en que Proserpina es capturada por Plutón y conducida al inframundo. El grupo escultórico está realizado en mármol y los expertos en arte indican la importancia del «contraposto retorcido» a partir del cual es posible observar en la obra tres situaciones diferentes según la orientación desde la que se mira. Desde la izquierda se ven los esfuerzos de Plutón por conducir a Proserpina al inframundo contra su voluntad, desde la derecha parece una situación menos tensa y representa la entrada de Plutón en su reino con Proserpina en brazos. La tercera visión es también desde la derecha pero contemplando a la mujer y su rostro lloroso que representa la súplica a su madre.
Entre los detalles más destacables están los dedos de Plutón apretando las piernas de Proserpina y el desplazamiento del la piel del rostro del dios cuando la joven lo aparta con su mano.
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Imagen: Int3gr4te