Cuando hablamos de los lugares qué ver en Japón, va surgiendo una lista que parece no tener fin. El Santuario Itsukushima de Miyajima, el Santuario Fushimi Inari en Kioto o el Castillo Himeji son solo algunos de ellos. Pero más allá de la belleza arquitectónica y el acervo histórico y cultural, en el país nipón se encuentra uno de los lugares más tenebrosos del mundo. Se trata del tétrico bosque de los suicidios, cargado de las más insólitas leyendas de horror. El bosque de Aokigahara y la fatalidad parecen ir históricamente de la mano en este singular escenario en la falda del monte Fuji.
Y es que, ya se ha convertido en una siniestra tradición, que aquellas almas heridas, esas que no logran dar con una solución a sus tristezas y problemas, y toman el suicidio como camino, que elijan un escenario en particular. Aokigahara, también conocido como el Mar de árboles, es un bosque de unos 35 kilómetros cuadrados, entre las prefecturas de Yamanashi y Shizuoka. Se ha hecho siniestramente popular porque toda persona que no ve solución al dolor de su vida, simplemente elige una cuerda y un árbol cualquiera, donde dar fin por siempre a su existencia. Terrible, sin duda. Con el paso del tiempo, este lugar se ha ganado la fama de ser el bosque de los suicidios. Acompáñanos en Supercurioso a conocer un poco más de su historia.
La historia de Aokigahara
Uno de los datos curiosos de este bosque es que el nombre de Aokigahara aparecía ya en numerosos poemas en la antigüedad. Conocido como «el mar de árboles», este lugar no dejaba de tener cierta belleza, cierto misticismo milenario. El imponente monte Fuji ha sido siempre su regente, su vigía expectante. Él fue quien le dio vida a través de varias erupciones que originaron finalmente este bosque de 35 kilómetros cuadrados.
En todos esos viejos poemas ya se hablaba de las «presencias». De seres demoníacos que habitaban en la penumbra y en las cortezas de los árboles. Llegada la época feudal, la leyenda dio paso a una horrenda realidad. La hambruna, la miseria y la desesperación hizo que muchos niños y ancianos fueran abandonados allí a su suerte. La muerte les recibió en el bosque, con los brazos abiertos. Nadie sobrevivía en Aokigahara. Era frecuente encontrarse ya en aquella época con los cuerpos de numerosas personas que habían fallecido de inanición o de enfermedad.
Una dura realidad que no hizo más que dar más brillo a la leyenda, ofrecer más sustrato a un bosque que, al parecer, siempre estuvo habitado por esa estela de lo extraño y lo maligno. Y es que en aquellos años, las personas morían en el mar de árboles de una manera trágica y lamentable. Padeciendo los horrores de una vida marcada por las limitaciones. Pero tiempo después, la muerte no solo recibía a las personas en el bosque. Eran ellos, cargados de sus propias miserias, los que iban a buscarla ansiosos. Y así empezó la historia del bosque de los suicidios.
¿Cómo se convirtió en el bosque de los suicidios?
Llegados los años 60, se dio una vuelta de tuerca aún más inconcebible al bosque de Aokigahara. Ya no solo cargaba la historia de los niños y ancianos abandonados a su suerte. También se había convertido en el lugar que muchos japoneses elegían ir para quitarse la vida. Pero, ¿por qué razón? Esta es una pregunta que aparece una y otra vez en nuestra mente, aunque las razones parecen tener un origen singular a la vez que práctico. Aokigahara queda muy cerca de Tokio. No es más que un simple paseo donde llegar finalmente a un escenario tranquilo, un lugar sereno donde poner punto final al rumor doloroso de la vida. Pues sí. La carga negativa de los miles de suicidios que han ocurrido en este bosque, parece provenir fundamentalmente de una razón de practicidad geográfica.
¿Quieres conocer otra poderosa razón? Suicidarse en Aokigahara es gratis. Así es. Si eliges, por ejemplo, hacerlo en Tokio tirándote a las vías del tren o incluso en tu propio garaje o en la bañera, ocasionarás unos gastos elevados con los que habrá de cargar tu propia familia. Le dejarás como herencia a tus seres queridos una pesada deuda tras tu muerte. En cambio, hacerlo en un bosque es gratis. Esta especie de «ventaja» del bosque de los suicidios ha hecho que en los últimos cuarenta años, el número de cuerpos encontrados en Aokigahara sea muy elevado. ¿Un ejemplo? En el 2002 fueron 78 los cadáveres encontrados. El promedio se encuentra entre los 50 y 100 suicidios cada año.
¿Cómo es pasear por el Bosque de Aokigahara?
Si eres de esos viajeros aventureros, avezados y con ganas de ir hasta el límite en cada uno de los lugares que visitas, quizás te animes a recorrer con tus propios pies el bosque de Aokigahara. Si alguna vez te arriesgaras a adentrarte en este bosque, a medida que fueras avanzando en su espesura, te sorprenderían dos cosas. La primera es la atmósfera que allí se respira. Opresiva e incómoda. Se dice que esa sensación es debida a los campos magnéticos que allí se concentran. Quién sabe, pero la sensación es patente e incómoda.
La segunda cosa que te llamará la atención en el bosque de los suicidios es la cantidad de basura repartida en el suelo. Aunque más que basura, son en realidad efectos personales: zapatillas, carteras, fotografías… pertenencias de todos aquellos que eligieron poner fin a su vida en el bosque. Al día de hoy son trescientos los operarios que trabajan en Aokigahara. ¿Su función? Patrullar el bosque cada día para recoger posibles cuerpos que cuelguen de las ramas de los árboles y prevenir que no se den más suicidios. De ahí que gran parte del bosque esté cercado por numerosos carteles escritos en japonés e inglés con las siguientes palabras: “Tu vida es valiosa y te ha sido otorgada por tus padres. Por favor, piensa en ellos, en tus hermanos e hijos. Por favor, busca ayuda y no atravieses este lugar solo”.
Y tú, ¿Conocías la perturbadora historia de Aokigahara? ¿Te animarías a visitar este bosque y recorrerlo? Anímate a dejarnos todas tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos encantados de leerte! Si quieres conocer un poco más sobre la historia de este siniestro lugar, no te pierdas el artículo en el que te contamos sobre los mejores datos curiosos del Bosque de los Suicidios. Y si eres, como nosotros, un amante de lo oculto y misterioso, quizás te interese profundizar en la historia de otro lugar, verdaderamente espantoso. Se trata de Amityville, la casa en la que en el año de 1974, un joven enloqueció y asesinó con un rifle a toda su familia… ¡Nos encontramos en un próximo artículo supercurioso!