El planeta Tierra se caracteriza por su alucinante biodiversidad. Paisajes, territorios, recursos naturales, animales curiosos de todo tipo y un reino vegetal prácticamente infinito… Es tanta la variedad que hay en nuestro planeta, que aún es mucho lo que falta por descubrir. Ahora bien, entre todas las especies de animales, hoy queremos hablarte de los reyes de las aguas: los peces. ¿Te imaginas un mundo sin peces? Seguramente sería un planeta con muchos menos seres humanos y con más hambre. Sin contar el desequilibrio en el medio ambiente que podría generarse por ello.
En las próximas líneas queremos contarte como sería nuestro mundo sin estos animales, tocando también las consecuencias de la sobrepesca. ¿Nos acompañas? Pues, ¡Empecemos este artículode Supercurioso!
¿Por qué un mundo sin peces no podría existir?
Los peces desempeñan un papel fundamental en la vida en nuestro planeta. Su presencia y función son vitales para mantener el equilibrio de los ecosistemas acuáticos y, en consecuencia, para la salud de todo el planeta Tierra.
En primer lugar, los peces son una parte esencial de la cadena alimentaria en los océanos, ríos y lagos, siendo una fuente de alimento para una gran variedad de especies, incluyendo a los seres humanos.
Además, su dieta se compone de otras criaturas acuáticas, regulando así las poblaciones de especies más pequeñas y evitando desequilibrios en los ecosistemas.
Por otro lado, los peces también contribuyen significativamente al ciclo de nutrientes en los ecosistemas acuáticos. A través de sus desechos, aportan nutrientes como nitrógeno y fósforo al agua, lo cual es fundamental para el crecimiento de plantas acuáticas y fitoplancton.
Estas plantas, a su vez, generan oxígeno a través de la fotosíntesis, proporcionando un ambiente propicio para la vida marina. De manera similar, los peces actúan como bioindicadores: cambios en su población o salud pueden señalar problemas ambientales más amplios, como la contaminación del agua o los cambios en las condiciones climáticas.
El panorama actual
Para la mayoría de nosotros un mundo sin peces es difícil de imaginar. Pero, cifras recientes proporcionadas por la WWF (el Fondo Mundial para la Naturaleza, por sus siglas en inglés), revelan que quizás no estemos muy lejos de enfrentar un escenario así de dramático y apocalíptico.
Estudios recopilados y patrocinados por esta organización revelan que entre 1970 y 2012 la población marina mundial se redujo en un 49%, es decir, que en apenas 42 años acabamos con la mitad de la vida en los mares del mundo.
El estudio del que se deriva este porcentaje alarmante, llamado “Índice Planeta Vivo”, evaluó las tendencias de más de 6.000 comunidades o ecosistemas conformados por 1.234 mamíferos, reptiles, aves y peces, y los resultados no pudieron ser más dramáticos. Estas cifras se hacen más graves cuando se estudian especies en particular como las caballas, el atún de aleta azul o los tiburones en general.
La posibilidad real de habitar un mundo sin peces tiene mucho que ver con las consecuencias de la sobrepesca, así como con los cambios en los ecosistemas.
En los casos concretos de la caballa y el atún azul, ambas especies han sufrido una disminución del 75%. Y en el caso de los tiburones se cree que un 25% de sus especies podría extinguirse en los próximos diez años.
Aunque se trata de un problema mundial, el océano más afectado es el Pacífico y uno de los mares es el Mediterráneo, donde se estima que la reducción podría estar por el 89%.
Las causas de la disminución de la población de peces
Las causas principales de esta reducción mundial de la población marina son la sobrepesca, la destrucción de hábitats y la contaminación tanto del agua como del aire. Veámoslo en profundidad.
Las consecuencias de la sobrepesca
Un mundo sin peces puede ser una realidad tangible e incluso cercana. Y en ello, la sobrepesca tiene una incidencia directa. Las consecuencias de la sobrepesca son devastadoras para los ecosistemas acuáticos y la vida en nuestro planeta. En primer lugar, agota las poblaciones de peces, desequilibrando los ecosistemas marinos y fluviales.
La extracción excesiva de peces reduce drásticamente sus números, lo que interrumpe la cadena alimentaria y puede llevar a la extinción de especies, desencadenando un efecto dominó en el ecosistema. Esto afecta no solo a los peces en sí, sino también a otras especies que dependen de ellos para su alimentación, desencadenando un impacto negativo en toda la red trófica.
Además, la sobrepesca no solo afecta a la biodiversidad, sino también a la economía y las comunidades que dependen de la pesca.
La disminución de las poblaciones de peces impacta directamente en la industria pesquera, dejando a pescadores sin medios de subsistencia y afectando a las economías locales. Esto también conlleva riesgos para la seguridad alimentaria de las poblaciones que dependen del pescado como fuente principal de alimento.
En última instancia, la sobrepesca puede llevar a un mundo sin peces, pues amenaza la estabilidad de los ecosistemas marinos y la sostenibilidad de los recursos pesqueros, resaltando la necesidad urgente de prácticas pesqueras sostenibles y medidas de conservación para proteger los océanos y su biodiversidad.
La destrucción de los hábitats y la contaminación
Además de las consecuencias de la sobrepesca, hay otros factores que pueden ser determinantes para que al cabo de unos años tengamos un mundo sin peces. Uno de los más importantes es la destrucción de los hábitats. El daño en el equilibrio de los manglares, campos de algas y arrecifes de coral, sin duda que afecta la supervivencia de muchas especies de peces.
Esta destrucción puede ser causada directamente, como en el caso de los manglares, o como daño colateral causado por la contaminación y el calentamiento global. El informe de la WWF señala que para el 2050 todos los arrecifes tropicales del mundo podrían estar muertos, debido a la acidificación y al calentamiento del agua, lo que afectaría a un 25% de las especies marinas.
También señala, como síntoma de los altos niveles de contaminación que puede llevar a un mundo sin peces, la presencia de más de 250.000 toneladas métricas de plástico en los océanos.
El Fondo Mundial para la Naturaleza está tratando de alertar a las naciones del mundo para revertir esta situación mientras estemos a tiempo. La desaparición de la vida marina quizás no acabe con nosotros de inmediato (aunque disminuiría drásticamente la producción de oxígeno y habría hambrunas en distintas regiones del planeta), pero sí afectará negativamente nuestra calidad de vida, y será un paso más en dirección a la extinción.
¿Y tú qué opinas? ¿Podrías vivir en un mundo sin peces ni mariscos? Déjanos saber tu opinión en un comentario. Y si te interesa este tema, no te pierdas el artículo en el que te contamos sobre las plantas en peligro de extinción. Ahora, si te cuentas entre los fanáticos de estos animalitos, disfruta de este otro artículo sobre las curiosidades de los peces. ¡Hasta la próxima!