En un artículo anterior te hablamos sobre diversos mitos y creencias sobre el embarazo, y uno de ellos era, precisamente, el tema de las relaciones íntimas durante la gestación.
En este post queremos ahondar un poco más y hablarte no sólo de la conveniencia o no de hacer el amor en esta etapa, sino también de los posibles efectos que esta práctica tendrían sobre el bebé. ¿Nos acompañas?
Relaciones íntimas
Mantener relaciones es bueno siempre, tal y como te comentamos en otro artículo sobre los beneficios de hacer el amor todos los días. Sin embargo, a muchas mujeres embarazadas les preocupa que tales actividades sean poco recomendables o saludables, para ellas y para el feto.
Lo cierto es que si tu embarazo no tiene complicaciones, no hay razones médicas o físicas para no tener relaciones íntimas, incluso todos los días (claro, si tienes ganas y tiempo…). De hecho, puedes hacerlo incluso antes del parto, no correrás peligro, y tu bebé tampoco. Y desde un punto de vista más íntimo, tu pareja y tú os sentiréis más unidos, más proclives a enfrentar ese cambio radical de sus vidas.
Pero ¿qué es lo que pasa en tu cuerpo con el embarazo? Muchas cosas, obviamente; una de ellas es que la pelvis tiene más riego sanguíneo durante estos nueve meses, y tus genitales pueden hincharse aumentando de esta manera las sensaciones de placer. Hay más humedad vaginal, lo que definitivamente puede ser una ventaja.
Naturalmente, no todas las mujeres sienten lo mismo; habrá a quienes esto no les guste. Pero si estás en el grupo de las que sí, ya ves, no hay ningún obstáculo para hacer el amor cuantas veces quieras y te lo permita la panza…
¿Y el bebé? ¿Sentirá algo?
No, ese conocido chiste de un bebé tocando con el dedo repetidamente la frente del padre y preguntándole “¿te gusta, te gusta?”, es uno de los mitos. Los bebés no sienten nada. El líquido amniótico que lo rodea lo protege de cualquier amenaza, y sirve como eficaz amortiguador, a menos que la sesión sea demasiado intensa.
Fíjate que recomiendan a la madre embarazada realizar ejercicio físico, y eso no lo perjudica para nada. Lo que percibirá el bebé será tu orgasmo, pues el útero se contrae un poco y esa presión sí la sentirá.
Sin embargo, sigue siendo algo muy suave, no representa ninguna situación de estrés para él ni corres el riesgo de provocar un trabajo de parto anticipado. Esto es cierto, aunque hay algunos estudios clínicos que relacionan la actividad sexual en etapas muy avanzadas del embarazo con nacimientos prematuros.
Esto podría deberse a que la prostaglandina, presente en el semen, que estimula el cuello del útero. Hay muchos médicos que recomiendan una sesión sexual si la fecha del parto ha pasado y no presentas ninguna señal de que vayas a parir.
¿Y las posturas?
La creatividad y el tamaño de tu pancita te indicarán la mejor postura, pero por lo general las mujeres embarazadas prefieren quedarse arriba, o acostadas de lado, o en la famosa postura del perrito. Ya decidirás cuál te va mejor.
¿Y tú qué crees, mantener relaciones íntimas durante el embarazo es seguro? Coméntalo con nosotros y lee también sobre los orgasmos durante el parto, es posible y descubre las consecuencias de drogarte durante el embarazo.