¿Por qué los perros se comen la caca? La coprofagia, o el hábito de los perros de comer sus propias heces o las de otros animales, es un comportamiento desconcertante para muchos dueños de mascotas. Aunque puede resultar desagradable, este comportamiento tiene raíces en la historia evolutiva y el entorno natural de los perros.
En este sentido, se cree que hay varias razones detrás de este comportamiento, que incluyen instintos de supervivencia, necesidades nutricionales no satisfechas, factores ambientales y comportamentales.
Algunos animales comen heces, sí, por asqueroso que pueda parecerte no es una conducta anormal y no necesariamente denota algún problema dependiendo de la especie de la que se trate. Por lo que es posible que veas tanto animales domésticos como silvestres tener la misma práctica. En este artículo de Supercurioso, veremos por qué los perros se comen la caca, desde un punto de vista psicológico como científico.
¿Por qué algunos perros se comen heces?
Entonces, ¿por qué algunos perros se comen heces? La coprofagia en los perros, o la ingesta de heces, ha intrigado a los dueños de mascotas y a los expertos durante mucho tiempo, generando diversas teorías que buscan explicar este comportamiento. Desde la simple atracción por el sabor hasta razones más fundamentadas en instintos naturales, las explicaciones son variadas y complejas.
Una de las teorías sugiere que la coprofagia puede derivar de la naturaleza omnívora y carroñera de los perros. Se plantea la posibilidad de que las heces contengan componentes no digeridos, como grasas y proteínas, que podrían atraer a los perros en busca de nutrientes adicionales. Aunque esta hipótesis es considerada la más probable, la realidad es que nadie tiene una respuesta definitiva.
Históricamente, se sostenía la idea de que la coprofagia era una respuesta a deficiencias en la dieta canina. Sin embargo, esta explicación ha sido en gran medida refutada, y ahora se entiende que ciertos trastornos médicos raros podrían contribuir a este comportamiento. En caso de inquietudes sobre la salud del perro, es importante consultar a un veterinario para un diagnóstico adecuado.
Otra perspectiva plantea la coprofagia como un comportamiento aprendido. Los cachorros, al observar a sus madres o compañeros, podrían imitar la práctica de consumir heces. En este contexto, las perras a veces comen las heces de sus cachorros para mantener el entorno del nido limpio y libre de enfermedades. Este comportamiento puede tener un componente instintivo, ya que también puede servir para evitar atraer a depredadores al área del nido.
Ahora veremos, por qué los perros se comen la caca desde un punto de vista psicológico.
Razones por las cuales los perros se comen las heces
En los perros la coprofagia es algo más frecuente que en los felinos y las razones son mucho más amplias.
- Al igual que las gatas, para limpiar y proteger a sus crías las perras suelen ingerir las heces de sus cachorros.
- Una conducta natural de supervivencia es el coprofagia hacia otros animales, como caballos, vacas e incluso gatos, ya que con ellas encuentra ingerir un alto valor nutritivo. Recordemos que los perros son carroñeros por naturaleza.
- Algunos problemas digestivos también pueden ser una causa. Cuando el perro no digiere bien sus nutrientes ingiere sus heces para recibir esos nutrientes. Esto puede evitarse mejorando su dieta y que no sea únicamente a base de alimentos secos.
- El confinamiento, estrés o aburrimiento son también motivos que pueden conducir a que coman su propia caca o la de otros perros.
Indiferentemente de las razones, que pueden ser muchas, si notas que esta conducta se presenta en tu mascota y se convierte en un hábito debes acudir al veterinario para detectar si existe un problema y tratarlo.
¿Te ha quedado claro por qué los perros se comen la caca? Ahora, pregúntate: ¿Mi mascota lo hace? Ya sabes que dependiendo del momento y de la especie es una conducta normal.
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¿Por qué los animales comen excremento?
Muchos animales comen heces, los coprófogos por excelencia son los insectos como el escarabajo del estiércol o pelotero, pero muchas otras especias lo ponen en práctica y las razones son muy diversas.
Los cachorros de panda, por ejemplo, ingieren la caca de su madre para desarrollar microbios que por sí solos no producirían; lo mismo hacen crías de elefantes y koalas. Además, los lémures, por su parte, debido a su dieta a base de hojas de difícil digestión comen sus heces para absorber mejor sus nutrientes.
Durante investigaciones de qué otros animales comen heces se ha observado esta conducta en gorilas y monos, que ocasionalmente ingieren sus heces, las de otros de su especie o incluso de otros animales en búsqueda de algún nutriente que le falta a su organismo. Esto es similar a la respuesta para la pregunta: ¿por qué los perros se comen la caca?
Algunas aves con un tracto digestivo muy corto habitualmente comen sus heces frescas para aprovechar al máximo los nutrientes de los alimentos. Asimismo los roedores, especialmente los hámsters y la cobaya, en busca de vitaminas B y K comen su propia caca. Los conejos por su parte defecan dos tipos de heces, bolitas duras y unas en forma de racimo de uvas que son las que vuelven a comerse para asegurarse de proveerse los nutrientes necesarios.
Los gatos también se comen el popo
¿Por qué los perros se comen la caca y los gatos también? La coprofagia se presenta en los gatos habitualmente durante el primer mes de sus crías, es frecuente observar a la gata limpiando sus gatitos y el área donde se encuentran. Los motivos son dos:
El primero es estimular la evacuación de los gatitos y la segunda es por supervivencia, al eliminar los olores evitan que predadores se vean atraídos hacia sus crías.
Sin embargo, luego del destete esta conducta desaparece, es algo extremadamente inusual que un gato adulto se coma sus heces o la de otros animales, salvo que presente serios problemas de nutrición.
Conclusiones
En conclusión, la coprofagia en los perros es un comportamiento complejo con múltiples teorías que buscan explicar por qué algunos caninos muestran este hábito desconcertante. Desde explicaciones relacionadas con instintos de supervivencia y necesidades nutricionales hasta factores ambientales y comportamentales, la gama de posibles razones es amplia y variada.
La naturaleza omnívora y carroñera de los perros ha llevado a la sugerencia de que las heces podrían contener componentes no digeridos, como grasas y proteínas, que atraen a los perros en busca de nutrientes adicionales. Aunque esta hipótesis es considerada la más probable, no existe una respuesta definitiva.
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