En el siglo XIX, las facultades de medicina incrementaron la enseñanza con cadáveres debido al aumento de la cirugía . Según el sistema de enseñanza francés, debería haber habido un cadáver por alumno para que pudiera estudiar y practicar con él. Los principales proveedores de cuerpos fueron los hospitales benéficos en los que moría gente sin familia que reclamase al difunto y los ajusticiados en las cárceles. El problema surgió cuando, a raíz de la humanización de la justicia, se redujo el número de condenas a muerte. Debido a este hecho, algunas personas se dedicaron al robo y posterior venta de cadáveres. Sin embargo, otros fueron mucho más lejos. Acompáñanos a conocer los asesinatos de Burke y Hare, un negocio que se les fue de las manos.

Los asesinatos de Burke y Hare

Willian Burke y William Hare nacieron a finales del siglo XVIII en Irlanda. Por motivos laborales emigraron a Escocia donde ejercieron diversas profesiones y contrajeron matrimonio, a pesar de que Burke ya estaba casado en Irlanda.

Los asesinatos de Burke y Hare, un negocio que se les fue de las manos

Ambos hombres se conocieron en el hostal que la esposa de Hare tenía en Edimburgo, una ciudad repleta de curiosidades, y se hicieron grandes amigos. Una noche, uno de los huéspedes del hostal falleció repentinamente y los dos Williams vieron la oportunidad de ganar un dinero vendiendo el cadáver a un afamado médico anatomista que no hacía demasiadas preguntas. Llenaron el ataúd con tierra y se justificaron diciendo que era un viejo pensionista y que debía 4 libras por el alojamiento. El doctor, llamado Robert Knox, les dio por el cuerpo algo más de 7 libras.

Los asesinatos de Burke y Hare, un negocio que se les fue de las manos

La escasez de cuerpos para el estudio era tan grande en Gran Bretaña que se convirtieron en una valiosísima mercancía y se producían robos continuamente. Cuando alguien moría, la familia se turnaba para vigilar el cadáver y luego durante unos días también la tumba para que el difunto no fuera desenterrado y vendido al mejor postor.

En vista del dinero ganado fácilmente, decidieron continuar con el negocio y, como no moría nadie en el hostal, decidieron ayudar a «traspasar» a un huésped que estaba enfermo. Lo emborracharon y utilizaron un sistema para asesinarlo que los forenses siguen llamando «método Burke». Uno cogía a la víctima por detrás y la inmovilizaba mientras el otro le metía los dedos índice y medio en los agujeros de la nariz mientras con la otra mano le tapaba la boca hasta que se asfixiaba. Volvieron a vender el cuerpo al Dr. Knox.

Los asesinatos de Burke y Hare, un negocio que se les fue de las manos

Les pareció dinero fácil, pero como ya no habían más enfermos en la pensión, decidieron salir a la calle a buscar víctimas. La primera fue una mujer mayor llamada Abigail Simpson a la que invitaron a pasar la noche en el hostal. Tras ella dos mujeres más, al parecer prostitutas, a las que invitaron a comer y luego asesinaron con el método Burke. Les siguieron una mendiga y una abuela con su nieto. No dudaron en acabar con conocidos e incluso familiares para continuar con el lucrativo negocio.

Los asesinatos de Burke y Hare, un negocio que se les fue de las manos

La primera sospecha fue cuando vendieron a Knox el cadáver de un joven deficiente, que era muy conocido y querido en Edimburgo y fue reconocido por varios estudiantes, que sabían que su madre lo buscaba. Knox negó que fuera el chico. Sin embargo, lo que los llevó a ser detenidos fue una pareja que se hospedaba en el hostal y que los denunció ya que vieron el cadáver de una mujer escondido en una habitación. Cuando la policía acudió a la pensión el cuerpo ya no estaba, se lo habían vendido a Knox rápidamente.

Los asesinatos de Burke y Hare, un negocio que se les fue de las manos
Esqueleto de Burke

En total fueron 16 los asesinatos de Burke y Hare en poco más de un año. Como no habían pruebas contundentes, se ofreció inmunidad a Hare para que denunciara a Burke. Éste fue colgado y su cuerpo diseccionado en la escuela de medicina de Edimburgo. Las mujeres de ambos se libraron ya que no se pudo probar que supieran nada de los crímenes, aunque se sospechaba que fueron cómplices y el Dr. Knox quedó exculpado al declarar que no sabía nada del origen de los cuerpos. Sin embargo su reputación quedó arruinada.

Los asesinatos de Burke y Hare, conocidos también como los asesinatos de West Port, han sido base para novelas, films y series de televisión. Si te ha interesado este artículo, quizá quieras leer el post:

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