La madre naturaleza no para de sorprendernos con su infinito número de criaturas. Desde el hallazgo de los fósiles de dinosaurios, cada nuevo descubrimiento sorprende y revoluciona a la comunidad científica. Y es que las especies que hemos llegado a la modernidad, hemos sido vencedoras en un proceso en el que han quedado muchas en el pasado. Todos conocemos a los encantadores delfines, su notable inteligencia y la gracia de su nado. Pero hubo, hace miles y miles de años, un delfín enano, bastante diferente a sus congéneres actuales. Hoy en Supercurioso te contamos la historia de este delfín extinto. ¿Nos acompañas?

Conoce al delfín enano sin dientes

Los datos curiosos de los delfines nos hablan de una de las criaturas marinas más encantadoras del mundo. No solo se destacan por su inteligencia, sino por su buena actitud para relacionarse con los humanos. También tienen otras peculiaridades con un desarrollado sentido de la vista o su capacidad de reconocerse a sí mismos, tal como los humanos frente a un espejo. Pero el delfín enano puede no haber tenido todas estas cualidades. De igual manera, nunca tendremos constancia de ello, pues solo alcanzamos a ver su osamenta.

El fósil del cráneo del delfín extinto fue encontrado por cazadores en la parte inferior del río Wando, cerca de Charleston, Carolina del Sur, en los Estados Unidos. Los científicos encargados de investigar el fósil, pudieron determinar que este tiene entre 28 y 30 millones de años, aproximadamente. El hallazgo sugiere que los delfines y las ballenas han tenido, a lo largo de su evolución, formas extrañas de alimentación muy diferentes a las que conocemos hoy en día en sus especies evolucionadas. El tamaño del fósil sugiere que este delfín extinto era una especie enana. Puede haber medido hasta cerca de 4 pies (1.2 metros) de largo y pesar alrededor de las 100 libras. (45 kilogramos).

A la especie hallada se le bautizó con el nombre de inermorostrum xenops. Robert W. Boessenecker, profesor de geología en la Universidad de Charleston y autor principal del estudio sobre este fósil, señaló varias de las características físicas que definían al delfín enano. Lo más destacable en su anatomía es que tenía un hocico corto, con labios grandes y posiblemente presentaba bigotes.

1. ¿Cómo era la vida del delfín extinto?

Cuando hablamos de los animales extintos y de las causas de sus desapariciones, nos encontramos en líneas generales con una causa común: la acción humana. Esta que destruye el medio ambiente y le deja a los animales cada día menos espacios de supervivencia. Pero en el caso del delfín enano, la historia es otra, tal como pasó con los dinosaurios. Fue la evolución misma la que se encargó de acabar con esta especie, pero no sin antes permitirle evolucionar.

Cuando este delfín enano vivía, compartía el mar con vieiras, barnacles y corales, así como con tiburones, peces espada que alcanzaban hasta unos nueve metros de largo y una gran variedad de ballenas y delfines. Este ecosistema marino, también incluía gigantes depredadores, por lo que la recién descubierta especie habría sido un blanco fácil para muchos de estos depredadores del mar.

“Inermorostrum xenops” fue el curioso nombre otorgado a esta recientemente descubierta especie, el delfín extinto. Su significado es verdaderamente llamativo. «Inermorostrum» significa «hocico sin armas» en latín, y «xenops» significa «cara extraña» en griego. El nombre, hace clara referencia a su hocico corto y desdentado. De hecho, este delfín tiene la mandíbula más corta de cualquier otro cetáceo conocido hasta el momento.

2. ¿Cómo se alimentaba el inermorostrum xenops?

La manera de alimentarse es quizás de los puntos más llamativos en el estudio del delfín enano. Los científicos sugirieron que el Inermorostrum xenops, probablemente se adaptó a la alimentación por succión, al igual que muchos otros cetáceos que se alimentan a través de este método. Y agregan, además, que el «Inermorostrum” se debió haber alimentado predominantemente de presas de cuerpos blandos: peces lo suficientemente pequeños para tragar, así como invertebrados de cuerpo blando que incluye calamares, pulpos, pepinos de mar, y muchos otros.

Esto generó gran sorpresa entre los investigadores, ya que este animal primitivo se sitúa en la rama evolutiva que luego originó las ballenas dentadas, los Odontoceti. El descubrimiento añade además una nueva variedad en la forma de ingesta y nutrición en un periodo prehistórico en el que se diversificaron estos hábitos de alimentación. Los agujeros grandes que tenía en el hocico del cráneo hacen pensar a los científicos que el animal pudo tener labios grandes, que le permitieran la succión de los alimentos.

Danielle Fraser, paleontóloga del Museo Canadiense de la Naturaleza y una de las investigadoras de referencia sobre el estudio del delfín extinto, señala que el Inermorostrum xenops abre nuevas preguntas sobre la evolución de los primeros mamíferos marinos. El hecho de que se alimentara por succión en un momento tan temprano de la evolución puede indicar un aumento de la productividad oceánica, según la investigadora.

3. La comparación con los delfines actuales

El delfín enano, aunque de la misma especie, tiene muchas diferencias con sus parientes que sobrevivieron hasta nuestros días. De hecho, los científicos también recalcan el hecho de que este antiguo cetáceo fuese más pequeño que todos sus parientes más cercanos en cuanto a época. Y significativamente menor a los delfines mulares actuales, que miden de dos a tres metros y medio de largo. Se cree que este delfín extinto fósil, del que sólo se ha encontrado un cráneo, tuviese el tamaño de una marsopa moderna y pesara unos 55 kilos.

Definitivamente que los delfines son animales encantadores, que desde la más lejana prehistoria vienen evolucionando y cambiando, hasta los que podemos ver hoy en día. Si te ha gustado este artículo, quizás te interesa conocer la historia del exótico delfín rosado del Amazonas. Y si eres, como nosotros, un declarado amante de la naturaleza y sus especies, te dejamos con esta encantadora selección de frases de animales. Y es que, tal como decía la escritora y presentadora norteamericana Rachel Ray, «Tener un animal en tu vida te hace un mejor humano».