Muchos de nosotros estamos operados de apendicitis. Siempre se ha dicho que el apéndice era un órgano que no servía para nada y que en caso de duda, era mejor quitarlo. Incluso a las personas, como misioneros o científicos, que van a permanecer aisladas, sin posibilidad de asistencia hospitalaria durante un tiempo, se les extirpa preventivamente el apéndice antes de incorporarse a sus puestos. Una apendicitis sin la asistencia adecuada, deviene en peritonitis y puede ser mortal. Sin embargo las investigaciones efectuadas en la Universidad Duke por un grupo de inmunólogos y cirujanos han aportado una nueva perspectiva sobre la utilidad del apéndice.
¡El apéndice podría tener UTILIDAD!
La primera sección del intestino grueso se llama «ciego» y el apéndice es una prolongación de éste. Es un órgano de 7 u 8 cm. de largo con la forma de un tubito de entre 4 y 8 mm. de diámetro. El apéndice no interviene en modo alguno en el proceso de la digestión. Por este motivo se creía que no servía para nada.
Antiguamente, la gente moría de apendicitis y este mal estaba englobado en lo que se conocía como «cólico miserere». La primera apendicectomía fue realizada en 1880, y entre 1883 y 1889 se registraron varias operaciones que no siempre fueron exitosas.
Las investigaciones antes mencionadas de la Universidad de Duke, concluyen que el apéndice sí que tiene utilidad. El cuerpo humano tiene infinidad de bacterias en el sistema digestivo que nos ayudan a digerir los alimentos y a mantenernos sanos. El apéndice sería una reserva de bacterias, una especie de criadero en un lugar apartado del sistema digestivo, que serviría para repoblar el intestino en caso de que éste se quedase sin ellas debido a una enfermedad. Las paredes del apéndice contienen un gran número de células del sistema inmunitario y los investigadores creen que su función es proteger a esas bacterias beneficiosas, que serán necesarias para repoblar el sistema digestivo. Además, el lugar en que se encuentra el apéndice y su posición hacen prácticamente imposible que nada penetre en él cuando hay una evacuación.
Los científicos explican que actualmente el contacto entre humanos es continuo y enseguida repoblamos el intestino con gérmenes de otras personas. Cuando la gente vivía aislada esto no era posible y de ahí la importancia del apéndice para restablecer la flora intestinal en caso de diarreas u otras enfermedades que acaben con nuestras bacterias. A la vista de estos interesantes estudios, la comunidad científica espera que se acabe con la costumbre de extirpar el apéndice de forma preventiva y que, en caso de inflamación ligera, se intente solventar con medicación, operando sólo en los casos que sea realmente necesario. Como siempre en Supercurioso, nuestro consejo es que hay que seguir las indicaciones del médico, ya que él es el que sabe que hay que hacer en cada ocasión.
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