El 5 de noviembre de 2015 dos pastores se toparon en un campo de Murcia, muy cerca de sus ovejas, con un objeto cilíndrico de mediano tamaño que de entrada no les pareció de este mundo.

murcia

Avisaron a las autoridades y eventualmente se presentaron representantes de la Agencia Espacial Europea. Se descartó que se tratase de un OVNI o que implicase algún riesgo radioactivo y se constató que la esfera era sólo un tanque de combustible suplementario de un cohete espacial. En resumen: basura o desecho espacial.

Historia y números de un basurero espacial

Hasta 1957 gozábamos de un espacio relativamente limpio, quizás con algo de polvo estelar dejado por el paso de algún asteroide o de cenizas lanzadas por alguna erupción volcánica espectacular, pero esto cambió el 4 de octubre de ese año, con el lanzamiento del satélite ruso Sputnik, primera nave espacial colocada en la órbita terrestre.

Desde entonces se han realizado miles de lanzamientos que han puesto más de 7.000 satélites en el espacio, de los que 400 han viajado más allá de la Tierra mientras los demás se han quedado orbitando el planeta, junto con una gran cantidad de desechos.

Actualmente sólo hay unos 800 satélites activos, la mayor parte de ellos entre poco más de 300 kilómetros y 2.000, el resto son partes de naves, satélites fuera de servicio o restos de éstos luego de haber explotado. La NASA estima que puede haber unas 22.000 piezas del tamaño de una pelota de béisbol y 500.000 trozos de desechos entre uno y diez centímetros.

Los peligros allá arriba

Muchos de estos objetos, especialmente los pequeños, se desintegran al entrar a la atmósfera, pero otros eventualmente pueden chocar contra satélites operativos, naves espaciales o la Estación Espacial Internacional, causando daños que podrían alcanzar la magnitud aparentemente exagerada de películas como la galardonada Gravity, dirigida por Alfonso Cuarón y protagonizada por Sandra Bullock en 2013.

estación espacial

Los desechos pueden viajar a velocidades relativas de hasta 30.000 kilómetros por hora y ya han obligado en una docena de ocasiones a la Estación Espacial Internacional a encender los motores y cambiar el curso para evitar una colisión. Otros satélites no han tenido tanta suerte, y la NASA ha informado que debió reemplazar al menos 80 ventanas de los transbordadores espaciales debido a daños causados por desechos de pequeño tamaño.

Los peligros aquí abajo

En el accidente de Murcia no hubo ovejas que lamentar, pero no siempre ha sido así. Partes de cohetes espaciales y tanques de combustible han causado daños a casas y vehículos, y en algunos casos han generado peligro de contaminación radioactiva, pues varios de estos aparatos celestes, sobre todo los que cumplen funciones militares, se mueven con energía nuclear.

El problema de la basura que orbita la tierra se ha estado considerando desde los años 70 del siglo pasado y se han planteado algunas soluciones que todavía están en el campo de la teoría: una sería usar un poderoso láser para ir eliminando los desechos; otra, propuesta por la agencia espacial japonesa (JAXA), sería hacer una gigantesca red, compuesta con nanotubos de carbono, con los que se haría “pesca de arrastre” espacial durante varias semanas, y luego se arrastrarían hacia la atmósfera, donde la gravedad y la fricción se encargarían del resto.

Por lo pronto, si eres pastor en Murcia te conviene echar una ojeada al cielo de vez en cuando, no vaya a ser que algo te caiga en la cabeza.

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