El apasionante mundo de la robótica está encontrando cada vez más aplicaciones, ya no sólo en el campo de la industria donde son ya una realidad desde hace años, sino también en ámbito médico, militar y científico, donde poco a poco se van incorporando para hacer tareas de precisión poco accesibles para el hombre. Sólo faltaba introducirlos en el mundo artístico y para conquistar esta nueva meta llega el primer robot tatuador del mundo. ¿Quieres conocerlo?

El primer robot tatuador del mundo

Es en la escuela parisina de diseño, ENSCI Les Ateliers, durante una jornada de “Mashup” organizada por el Ministerio de la Cultura francés, donde nace esta idea, a través de una iniciativa que pretendía fomentar y descubrir nuevos talentos, poniendo a disposición por un lado el material audiovisual, cedido por parte del estado, y las instalaciones puestas a disposición por parte de la escuela, para que los artistas pudieran dar vida a sus proyectos y exponerlos durante el evento conocido como Public Domain Remix.

El primer robot tatuador del mundo - Supercurioso

De entre todos los proyectos presentados, fue el Robot Tatuador, bautizado como Tatouè, el que consiguió despertar la admiración e interés no sólo de todo el público, sino también del mismo Ministro. En sólo una tarde, los artistas  Johan Da Silveira y Pierre Emm consiguieron adaptar una impresora 3D de sobremesa para que pudiera dibujar con un rotulador en lugar de la extrusora. Una idea del todo innovadora que abre las puertas del arte a los robots.

El primer robot tatuador del mundo - Supercurioso

Pero no creas que todo quedó ahí; sino que esta idea fue perfeccionándose hasta llegar a lo que hoy es el primer robot tatuador del mundo, con un brazo mecánico dotado de aguja de tatuar capaz de interpretar los dibujos que se le introducen en formato digital gracias a una versión adaptada de Auotdesk. ¿Tendrán entonces que  ir buscando otro empleo los tatuadores tradicionales?

El primer robot tatuador del mundo - Supercurioso

La verdad es que ni el objetivo es el de mandar al desempleo a nadie, ni el robot tatuador es capaz de crear por sí solo los diseños. La idea es la de mejorar o evolucionar en un sector que se había quedado un poco atrás, pero siempre al servicio del hombre y no en sustitución del mismo. No hay de qué preocuparse. Será algo así como una herramienta de precisión con la que poder trasladar con la máxima fidelidad a una superficie tan irregular como la piel, un dibujo que previamente hemos creado en una superficie lisa, como es un simple folio de papel. ¡Así ya no tendríamos que temer ante un posible “mal día” del tatuador!

¿Dejarías que una máquina te tatuase? Escríbenos tu opinión.

Si te ha interesado este artículo, no te pierdas:

– Robots sexuales: ¿fantasía o una realidad cada vez más cercana?

– Los tatuajes de los Yakuza, la mafia japonesa