Tutankamon fascina y sigue fascinando… En torno a él hay mil noticias: que si murió con el pene erecto, que si sus descubridores fueron muriendo a causa de una maldición del faraón por ultrajar su tumba y ahora… ¡que su tesoro, su maravilloso tesoro, era de segunda mano! No te pierdas esta curiosa noticia.

¡El tesoro de Tutankamon era de prestado!

En torno al 80% de los objetos que acompañaron a la tumba de Tutankamon eran de segunda mano, eran reutilizados, habían sido diseñados para otros difuntos como Akenatón y su esposa Nefertiti entre otros,  o al menos eso afirmó el egiptólogo británico Nicholas Reeves, uno de los egiptólogos con más prestigio en el mundo.

tesoros Tutankamon

¿En que se basa para decir esto? En que al estudiarlos, se encontraron con lo siguiente:

– Había cambios de nombres en los cartuchos de los sarcófagos y en otros muchos objetos.

– Modificaciones de diseño

– Piezas que no encajan

– En el ataúd exterior en el que aparece el rostro de Tutankamon, este es muy parecido al de una estatua de Akenatón en Karnak.

– En el ataúd medio, la decoración de la parte exterior es típica del sarcófago de una mujer

– Su máscara de oro, la pieza que más pasiones ha despertado y que se ha convertido en todo un icono, según  Reeves ¡no estaba destinada en un principio para su tumba! Tal y como declaró:

T

«Miré en su interior y ¡no podía creerlo! Hay una fina línea de soldadura, como si el rostro hubiera sido añadido al tocado, algo muy inusual. Puede que represente a Nefertiti o al mismo Akenatón»

¡Sorprendente!

El egiptólogo Nicholas Reeves

Si eres amante de la egiptología, no puedes quedarte sin saber más sobre Nicholas Reeves (Rochdale, 1956), doctorado en Egiptología por la Universidad de Durham y que trabajó en el departamento de Arqueología del Museo Británico.

Reeves lleva uno de los trabajos más apasionantes dentro del mundo de la egiptología: descubrir nuevas tumbas en el Valle de los Reyes. En el 2002 se le suspendió el permiso para seguir excavando acusado de tráfico ilegal de piezas, pero 3 años después de no haberse encontrado pruebas, su nombre fue rehabilitado, aunque no pudo seguir excavando en la zona de nuevo hasta el 2007.

Es especialista en Carter y Carnavon. De ellos hace una interesante conclusión alrededor de su papel respecto a la tumba de Tutankamón:

«Sabemos que entraron y la investigaron toda la primera vez, y luego fingieron ir descubriéndola… poco a poco, lo que resultaba más melodramático… mejor para la exclusiva del hallazgo que firmaron con «The Times». Pero eso no significa que hicieran nada malo. Carter fue extremadamente profesional en el estudio de la tumba. Es cierto que debió haber aclarado todo esto».

Entre sus libros se encuentran «Todo Tutankamon» de la editorial Destino, «Akenaton, falso profeta de Egipto» editorial Overón , división de Anaya,  y «Los grandes descubrimientos» de editorial Crítica.

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