Ante la inminente amenaza de las llamaradas solares que podrían afectar seriamente la vida en la Tierra, un grupo de científicos ha propuesto una novedosa forma de protección: un escudo solar gigantesco. Entérate de qué se trata.

Con un escudo solar podríamos proteger la Tierra del astro rey, según científicos

La actividad humana en el siglo XXI cada vez más depende de la infraestructura ubicada en la órbita terrestre baja (LEO), es decir, los muchos satélites de telecomunicaciones que se encuentran actualmente en el espacio, la Estación Espacial Internacional y la flota de satélites GPS.

Por esta razón, las llamaradas solares han comenzado a ser consideradas como un serio peligro para la vida humana, pues si esta infraestructura es destruida quedaríamos sin las herramientas que hacen posible nuestra cómoda existencia en el planeta.

Para tratar esta amenaza un equipo de científicos de la Universidad de Harvard ha publicado recientemente un estudio que propone una solución audaz: colocar un gigante escudo magnético en órbita.

El estudio, que fue el trabajo de Manasavi Lingam y Abraham Loeb del Centro Smithsonian de Astrofísico de Harvard en Estados Unidos, se titula «Estrategia de Impacto y Mitigación de las Fugas Solares del Futuro».

Según explican, las llamaradas solares representan un riesgo grave en el mundo de hoy, y se convertirán en una amenaza aún mayor debido a la creciente presencia de la humanidad en la órbita baja.

El escudo solar que algunos científicos quieren construir
Una llamarada solar en plena acción

De hecho, si una tormenta solar como el evento de Carrington de 1859 ocurriera hoy, causaría daño global a las redes de energía eléctrica, las comunicaciones de satélites y las cadenas de suministro globales.

Para abordar esto, Lingham y Loeb desarrollaron un modelo matemático simple para evaluar las pérdidas económicas causadas por la actividad de las llamaradas solares en el tiempo. Este modelo consideró el creciente riesgo de daño a la infraestructura tecnológica basado en dos factores.

Primero, consideraron el hecho de que la energía de las llamaradas solares aumenta con el tiempo, luego se unió al crecimiento exponencial de la tecnología. Determinaron que con el tiempo, las llamaradas solares potentes serán más probables.

Loeb explicó que dentro de los próximos 150 años habrá un evento que causará daños comparables al actual PIB estadounidense de 20 billones de dólares, y el daño aumentará exponencialmente en épocas posteriores hasta que el desarrollo tecnológico se sature.

Por eso, Lingham y Loeb consideraron la posibilidad de colocar un escudo magnético entre la Tierra y el Sol.

Este escudo se colocaría en el punto 1 de Lagrange (Punto L1) entre la Tierra y el Sol, donde sería capaz de desviar las partículas cargadas y crear un arco de choque artificial alrededor de la Tierra, que la protegería de una manera similar a la que su campo magnético ya ejerce, pero con un efecto mayor.

Lingham y Loeb afirman que tal escudo es técnicamente factible en términos de sus parámetros físicos básicos. Asó, presentaron un cronograma rudimentario para la construcción de este escudo y algunas evaluaciones de costos aproximados.

Loeb indicó que tal escudo podría ser construido antes de que este siglo haya terminado, y supondría una pequeña fracción del coste de lo que se incurriría del daño de la llamarada solar.

¿Qué te parece la idea de un escudo solar? ¿Crees que lograrán tenerlo listo a tiempo?

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Imágenes: Wikimedia Commons/ NASA