En las últimas décadas se han popularizado en Occidente varias gimnasias corporales que en Asia se vienen practicando desde hace milenios. El yoga es quizá la más extendida, por eso hoy vamos a hablarte de dos gimnasias energéticas orientales no tan conocidas pero que van muy bien para equilibrar todas las fuerzas de nuestro organismo: el tai chi y el chi kung.

Tai chi, la gimnasia energética china

El tai chi es el símbolo de las fuerzas opuestas y a la vez complementarias del yin y el yang. Cuando se practica, estos dos principios se manifiestan al estirarse y contraerse, al inspirar y exhalar, al cambiar la actitud mental de pasiva a activa y en un montón de pequeñas acciones que se irán mezclando y combinando para armonizarse y dar como resultado quietud a través del movimiento.

El tai chi es un práctica muy saludable para la prevención y tratamiento de numerosas enfermedades, entre ellas: la hipertensión, el reumatismo, el asma, la depresión o el nerviosismo. Todo el mundo puede gozar de sus beneficios, pues tanto la peculiar forma de meditación como la repetición de movimientos relajados contribuyen a la serenidad mental y a la claridad de pensamiento.

tai chi
Los movimientos del tai chi son lentos y armoniosos

Se puede decir del tai chi que es una gimnasia curativa, compuesta de una serie de movimientos lentos y armoniosos que deben hacerse con suavidad y relajación, y que tiene cinco principios básicos:

  • La circularidad de los movimientos: con pasos hacia delante y hacia atrás, en todos los ángulos del cuerpo.
  • La continuidad: todos los movimientos son como un río, fluidos y continuos.
  • La relajación: el practicante debe tener o debe intentar alcanzar la relajación física y mental.
  • El propósito: debe tenerse plena conciencia de la colocación del cuerpo y de los cambios que se producen en el mismo.
  • La proyección de energía: quien lo practica debe visualizar cómo se mueve la energía (chi) por su mente y cuerpo.

La práctica del tai chi refuerza el desarrollo de la flexibilidad corporal, mejora el sistema respiratorio, evita problemas relacionados con los nervios y la digestión, acrecienta la calidad de vida y la longevidad de sus practicantes y ayuda a concentrarse mejor en las actividades difíciles.

Chi kung, respiración y energía

El chi kung es un sistema de ejercicios sencillos y suaves que estimulan la energía vital del cuerpo. Procede de la antigua China y en los últimos años a empezado a popularizarse tanto en Oriente como en Occidente.

La práctica del chi kung, que trabaja especialmente la energía, con especial énfasis en la respiración, comporta seguir una férrea disciplina que incluye el ejercicio diario. Se da mucha importancia a la actitud personal (una buena predisposición es importante), al lugar (un espacio abierto y mirando hacia el Este) y al momento (a primera hora de la mañana, con la salida del sol, es lo ideal).

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El chi kung invita al contacto con la naturaleza

Entre los muchos ejercicios que comprende el chi kung te mostramos dos que son fáciles de practicar y comportan muchos beneficios:

Levantar el cielo

Es bueno para casi cualquier dolencia y si lo practicamos a diario sus beneficios superan el mínimo esfuerzo que conlleva realizarlo.

  1. De pie, con los pies casi juntos y los brazos colgando, relajarse.
  2. Estirar los brazos hacia delante, doblando las muñecas de manera que los dedos casi se toquen.
  3. Manteniendo esa postura, mover los brazos hacia arriba describiendo un arco que pasará por encima de nuestra cabeza.
  4. Acompañar este movimiento con una inspiración y visualizar la energía que fluye hacia nuestro interior.
  5. Cuando las manos lleguen a lo alto de la cabeza, contener la respiración empujando hacia arriba.
  6. Bajar lo brazos lentamente mientras se expulsa el aire por la boca. Repetir 10 veces.
Empujar montañas

Es un ejercicio que sirve para desarrollar la fuerza de los brazos y las manos. Se recomienda para aliviar la artritis, el reumatismo y el dolor de espalda.

  1. De pie, con los pies casi juntos, doblar los brazos hacia atrás a la altura del pecho y poner las manos hacia el frente.
  2. Inspirar suavemente mientras se imagina la energía fluyendo hacia el interior.
  3. Estirar los brazos como si con las manos quisiéramos empujar algo mientras se expulsa el aire con suavidad.
  4. Volver a la postura inicial e inspirar. Repetir 10 veces.

¿Qué te han parecido las gimnasias energéticas orientales que te hemos mostrado? Si te animas a practicar el tai chi o el chi kung seguro que pronto notarás los beneficios.

Además, sabías que La danza ayuda a prevenir la demencia