La naturaleza es simplemente alucinante y los animales son una gran prueba de ello. Especies curiosas, muy inteligentes o animales azules… la variedad es infinita e impactante. Pero en esta ocasión queremos hablarte de un simio. No cualquiera. Un enorme, gigantesco, que incluso batió récord en el cine. Se trata del King Kong que existió en la vida real.

Empezaremos matizando ante todo la información relativa al tamaño. Al decir King Kong nos viene a la mente casi al instante un gran simio de proporciones titánicas escalando por el Empire State. No es del todo así. Pero la ciencia demuestra que King Kong existió y que en efecto fue el simio más grande del que se haya tenido conocimiento. ¡Acompáñanos en esta nueva aventura de Supercurioso!

El King Kong en la vida real

King Kong en la vida real

La idea de que King Kong existió inmediatamente nos hace imaginarnos las películas de este gran simio en el cine. Un gorila gigante, que a pesar de su bestialidad, lograba entenderse de alguna manera con las personas.

Pues, saliendo de la fantasía del cine, te contaremos sobre uno de los animales extintos más extraordinarios de los que se tenga referencia, el King Kong en la vida real. Estamos hablando en concreto del Gigantophitecus, un tipo de primate que habitó en nuestro planeta desde el Pleistoceno Inferior al Superior.

¿Su altura aproximada? Unos tres metros. Su peso era nada menos que unos potentes 600 kilos. Los científicos hablan de Gigantopithecus como el «mono» más grande de nuestro planeta. Cabe decir que no disponemos de ningún esqueleto completo, solo de algún cráneo, mandíbula y de un molar.

1. El descubrimiento del King Kong real

Fue un paleontólogo alemán llamado Ralph von Koenigswald quien lo encontró en Hong Kong en 1935. El proceso de descubrir que King Kong existió fue bastante arduo. Von Koenigswald encontró en una farmacia de esta región de China, una muela. Pero no cualquier pieza dental. Se trataba de una muela que era mucho más grande que la de cualquiera de los primates conocidos hasta la fecha.

Entonces, capturado por la curiosidad, se dispuso a investigar sobre el King Kong en la vida real. Sus estudios lo llevaron hasta el interior de la China continental. Allí descubrió los restos de una especie a la que bautizó como Gigantopithecus blacki. En efecto, era el más grande de los primates que hubiese existido jamás. Pudo demostrar entonces la hipótesis de que King Kong existió.

Hay un dato al respecto del Gigantopithecus que nos llama la atención. De no ser por algunas prácticas verdaderamente retrógradas por parte de la medicina y cultura china, al día de hoy podríamos disponer de más de un esqueleto completo de esta fascinante especie. No obstante, durante muchos años, cada fósil que se encontró de este primate (al igual que los de dinosaurios) se utilizó para hacer polvo de sus huesos y conseguir «remedios mágicos». Los llamaban huesos de dragones por su gran tamaño.

2. ¿Cómo eran sus hábitos?

Es interesante, al comprobar la hipótesis de que King Kong existió, aproximarnos a cuáles eran sus características y hábitos de vida. Sabemos que era un animal de grandes dimensiones y cuadrúpedo. Todos los restos de esta especie han sido encontrados en Asia.

Su dieta es uno de los puntos más polémicos para los investigadores. La mayoría defienden que era un animal vegetariano. Que su alimentación estaba compuesta principalmente por bambú y algunas frutas de estación. Por ello, su estilo al comer ha sido comparado con el de los osos panda.

Otro grupo menor de investigadores que han estudiado al King Kong en la vida real, defienden que este imponente mono también comía carne. Desafortunadamente, tan solo se conocen algunos de sus dientes y su mandíbula inferior, por lo que las hipótesis en este sentido no pueden ser comprobadas por completo.

¿Por qué se extinguió el King Kong en la vida real?

King Kong existió

Algo nos llama mucho la atención en relación con la historia de este enorme primate. King Kong existió en un tiempo en el que tuvo oportunidad de convivir con los Homo erectus que poblaron China. Es decir, pudo haber interacción entre ambas especies. Los estudios revelan que su extinción pudo haber ocurrido hace unos 300 mil años.

Ahora bien, es muy probable que ahora mismo tengas una pregunta en mente: ¿Por qué se extinguió el King Kong en la vida real? ¿Por qué razón no podemos disfrutar de su presencia en nuestros ecosistemas? Bien, algo que ya nos ofrece una pista es el tamaño: muy grande, con una dieta selecta y un escenario que, en el Pleistoceno, cambió poco a poco pero de forma imparable hasta formarse extensísimas sabanas.

El Gigatopithecus no sabía escalar por los árboles, y su dieta a base de bambú hizo que día a día, tuviera que adaptarse a tener «que comer menos». Su metabolismo era lento, pero sus necesidades alimenticias muy grandes, así pues, a medida que se perdían los campos de bambú, este primate se fue extinguiendo de manera triste pero inevitable.

Según nos explican científicos de la Universidad de Tübingen, en Alemania, este gran primate que habitaba en las zonas boscosas del sur de China y en el Sudeste Asiático no pudo habituarse a esos nuevos escenarios más áridos.

Mientras otros simios en África no tuvieron problema para cambiar su dieta hacia los pastos, raíces u otros elementos que el propio entorno les ofreciera, este increíble y (probablemente) bellísimo animal no pudo lograrlo. Como dato curioso, y para ofrecer ahora cierto matiz a tener en cuenta para un debate, es que muchos criptozoólogos consideran que el Gigatopithecus sigue habitando en algunos bosques. Aunque no es de este modo como se le conoce a día de hoy, para muchos son…¡Bigfoots! No obstante, dejamos este dato en el estante de la «leyenda urbana», para quedarnos en exclusiva con esta maravillosa criatura que nos hubiera gustado tener en nuestro presente.

Y tú, ¿Sabías que King Kong existió? ¿Te hubiese gustado ver con tus propios ojos al imponente King Kong en la vida real? Anímate a dejarnos todas tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos encantados de leerte! Y recuerda, si te ha gustado este artículo, conoce también al increíble Smilodon o dientes de sable. ¡Nos encontramos con un próximo tema super curioso! Tampoco dejes de conocer al increíble Godzilla en la vida real.