Son muchas las mujeres que, por los más diversos motivos, supieron grabar su nombre y legado en las páginas de la historia. Basta recordar casos como el de la científica Marie Curie, la escritora Virginia Woolf, la luchadora Juana de Arco o la faraona egipcia Cleopatra, para comprender el inmenso papel y aportes de las mujeres a través de los siglos. La política, a pesar de ser un campo tradicionalmente dominado por hombres, también ha tenido referentes femeninos de relevancia, entre los que destaca el de Catalina La Grande. Esta emperatriz rusa no solo destacó por llevar las riendas de un mandato extenso y fructífero, sino por sus excéntricos y sensuales gustos personales. Y hoy en Supercurioso queremos presentarte la mejor muestra de ello: la habitación secreta de Catalina La Grande. Acompáñanos a descubrirla.
¿Qué era la secreta habitación secreta de Catalina La Grande?
La habitación secreta de Catalina La Grande generó polémica desde su descubrimiento hasta hoy. Si bien el poder político y el afán de modernización de Catalina II de Rusia fue relevante en el hecho de que pasara a la historia, también lo fue su insaciable apetito sexual. De la gobernante se sabía que regía su vida bajo una total desinhibición sexual, que la llevó a tener no pocos amantes y experiencias extremas.
En efecto, Catalina La Grande no fue jamás una mujer tradicional, y en su sexualidad bien supo demostrarlo. Ordenó la construcción de una habitación secreta, diseñada en exclusiva para sus encuentros sexuales. Adornos, ornamentos, mobiliario y juguetes pensados para que la reina compartiera su pasión en el lecho, con quienes escogía para ello. Conozcamos un poco más de este personaje y del hallazgo del curioso recinto erótico.
Quién fue Catalina La Grande
Entre las curiosidades sobre Rusia nos encontramos con que es una tierra de enormes dimensiones en todos los sentidos. No solo es el país más grande del mundo, sino que tiene uno de los acervos históricos y culturales más influyentes de la humanidad. Y el personaje del que se ocupa nuestro artículo es perfecta muestra de ello. Hablar de quién fue Catalina La Grande es entrar en las profundidades de un personaje histórico que resulta realmente fascinante. Gobernó el Imperio Ruso durante 34 años, desde el 28 de junio de 1762 hasta su muerte, a los 67 años, el 17 de noviembre de 1796.
Si bien la habitación secreta de Catalina La Grande es una de las anécdotas más curiosas sobre este personaje, su labor política fue relevante. Se casó a los 16 años con el duque Pedro III de Rusia, quien inició una era de modernización, importando al país tecnología, instituciones de gobierno y organización militar. Pero el matrimonio nunca funcionó, debido a la impotencia sexual del duque. Al poco tiempo de ser coronado, Pedro III fue asesinado. Fue entonces cuando empezó el gobierno de Catalina II, que se extendió por más de tres décadas, siguiendo la misma línea de modernización. A ella se le atribuye haber traído a la sociedad rusa la filosofía jurídica, política y moral, así como un notable desarrollo en áreas como la medicina, el arte, la cultura y la educación.
El hallazgo de su habitación secreta
El hallazgo de la habitación secreta de Catalina La Grande resultó revolucionario, más no tan inesperado. Ya la historia reflejaba en sus biografías, su intenso deseo sexual, que se comparaba a las prácticas desinhibidas de las sociedades antiguas griegas, romanas o egipcias. Los registros hablan de que la reina podía llegar a tener sexo hasta diez veces en un mismo día, con diferentes hombres. Se sabe también que su pasión llegó a ser tan incontenible, que los hombres no le eran suficiente. Entonces recurrió a la práctica de sexo con animales como caballos.
Fue durante la Segunda Guerra Mundial cuando un grupo de soldados soviéticos descubrieron en uno de los palacios de Tsárskoye Selouna un recinto repleto de todo tipo de mobiliario y juguetes eróticos. Se trataba de la habitación secreta de Catalina la Grande. La estancia estaba decorada con cientos de elementos pornográficos. Una de las paredes estaba cubierta en su totalidad por falos de diversas formas y tamaños. Sillas y escritorios tenían también tallados en madera con formas pornográficas. También se encontraron pantallas y pinturas en las que eran reproducidas las más exuberantes escenas eróticas.
Fue tal la impresión que se llevaron los soldados con la habitación, que se dedicaron a documentar todo lo encontrado mediante fotografías. Lamentablemente, durante el conflicto bélico la mayoría de las imágenes de la habitación secreta de Catalina La Grande se perdieron. Las pocas que pudieron ser rescatadas fueron conservadas en Museos como el Hermitage.
¿Quiénes fueron los amantes de la emperatriz?
La habitación secreta de Catalina La Grande fue uno de los escenarios en los que la reina desplegó sus más intensos deseos carnales. Desde el fallo sexual en su matrimonio y posterior asesinato de su marido, Catalina se dispuso a vivir bajo la norma de sus propios deseos. En este sentido, no se limitó en vincularse con una enorme cantidad de hombres, desde su juventud hasta su ancianidad. Incluso, existe una cruenta hipótesis sobre cómo murió Catalina La Grande: siendo penetrada por un caballo. La versión oficial desmiente esta bizarra idea, explicando que la reina murió de una apoplejía fulminante.
Entre los amantes de Catalina La Grande encontramos personajes muy variados. Destacó el militar y político ruso Gregorio Potemkin. La pareja se conoció cuando ella tenía 33 años y él 23. Era tan solo un modesto subteniente de la guardia imperial, con dotes para el canto, la comedia y el baile. La recompensa que la reina dio al amante fue generosa, tal como ocurrió con varios de ellos. Potemkin, además de gran estadista, alcanzó el título nobiliario de príncipe.
Estanislao Augusto Poniatowski, quien llegaría a ser rey de Polonia, y el prócer de la independencia venezolana Francisco de Miranda también se sumarían a los hombres que se cree que pasaron por el lecho y la habitación secreta de Catalina La Grande. Y su último amante fue también el más polémico y extravagante. Se trató del príncipe Platón Aleksándrovich Zúbov, cuarenta años más joven que la monarca, y con quien inició una relación cuando ya era ella una mujer mayor, aquejada por el sobrepeso y las enfermedades.
La habitación secreta de Catalina La Grande fue un recinto poco común, en el que la reina se permitió dar rienda suelta a sus más variadas e intensas pasiones. A fin de cuentas, fue una mujer que vivió el amor a su manera y con toda la pasión que fue capaz de sentir. Si quieres acercarte al universo erótico que vivía entre las sábanas de la reina, no te pierdas esta selección de las mejores frases de sexo.