Quizá no conozcas este cuadro de Johannes Vermeer, pero se encuentra entre las obras de artes famosas de la historia. Por supuesto, en popularidad no se puede comparar La Mona Lisa de Da Vinci, pero sí en belleza, no por nada La Joven de la Perla ha sido llamada la Mona Lisa holandesa o la Mona Lisa del norte, pues este cuadro no tiene nada que envidiarle a La Gioconda. Si ya lo habías visto antes, seguramente habías quedado hipnotizado frente a la figura de la chica de la perla. Nosotros nos maravillamos con la belleza de esta obra, y por eso, luego de un rato mirándola embelesados, en Supercurioso decidimos hacer este artículo con todo lo que debes saber sobre La Joven de la Perla de Vermeer.
La Joven de la Perla: Una mirada, una joya y mucho misterio
Esta obra de Johannes Vermeer ha trascendido en el tiempo, sin duda. Pintada más de 150 años después de la Mona Lisa, en 1667, ha sido, desde entonces, una obra que ha cautivado a su público, aunque con una historia un tanto enrevesada. Sin duda, Vermeer sabía muy bien lo que hacía cuando cogió sus pinceles y se dispuso a dejar el primer trazo de esta obra. El pintor holandés estaba obsesionado con la perfección, con que cada trazo de sus pinturas captara el más intenso de los realismos. La belleza cotidiana era ese marco del cual valerse para demostrarnos que lo más sencillo era lo más bello. Y que sus cuadros eran esa ventana incomparable, donde la realidad asomaba con todos sus sentidos, con todas sus emociones. No obstante, con La Joven de la Perla fue un poco más allá.
Suspendió un rostro cautivador donde nuestra mirada se centra ante todo en tres puntos claves: unos ojos, esa boca entreabierta y una perla deslumbrante, lo que ha hecho que los estudiosos del arte la comparen continuamente con la gran obra de Leonardo Da Vinci. Y tiene sentido, después de todo ambos son rostros hipnóticos cargados de cierto misterio, de ciertos enigmas que siempre gustan de alimentar nuestra curiosidad. ¿Quién era la chica de la perla? ¿Una dama de la buena sociedad? ¿Una simple sirvienta? ¿Algún pariente del autor? ¿Su amante quizá? Vamos a averiguarlo (o no).
1. Algunos datos sobre La Joven de la Perla
En esta obra, Vermeer nos demostró que era mucho más que un gran artista de las escenas cotidianas de Delf. Era un artesano de la luz, de los matices. Sobre esta pieza, hlo primero que emos de señalar es que no se trata de un retrato, en el sentido estricto del término. Dentro del propio barroco flamenco holandés, existía un tipo de obras que se conocían como tronie, es decir, «rostro» en holandés, y que se caracterizan por ser cuadros de tamaño reducido, en el que se suele evocar un rostro, una expresión o actitud, pero siempre de alguien desconocido. En ese sentido, no es el retrato de un rey o algún miembro importante de la sociedad, sino, simplemente, un esfuerzo artístico, lo que el artista puso en él, una sensación, un sueño, representado mediante una mujer, esta mujer, la chica de la perla.
Este cuadro, en comparación con muchas grandes obras, es en realidad pequeño. Mide unos 46 centímetros de altura, y unos 40 en lo ancho, y en la actualidad se encuentra expuesto en el museo de Mauritshuis de La Haya. Sin embargo, durante mucho tiempo no se supo del paradero de este cuadro, pues no fue sino hasta 1881 cuando un tal Arnoldus Andries des Tombe la encontró en una subasta y terminó comprándola por unos pocos florines, el equivalente a unos 30 euros en la actualidad. Toda una ganga, ¿no?
Claro que para entonces el nombre de Johannes Vermeer no era particularmente conocido, pues no es sino en tiempos más recientes cuando su obra ha sido reconocida por su gran valor artístico. Fue en 1902, cuando su dueño murió, que La Joven de la Perla pasó al museo de Mauritshuis, y ahí ha estado desde entonces. Recientemente esta obra de Vermeer ha vuelto a ser noticia, pues el museo realizó un análisis abierto al público de la obra, en el cual, utilizando distintos instrumentos, lograron determinar los elementos que el autor había juntado para crear este cuadro.
2. El autor
Como pintor, Johannes Vermeer nunca saboreó la fortuna. Nacido en 1935, contaba unos 32 años cuando terminó lo que en la actualidad es considerada su obra maestra, La Joven de la Perla. Actualmente es considerado uno de los más grandes pintores de los Países Bajos, pero en vida no gozó del éxito, e incluso tras su muerte sus cuadros solo lograron cosechar para él un gran olvido.
Dos siglos se demoró su obra en alcanzar el éxito, pues fue durante el siglo XIX cuando algunos estudiosos del arte desenterraron su recuerdo y, recopilando algunas de sus obras, lo levantaron hasta la gloria, no por simple capricho del mundo, sino por una verdadera admiración por sus trazos.
Pese a que dedicó su vida a la pintura, Vermeer no dejó demasiadas obras. En la actualidad se conocen solo unos 34 cuadros del autor, aunque se sabe que llegó a pintar otras obras de paradero desconocido. En todo caso, no serían demasiadas, pues Vermeer no fue un autor prolífico, llegaría a pintar uno o dos cuadros al año, lo que en vida le significó precariedades económicas.
Pese a todo, Johannes Vermeer era un seductor visual y con La joven de la Perla alcanzó su máximo esplendor. Tal era su empeño por el buen arte que, pese a su situación económica nada ventajosa, llegaba a adquirir los colores más costosos para sus cuadros, como un análisis reciente a La Joven de la Perla ha demostrado.
3. ¿Quién es la chica de la perla?
La verdad es que no se sabe quién es la chica de la perla. Hay quienes especulan que esta chica ni siquiera existió realmente, aunque los expertos en el área sugieren que Vermeer tuvo que haber tenido una modelo para pintar este cuadro. En todo caso, si existió, es una completa desconocida, lo cual, en parte, era la esencia de los tronie: un género que buscaba ser muestra de las técnicas del autor, y no un retrato que ensalzara una figura. Sobre la identidad de la chica de la perla, quienes han estudiado a Vermeer suelen sugerir que se podría tratar de una de estas tres muchachas:
- La hija mayor de Vermeer, María, que en la época en que se realizó el cuadro debía tener una edad similar a la chica de la perla.
- La hija del comisario de Vermeer. El comisario, quien fue un hombre importante en la vida del autor, también tenía una hija de esta edad, razón por la cual se cree que pudo haber sido ella la chica de la perla.
- La tercera joven en cuestión sería la que más gusta al mundo literario y de las intrigas románticas. Su nombre era Griet, la sirvienta de Vermeer. Ella fue la protagonista del famoso libro de Tracy Chevalier, que se llevó al cine. Ya sabes, la película protagonizada por Colin Firth y Scarlett Johansson, titulada La joven de la perla. Pero, ¿hay evidencia real e histórica de que esta muchacha existiera y de que tuviera una relación directa con Vermeer? No, lamentablemente no la hay, aunque sea una bonita fantasía convencernos de que fue ella la verdadera chica de la perla.
A falta de respuesta, no nos queda sino usar la imaginación: hay que disfrutar de los pequeños misterios que nos van dejando las grandes obras de arte, maravillas silenciosas y ventanas a otros mundo donde la belleza es sencilla y evocadora. Sin lugar a dudas, parte de la belleza de La Joven de la Perla es lo que despierta en nuestra imaginación.
4. Un análisis del cuadro
¿Qué es lo que vemos en La joven de la Perla? Vemos una estudiada sensualidad, misterio y exotismo. Ahí donde nuestro punto de interés recae en tres elementos: los ojos de la muchacha, sus labios y la perla, esos tres puntos constituyen el epicentro fantástico de la chica de la perla.
El hecho de utilizar un fondo muy oscuro hace que todos los matices se vean aún más realzados, quedando su mirada en una cautivadora intimidad que invita al espectador a seguirla. Unos ojos cristalinos que el maestro de Delf supo manifestar con sutil genialidad. No hay más artificios, nada distrae nuestra atención y nos detenemos exclusivamente en esos tres puntos. Su boca, entreabierta, dibuja una estudiada sensualidad que culmina con ese elemento deslumbrante que da título a la obra.
Pero, ¿por qué la perla? Esa joya perfecta trazada casi con dos pinceladas por parte del autor, es un ejemplo de la incomparable habilidad de Vermeer por la óptica, por los efectos de la luz y esos destellos capaces de orientar nuestra atención hasta esos elementos clave. ¿Y qué significado tiene? Bien, primero hemos de decir que este detalle estético aparece también en otros cuadros del autor. Son varias las mujeres de los lienzos de Vermeer que lucen una perla en su oreja.
Se ha hablado de símbolo de «castidad», de pureza. Aunque para otros no es más que un modo de conducir nuestra atención a esos detalles cotidianos donde las personas escondemos nuestros secretos. ¿Por qué esta joven luce esta joya en su oreja? ¿Es un regalo? ¿Tiene un significado emocional y privado? Tal vez sea ahí donde esté el juego, el desafío privado y sin respuesta que nos regaló Vermeer y que nunca tendrá respuesta. Nos queda solo mirar con desvelo a la chica de la perla.
5. La joven de la Perla en la cultura
Aunque su popularidad no ha alcanzado a su congénere, La Gioconda, La Joven de la Perla ha tenido también sus apariciones en el mundo de la literatura y el cine. En principio, con el libro de Tracy Chevalier, que lleva el mismo nombre del cuadro, y luego con la película protagonizada por Scarlett Johansson que se basó en el libro, y que narra el encuentro del pintor Johannes Vermeer con su sirvienta, a la que terminó pintando el famoso cuadro que finalmente trascendió, dos siglos después de su última pincelada.
Esta historia, como ya aclaramos arriba, no es más que una ficción, o al menos no hay ningún elemento histórico que nos dirija a pensar que puede ser cierta, pero representa una de las apariciones más maravillosas de La Joven de la Perla en la cultura moderna.
Bueno, hasta aquí lo que teníamos que contarte sobre este maravilloso cuadro. ¿Has tenido la oportunidad de verlo? ¿Te gustaría detallar de cerca a la chica de la perla? Déjanos tu opinión en los comentarios, ¡estaremos deseando leerte!
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