Sobre la historia del hundimiento del Titanic es mucho lo que se sabe. Uno de los naufragios más épicos de la historia ha conquistado el interés de generaciones enteras. A raíz su descubrimiento, cuestiones como la legendaria orquesta de músicos del Titanic, sus pasajeros más celebres o las teorías que explican cómo se hundió el Titanic nos han robado el sueño en más de una ocasión. Pero la verdadera historia de amor del Titanic no solo nos ha robado el sueño, sino también el corazón. Seguro que al mencionar al trasatlántico lo primero que llega a tu mente es la popular película de James Cameron y la historia de Jack y Rose. Pero los verdaderos protagonistas de la verdadera historia de amor del Titanic son Madeleine Astor y Emilio Portaluppi. ¿Nos acompañas a conocer su romance?
La verdadera historia de amor del Titanic
En la noche del 14 de abril de 1912 ocurriría un suceso que tiñó de sangre y dolor las aguas del Océano Atlántico. Apenas cuatro días antes zarpaba del puerto de Southampton, Inglaterra, el mayor trasatlántico construido hasta el momento, entre los vítores y los aplausos de la población. En su viaje inaugural, y a causa del choque con un iceberg, el Titanic terminaría hundiéndose. Pero, entre los más de dos mil pasajeros del Titanic, hubo algunos que hicieron historia. Entre sus nombres, podemos destacar a Violet Jessop, la camarera del Titanic, Charles Joughin (el panadero que se salvó gracias al whisky) O Harold Bride.
Sin embargo, son Madeleine Astor y Emilio Portaluppi quienes protagonizan nuestra escena favorita, la verdadera historia del amor del Titanic. Tal como ocurre con frecuencia, la realidad es la cuna de las mejores ficciones. Y, como no podía ser de otra manera, su historia guarda estrechas similitudes con el amor de Jack y Rose.
Emilio Portaluppi era un cantero italiano que iba a bordo del Titanic con un boleto de segunda clase. Había logrado ganarse el reconocimiento de la sociedad gracias a su gran talento, que le había llevado a trabajar en los relieves del edificio de la Bolsa de Valores de Nueva York. En ese momento, volvía de visitar a su familia en Italia y, aunque tenía planeado regresar a New Hampshire en el barco Oceanic II, un telegrama cambió sus planes. Así empezarían a tejerse los hilos de la verdadera historia de amor del Titanic.
El telegrama había sido enviado por John Jacob Astor IV, uno de los inversores más ricos de América. Había servido como teniente coronel en la guerra española-estadounidense de 1898, y luego cosechado un emporio de hoteles, empresas e inventos. Viajaba en compañía de su esposa, Madeleine Astor. Y pedía a Portaluppi que se uniera a ellos en la travesía, con la intención de encargarle la confección de unas estatuas para su villa de Newport.
No se hizo pública ninguna evidencia que comprobara que entre Madeleine Astor y Emilio Portaluppi ocurrió un romance, pero lo cierto es que pudo tratarse tanto de un amor platónico como de un encuentro romántico fugaz. Lo que sí ocurrió es que, tal como lo vemos en la película, la misma noche en que el trasatlántico se estrellaría contra el iceberg, Portaluppi habría sido invitado a cenar junto a los pasajeros de primera clase.
Esta pequeña historia parece haber sido la verdadera historia de amor del Titanic que inspiró a los personajes de la famosa película. Pero por suerte, en la vida real, tanto Madeleine Astor como Emilio Portaluppi fueron favorecidos por el destino y sobrevivieron a la tragedia. No así John Jacob Astor IV, quien pereció en el naufragio.
¿Qué les ocurrió después del naufragio?
La verdadera historia de amor del Titanic está llena de sombras que sus protagonistas nunca quisieron despejar del todo. Portaluppi logró sobrevivir, y sobre ello ha contado diversas versiones. En una de ellas afirmó que permaneció en un pedazo de hielo flotante hasta que fue rescatado por un bote salvavidas, mientras que en otra relató que había estado nadando durante dos horas en busca de una barca. En el caso de Madeleine Astor, que se encontraba embarazada en el momento en el que ocurrió el suceso, alcanzó a subir a un bote salvavidas.
Después del Titanic, Portaluppi luchó con el ejército italiano en la Primera Guerra Mundial y nunca mencionó su experiencia en el trasatlántico, hasta que en los últimos años de su vida confesó a unos periodistas locales que había estado enamorado de Madeleine Astor. Murió con 93 años en 1974, pero sus vivencias han quedado registradas para siempre en el documental «Los italianos en el Titanic», en el que se relata la historia de los 37 italianos que se encontraban en el navío y de los cuáles sólo tres sobrevivieron.
Madeleine Astor, por su parte, se volvió a casar durante la Primera Guerra Mundial y murió en 1940, a la joven edad de 46 años. Tal como lo refleja el famoso filme, la historia de amor entre estos dos personajes parece narrarnos el encuentro de dos mundos tan diferentes que podían llegar a atraerse con una fuerza descomunal. Ella, una socialité estadounidense y la segunda esposa de uno de los hombres más ricos del mundo. Él, un hombre de origen humilde que a fuerza de talento (tal como el de Jack para la pintura), empezaba a ser reconocido y valorado. En medio de romance, Astor, un hombre poderoso que terminaría sus días en tragedia.
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Y tú, ¿conocías esta versión de la verdadera historia de amor del Titanic? ¿Crees que haya sido ésta la inspiración para la romántica historia del filme? Déjanos todas tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos deseando leerte!