Es inevitable no pensar qué se celebra el 14 de febrero, porque pareciera que todo, de un momento a otro, se transforma; los cafés ponen un ambiente romanticón en el aire, las tiendas en sus escaparates muestran maniquís locamente enamorados y las redes sociales se inundan de corazones y festejos. Es como si las personas ya no supieran decir nada más que frases de amor… y tú, que observas tanta parafernalia no sabes cómo decir que sientes odio por San Valentín…
Tranquilo, te entendemos… Aunque en Supercurioso hablemos de los datos curiosos de San Valentín o de los regalos originales que puedes dar, lo cierto es que una parte del equipo se ha comprometido a ver la otra cara de la moneda; el odio irremediable que tienen algunos a San Valentín. Así que si haces parte de este bando, te invitamos a quedarte, tal vez encuentres algunas razones con las que estás de acuerdo. ¿Nos acompañas? 😉
¿Odio San Valentín? 5 Razones que pueden explicarlo
Seguro que una de las cosas que nos hacen odiar San Valentín es el hecho mismo de que otras personas piensen que es porque no tenemos pareja, y lo cierto es que más de la mitad de las personas que sienten aversión por esta fecha, viven felices y campantes con sus parejas. Si eres escéptico no pasa nada, aquí derrumbaremos esos prejuicios. Créenos, hay miles de razones para odiar San Valentín, tan solo presentaremos algunas.
1. Publicidad invasiva
Este primer punto no solo acrecienta el odio por San Valentín, también lo hace enfermizo… Año tras año nos explican cómo celebrar San Valentín y se vuelve casi que una obligación. El comercio gira en torno a eso, el consumismo que de por sí es desmesurado, se hace aún más grande donde tiendas, mercados, calles e internet te invitan a gastar.
La publicidad nos invade y donde quiera que miremos, nos invita a celebrar, a comprar y a consumir… En fin, la saturación a la que nos someten los medios es en ocasiones tan molesta como exagerada.
2. ¿Quién dijo que el amor se celebra solo una vez al año?
La ciencia del amor no se controla, no es precisamente el 14 de febrero donde todas las parejas se sienten más enamoradas, por ende, no es el mejor día para celebrarlo. Nuestro odio por San Valentín nace de la forma en como se nos impone que esta sea la fecha específica del amor. A diferencia de un cumpleaños o del origen de Año Nuevo, San Valentín parece una fecha tomada al azar, un simple artificio de la estructura capitalista para hacernos gastar más. Pero ese no es el problema más grande de todos…
En realidad, para aquellos que sienten odio por San Valentín, esta fecha desplaza los detalles bonitos del amor; aquellos que son espontáneos, los que no se planean y los que, en general, mantienen viva la llama del amor.
San Valentín, más que una sorpresa es en muchos casos «una obligación», se pierde un poco ese matiz mágico donde uno puede de pronto hacer algo por la pareja que no espera y que lo hace sentirse especial. En ocasiones, hay quien tiene unas expectativas tan altas del día de San Valentín, que luego se queda en nada.
3. Una eterna planeación
De todas las razones por las que puede existir odio a San Valentín, la de la planeación parece robarse el primer lugar. «Ideas románticas para San Valentín», o «qué hacer para el día de San Valentín» parecen frases comunes que inconscientemente nos ponen presión para planear el día PERFECTO. Nada puede salir mal; si así sucediera puede que tengas que esperar al siguiente San Valentín para reivindicarte con tu pareja si es que soporta otro año más contigo.
En este caso los amigos, compañeros de trabajo y familia no dejan de preguntarte cómo vas a pasar el día con tu pareja. Y tú respondes con tranquilidad y educación… Mientras por lo bajo te preguntas qué les importa a ellos. Lo queramos o no, en ocasiones también existe cierta «presión social» a tener que celebrar San Valentín y por supuesto, colgar las fotos más tarde en las redes sociales.
4. La hipocresía de San Valentín
¿Nunca te has preguntado por qué siempre pensamos en regalar algo material en lugar de un gesto de cariño en San Valentín? No es acaso la publicidad la que nos dice que debemos celebrar el amor… Entonces, ¿qué mejor manera de hacerlo si no es con el mismo amor? Podríamos quedarnos en casa y disfrutar de las mejores películas de San Valentín o quizá acurrucarnos con los mejores libros románticos… Parece mentira, pero es la verdad, San Valentín es una celebración engañosa e hipócrita, de ahí nuestro odio.
Si bien hay quienes no tienen este afán de consumismo, más del 80% de las personas en el mundo caen en la tentación de comprar algo este día, sin siquiera pensar que un beso como regalo simbólico es mucho mejor.
Todos los años ocurre lo mismo, y todos los años te sientes igual de saturado. Como tu alma es un poco rebelde te niegas a ceder a las tradiciones y te niegas a celebrar ese San Valentín al que le guardas odio, porque San Valentín, cuando amas a alguien se celebra cada día y se hace con besos y abrazos.
5. Es delito sentir odio por San Valentín
¡Cuidado! Si te incomoda este día es mejor no decirlo a los cuatro vientos: corres el riesgo de que te digan que no eres nada romántico, que eres una persona insulsa que no sabe disfrutar de los días especiales… Y aún más, que eres un aburrido. Por nada del mundo se te ocurra decir que sientes odio por San Valentín, porque de un momento a otro te encuentras repleto de miradas llenas de juicios y comentarios.
El celebrar San Valentín es algo que solo te atañe a ti y a tu pareja, a nadie más. El celebrarlo o no es algo personal, pero lo importante es no hacerlo por obligación o porque las costumbres mandan. La magia, en el amor, debe construirse todos los días. Entonces… ¿Eres de los que siente odio por San Valentín? ¡Cuéntanos tu experiencia con este día! Y si quieres conocer más, te invitamos a mirar otras latitudes; por ejemplo cómo se celebra San Valentín en China o en Japón, ambas celebraciones tienen conceptos más profundos que en occidente. Conócelos.