El folclore japonés es rico en leyendas y sus personajes son de los más variados, siendo los Onibi uno de los más destacados. En Supercurioso ya te hemos hablado de Yuki Onna, la mujer de hielo o de los Jubokko, los árboles bebedores de sangre. En esta ocasión queremos acercarnos a otras criaturas extraordinarias. Acompáñanos a conocer más de cerca a los Onibi, los fantasmas de luz de las leyendas japonesas.
Onibi, los curiosos fantasmas de luz
Hay un tipo de criaturas fantasmagóricas, monstruos sobrenaturales o seres demoníacos que en el folclore japonés reciben el nombre de «Yokai». Entran en la lista de los fantasmas japoneses más populares de la región.
Los Yokais se dividen en cinco categorías dependiendo de su forma natural (algunos son capaces de cambiarla) que puede ser la de un ser humano, un animal, un vegetal, un objeto o un fenómeno natural. Sus cualidades también son muy diversas y los hay con naturaleza malévola y dañina, pero en ocasiones también son portadores de buena fortuna.
El Onibi es uno de los «Yokai» más peligrosos y a la vez más bello. Es un fenómeno extremadamente hermoso, pero mortal. Su nombre significa «demonio de fuego» y se dice que procede del cuerpo de animales y seres humanos fallecidos.
La razón de que se manifieste en unos casos sí y en otros no, se desconoce. Sin embargo, parece estar relacionado con la maldad, el rencor o la envidia que guardara el difunto en su interior.
Aparecen flotando, a una distancia de entre uno y dos metros del suelo, especialmente en los días lluviosos de los meses más cálidos del año. En cuanto a los lugares, casi siempre se revelan en medio de parajes naturales o cementerios. Pocas veces, o casi nunca, lo hacen en ciudades o poblados grandes.
¿Los Onibis son peligrosos?
Los Onibi atacan a sus víctimas en grupo y les extraen su energía vital hasta matarlas. En la mitología japonesa dice que atraen a los viajeros con sus luces fantasmales y que en ocasiones adoptan las voces o rostros de sus anteriores víctimas.
Estos los siguen, van detrás de ellos pensando que son linternas de personas que los conducirán fuera del bosque, pero cuando se dan cuenta, los orbes los rodean y los atacan. Los Onibi los vacían y dejan únicamente un despojo parecido a una cáscara.
Se presentan como pequeñas bolas de fuego de colores variados, aunque generalmente son blancos o azules. Suelen aparecerse en grupos en los se han llegado a contar hasta 30 orbes y su tamaño va desde unos pocos centímetros hasta más de 30.
Durante siglos se ha buscado una explicación racional a la aparición de estos Yokai. La teoría más plausible tiene que ver con el fósforo que contiene los cadáveres y que en determinadas circunstancias podría producir luminiscencia. También se le adjudica a la quema de metano procedente de esos cuerpos en descomposición.
Conoce los diferentes tipos de Onibi
El Onibi no debe ser confundido con el Oni, que se trata de un ogro monstruoso que habita en las montañas. Tiene la piel de colores que van desde el azul al negro, pasando por el rojo, y el marrón. Luce, además, dos cuernos en la cabeza, una boca llena de colmillos y viste únicamente un taparrabos de piel de tigre. Es un ser demoníaco que ataca con una maza gigante de hierro a sus víctimas y en ocasiones es la personificación de una fuerza natural que causa algún tipo de desastre.
Por tal motivo, describiremos algunos de los Onibi más populares y de los que se han registrado casos de aparición.
1. Asobibi (遊火, «jugar con fuego»)
Se manifiesta por debajo del castillo y encima del mar en Kōchi, la prefectura de la misma ciudad y en la montaña Mitani. Suele ser una clase muy inofensiva, pues la leyenda dice que no ocasiona ningún tipo de daño a los humanos.
2. Kazedama (風玉, «bola de viento»)
Procedente de Ibigawa, distrito de Ibi, territorio de Gifu, este Onibi ha sido visto más que nada en tormentas, deslumbrando como una bola redondeada de fuego. Su tamaño se compara al de una bandeja personal, a la par que emana una intensa luz brillante. Fue visto en el tifón de Meiji en 1897, donde el kazedama se visualizó desde la montaña y levitó en el aire por un rato.
3. Sarakazoe (皿 数 え, «plato de conteo»)
Es un yokai que tuvo su aparición en el Konjaku Gazu Zoku Hyakki de Sekien Toriyama. Durante el Banchō Sarayashiki, popular por las historias de fantasmas, el ente de Okiku se manifestó como un inka (fuego de sombra) del pozo, y lo hizo como platos de conteo.
4. Sōgenbi (叢原火 o 宗源火, «fuego de fuente religiosa»)
Este ser hacía sus aparicios en Kyoto en Gazu Hyakki Yagyō de Sekien Toriyama. La leyenda dice que se trataba de un monje que le robó al Jizōdō en Mibu-dera, por lo cual recibió un castigo budista.
La penitencia sería convertirse en un Onibi, donde la expresión de angustia del rostro del sacerdote sería el centro del fuego. Su nombre también se mencionó en «Shinotogibōko», que se trataba de una serie de historias de fantasmas del período Edo.
5. Wataribisyaku (渡柄杓, «cucharón transversal»)
Es un Onibi de la aldea de Chii, distrido de Kitakuwada, territorio de Kioto (que ahora es Nantan). Se manifiesta en las localidades montañosas como una bola de fuego de color blanco azulado que levita en el aire.
Los testigos comentan que tiene la apariencia de un hishaku (cucharón), pero no exactamente como uno. En efecto, daba la sensación de estar jalando de una cola extensa y delgada, por lo que se llegó a comparar con un cucharón.
6. Hidama (火魂, «espíritu de fuego»)
Hidama es del territorio de Okinawa, donde suele habitar en la cocina detrás del extintor de carbón. Sin embargo, se comenta que adquiere la forma de un ave y se desplaza por los lugares haciendo que las cosas se enciendan.
¿Qué te han parecido los Onibi de Japón? No cabe duda que son criaturas interesantes y con grandes historias de avistamientos por contar. Si te ha interesado este artículo, quizá quieras conocer a los bakeneko, los gatos fantasmales japoneses.